Desde Ginebra, la ministra afirmó que "La no injerencia no quiere decir indiferencia", con respecto a las posturas que han tomado los países latinoamericanos.
La ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, María Fernanda Espinosa, dijo este lunes en una conferencia de prensa en Ginebra que su país no descarta ser un "interlocutor amigable" en la crisis de Venezuela.
"Todavía la puerta no esta cerrada" en Venezuela, y que "si Ecuador puede cumplir un papel de interlocutor amigable, lo hará con mucho gusto", respondió ante una pregunta de la AFP.
"Lamentablemente hay ciertos temas que eclipsan y colapsan todos los otros (...) en Venezuela hay un problema, un problema serio (...) nosotros creemos que hay un espacio para dialogar con Venezuela", prosiguió la ministra.
Este lunes se cierran las inscripciones en vista de las elecciones generales convocadas por el gobierno de Nicolás Maduro para el 22 de abril y la coalición de oposición, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), decidió no participar.
Espinosa señaló: "que la mejor elección es aquella elección en la que participan, pues, todos los actores (...) Todavía la puerta no está cerrada, si el Ecuador puede cumplir un rol de interlocutor amigable, de puente, pues lo hará con mucho gusto".
"Los países de América Latina tenemos diferentes formas de mirar y enfrentar la crisis de Venezuela. La no injerencia no quiere decir indiferencia", agregó.
Posteriormente, Espinosa Garcés participó en la primera reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que comenzó su serie de sesiones anuales este lunes en la ciudad suiza.
Por su parte, el canciller venezolano Jorge Arreaza, en su intervención también hizo alusión a las elecciones presidenciales, en las que el presidente Nicolás Maduro aspira a su reelección. "Habrá elecciones libres, soberanas, transparentes, el 22 de abril", afirmó el ministro de Exteriores.
El canciller también criticó los "informes sin fundamento" del Alto Comisionado de las Naciones, así como a los expertos de la ONU que "publican diagnósticos a partir de insólitas fuentes, sin jamás haber visitado Venezuela".
"Se pretende hacerle creer al mundo que en Venezuela hay una crisis humanitaria, un viejo truco unilateralista", dijo en su intervención en Ginebra ante esta instancia, que celebra a partir del lunes su sesión anual.