El camino de la transición: paros graduales y apoyo militar | El Nuevo Siglo
AFP
Miércoles, 1 de Mayo de 2019
Redacción internacional con AFP

EL LÍDER opositor venezolano Juan Guaidó recibió el respaldo en las calles de miles de seguidores en las movilizaciones que oficialmente lanzaron la “Operación Libertad”, significando “el fin de la dictadura”, según el diputado Renzo Prieto.

Una enorme multitud atendió su llamado en Caracas para exigir que Maduro “cese la usurpación del poder”, en medio de la peor crisis socioeconómica de Venezuela. De todas maneras, la marcha no logró ser “la más grande en la historia del país” como se había propuesto Guaidó.

Las protestas degeneraron en disturbios en varias zonas de la capital, donde militares y policías lanzaron bombas lacrimógenas y perdigones contra manifestantes, que a su vez respondieron con piedras y cócteles molotov, constató la AFP.

“Minutos después de que soldados valientes se pusieran del lado del pueblo, todos los soldados vieron el respaldo contundente del pueblo de Venezuela que los va a acompañar”, dijo Guaidó ante sus seguidores, recordando que miles se volcaron para respaldar la rebelión el martes.

Choques entre militares y manifestantes durante las movilizaciones convocadas por Guaidó este miércoles dejaron unos 30 heridos en Caracas, uno de ellos de bala, y el resto con perdigones y traumatismos, dijo a periodistas el alcalde de Chacao, Gustavo Duque. También se reportaron al menos siete periodistas heridos que cubrían las marchas.

Pompeo vs. Lavrov

La escalada del martes avivó las tensiones entre Washington y Moscú, luego de que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, acusará a su par ruso, Sergei Lavrov, de desestabilizar a Venezuela con su apoyo a Maduro.

En una comunicación telefónica entre los jefes de la diplomacia de ambos países, Pompeo “destacó que la intervención de Rusia y Cuba es desestabilizadora para Venezuela y para la relación bilateral entre Estados Unidos y Rusia”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.

Pompeo también “instó a Rusia a poner fin a su apoyo a Nicolás Maduro y unirse a las naciones, incluida a una abrumadora mayoría de los países occidentales, que quieren un futuro mejor para el pueblo venezolano”.

Según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Lavrov respondió a Pompeo que “la injerencia de Washington en los asuntos de Venezuela” es “una violación flagrante del derecho internacional”.

Lavrov denunció a su vez una “influencia destructiva” de la Casa Blanca, luego de que Pompeo reiterara que en Caracas “una acción militar es posible”.

Aunque Guaidó llamó a la Fuerza Armada a sumarse al levantamiento, la cúpula militar reiteró lealtad a Maduro y 25 insurrectos terminaron pidiendo asilo en la Embajada de Brasil.

También se asiló en la legación de España Leopoldo López, liberado por los rebeldes de su prisión domiciliaria y con quien Guaidó lideró la sublevación.

“Vamos a seguir en las calles hasta lograr la libertad (...), el régimen va a tratar de acentuar la represión, de perseguirme”, advirtió el diputado.

Guaidó, a quien el oficialismo ya le retiró la inmunidad legislativa, consideró que su eventual detención supondría un “golpe de Estado”, al ser el “único presidente legítimo” de Venezuela. Las manifestaciones se extendieron a varios estados como Lara, Aragua, Vargas, Carabobo, Guárico, Bolívar, Mérida, Monagas, Miranda, Táchira y Zulia.

Camino a la huelga

Ante una multitud de seguidores, Guaidó indicó que la propuesta, que prevé paros graduales, surgió de sindicatos del sector público.

El opositor no especificó detalles de la huelga general, anunciada en un país con una economía reducida a la mitad y golpeado además por apagones masivos desde el pasado 7 de marzo.

En marzo, tras reunirse con líderes sindicales y pedir a empleados públicos que retiren su apoyo a Maduro, Guaidó declaró que los paros escalonados servirán “para que más nunca trabajen para la dictadura”.

“Guaidó dice tantas boberías. Para convocar paro escalonado necesita tener fuerza, ayer tuvo fuerza cero”, sostuvo Diosdado Cabello, presidente de la Constituyente oficialista, durante un marcha convocada este miércoles en respaldo a Maduro.

Militares, el árbitro

Al proclamar la derrota de los “golpistas”, Maduro advirtió que no habrá impunidad, pero Estados Unidos alerta que encarcelar a Guaidó sería el “último error de la dictadura”.

Luego de la fallida sublevación, Washington advirtió al ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, que está ante la “última oportunidad” de romper con Maduro.

Según la Casa Blanca, Padrino se había comprometido a apoyar el “derrocamiento” del dictador.

Maduro “tenía un avión en la pista, estaba listo para irse (...) y los rusos le dijeron que debería quedarse”, dijo en tanto Pompeo, indicando que el gobernante planeaba huir a Cuba. El líder socialista lo desmintió.

Para Michael Shifter, de Diálogo Interamericano, las amenazas de funcionarios estadounidenses contra Maduro forman parte de una política que “parece haber sido elaborada más por deseos que por una estrategia clara”.

Por eso, dijo a la AFP, que “no ayudan y muchas veces son contraproducentes” para una transición política.

El politólogo Luis Salamanca estima que Maduro y Guaidó entraron en una disputa por el respaldo de los militares, pilares del dictador, a quienes según expertos este les ha otorgado amplia participación en el manejo de la renta petrolera.

“Algunos han sido ganados por Guaidó, pero los jerarcas siguen del lado del gobierno”, expresó el analista.

“Ni Maduro ni la oposición están en una posición fortalecida. Maduro hará todo para permanecer en el poder y la oposición hará todo para mantener la presión bajo el liderazgo de Guaidó. Pero el árbitro final serán las Fuerzas Armadas”, subraya Shifter.

Guaidó se proclamó presidente encargado el 23 de febrero, luego de que el Legislativo, de mayoría opositora, declarara usurpador a Maduro por reelegirse en comicios fraudulentos.