RESPALDAR decididamente su campaña a la reelección o la desafíen en la convención del partido, que se realizará el mes próximo, pidió el presidente Joe Biden a los congresistas demócratas, respondiendo así a algunas voces que le instan a dar un paso al costado en la carrera por la Casa Blanca.
Biden se halla bajo la lupa esta semana como anfitrión de una cumbre de la OTAN en Washington (inicia este martes), entre temores de que su antecesor, el líder republicano Donald Trump gane la presidencial de noviembre, sobre todo desde el desastroso desempeño del demócrata en un debate televisado reciente y la entrevista que concedió el viernes al canal ABC.
En el programa de televisión "Morning Joe" de MSNBC el demócrata dijo que está "seguro" de que "el votante promedio de ahí afuera todavía quiere a Joe Biden" para un segundo mandato.
El demócrata reconoció estar "muy frustrado con las élites... del partido".
"Cualquiera de estos tipos que creen que no debo postularme, que se postulen contra mí (...) que me desafíen en la convención" de agosto próximo, agregó.
Un Biden desafiante también escribió una extensa carta a los congresistas del Partido Demócrata. "Me niego" a retirarme, les dice.
"Estoy firmemente determinado a seguir en la carrera", escribió. "El tema de cómo seguir adelante" ya se ha abordado "y es hora de que termine" la polémica, afirma tajante.
Esta semana promete ser crucial para el intento de Biden de superar el caos suscitado tras el debate, durante el cual se mostró muy confundido, se trabó al hablar y hasta divagó.
El presidente lo achacó al desfase horario y a un resfriado, pero en los últimos días cinco congresistas demócratas le han pedido públicamente que tire la toalla.
El domingo, cuatro parlamentarios estimaron que es hora de que Biden se retire, según medios de comunicación estadounidenses.
A su vuelta esta semana de un breve receso los congresistas demócratas deben decidir si respaldan al presidente o le piden que pase el testigo.
Celebrarán una reunión ordinaria este martes, cuando comenzará la cumbre de la OTAN, que también servirá de escaparate para analizar el desempeño de Biden. Y es que el presidente asistirá a varias reuniones y dará su primera rueda de prensa desde la debacle del debate.
Muchos países europeos temen el regreso de Trump, de 78 años, porque ha criticado reiteradamente la OTAN, ha expresado su admiración por el presidente ruso Vladimir Putin e insistido en que él podría lograr poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania.
Después de un intenso día de mítines en el estado de Pensilvania el domingo, Biden recibirá a sus homólogos en la cumbre de la alianza militar trasatlántica y retomará su agenda proselisita el viernes, en el estado de Michigan, antes de viajar a su casa junto a la playa en Rehoboth, en Delaware, en el noreste del país.
Está previsto que la primera dama Jill Biden haga campaña en Georgia, Florida y Carolina del Norte, en el este del país.
Cuando faltan solo cuatro meses para las elecciones y poco más de uno para la convención del partido, el tiempo apremia. Hay poco margen para reemplazar a Biden como candidato, y el presidente y su equipo parecen decididos a resistir el asedio.
Entre tanto, la Casa Blanca dijo que el presidente no recibe tratamiento para la enfermedad de Parkinson.
"¿Ha sido tratado el presidente por Parkinson? No. ¿Está siendo tratado por Parkinson? No, no lo está. ¿Está tomando medicación para el Parkinson? No", dijo la portavoz Karine Jean-Pierre en rueda de prensa.