El 'globo de discordia' que sobrevoló entre EE.UU. y China | El Nuevo Siglo
Domingo, 5 de Febrero de 2023
Redacción internacional con AFP y Europa Press

INDEPENDIENTEMENTE que sea ‘espía o científico’, el globo que durante dos varios incursionó sobre el espacio aéreo de Estados Unidos y Canadá, puso a ‘volar’ la tensión con China, al tiempo que avivó las críticas de la oposición republicana contra el presidente Joe Biden por su laxitud con el gigante asiático.

Tan pronto el Pentágono detectó el sobrevuelo del globo, sobre zonas del Estado de Montana que albergan instalaciones nucleares a comienzos de semana, informó a la Casa Blanca que optó por hacerlo seguimiento en lugar de derribarlo, como lo establece la política de defensa de seguridad nacional, por constituirse en una violación a la soberanía.

¿Decisión prudente o estratégica de Biden? Se puede especular que ambas para evitar un nuevo pico en la tensionante relación con China que, a su favor, adujo que “se trata de una aeronave civil utilizada para fines científicos, principalmente meteorológicos", y que “tras verse afectado por los vientos del oeste y ante la limitación de su capacidad de control, se desvió gravemente de su ruta programada".

El comunicado de la cancillería china “lamenta que el globo ingresara al espacio aéreo de Estados Unidos por causas de fuerza mayor", confió en que se maneje la situación “con mutua calma” e informó que "seguirá manteniendo la comunicación” con Washington para “abordar de forma adecuada esta situación inesperada”, instando a “no sobredimensionar el asunto”.

Pero este globo de la discordia forzó a una inmediata reacción del gobierno demócrata norteamericano, postergando el viaje que el secretario de Estado, Antony Blinken, tenía previsto para la semana próxima a Pekín y “se reprogramará cuando las condiciones sean adecuadas”, según comunicó dicha oficina que calificó como “una clara e inaceptable violación a la soberanía estadounidense” el sobrevuelo del artefacto, razón de más para cancelar la visita ya que “podría enviar un mensaje erróneo”, explicó el gobierno.

Blinken iba a convertirse en el primer secretario de Estado del país norteamericano en reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, en casi seis años. Con este viaje, la Administración Biden buscaba afianzar las relaciones con el país y reducir la tensión, que ahora ha vuelto a dispararse por este incidente.

La Casa Blanca había manifestado el jueves que no tenía la más mínima duda sobre el origen y fines de este gran aeróstato que según Pat Ryder, portavoz del Pentágono “volaba a gran altura, muy por encima del tráfico aéreo comercial, sin ser una amenaza militar o física para las personas en tierra".

Expertos militares aseguraron que el presidente Biden no ordenó derribarlo por los “riesgos que representan los posibles escombros para las personas en tierra”.

Según medios estadounidenses, el globo sobrevoló las Islas Aleutianas, en el norte del Océano Pacífico, y Canadá antes de entrar en el espacio aéreo de Estados Unidos. Así mismo, que aviones de combate se acercaron al aparato cuando pasó por Montana.

El gobierno canadiense agregó el viernes que investigaba un "potencial segundo incidente".

"Canadá toma medidas para garantizar la seguridad de su espacio aéreo, incluido el monitoreo de un posible segundo incidente", informó el ministerio de Defensa en un comunicado, sin entrar en detalles, salvo que “las agencias canadienses de inteligencia trabajan con sus socios estadounidenses y toman todas las medidas necesarias para resguardar la información sensible de Canadá de amenazas del exterior".



¿Información de inteligencia?

Vale destacar que no es la primera vez que el ejército estadounidense registra una intrusión de este tipo, pero en esta ocasión se dispararon las alarmas por su tiempo de permanencia en el espacio aéreo norteamericano.

El sobrevuelo de estos aparatos aerostáticos con fines de ‘espionaje’ data de hace varios siglos. Sin embargo, el sobrevuelo de este globo evidencia el uso de este sistema para recabar información de inteligencia se resiste a desaparecer frente a estrategias más modernas y menos invasivas como los satélites.

El primer uso de globos aerostáticos para fines militares del que se tiene constancia data de 1794, durante las guerras revolucionarias francesas, y a Estados Unidos llegaron en el siguiente siglo, coincidiendo la Guerra de Secesión. Podían alcanzar los mil pies de altitud -algo más de 300 metros- y servían para tareas de observación, como consta en un informe histórico del Servicio de Parques Nacionales estadounidense.

Por entonces se consideraban herramientas baratas, discretas y prácticamente inalcanzables desde tierra, aunque su verdadera explosión llegó ya en el siglo XX, durante la Primera Guerra Mundial, y también en etapas como la Guerra Fría, cuando el pulso político que libraron la Unión Soviética y Estados Unidos se extendió también al ámbito de la Inteligencia y el progreso tecnológico favorecía la ausencia de tripulación.

La utilización de satélites dejó en parte obsoletos a los globos, pero su uso habría resurgido. De hecho, el Departamento de Defensa estadounidense también habría aumentado en su etapa más reciente la inversión en este tipo de sistemas, como señaló el portal de noticias Politico en 2022.

El analista Peter Layton, del Griffith Asia Institute de Australia, explicó a CNN que la miniaturización de equipos tecnológicos fomenta el uso de globos, que al pesar menos "pueden ser más pequeños, más baratos y más fáciles de lanzar" que los satélites.

Otro experto, Blake Herzinger, del American Enterprise Institute, apuntó además que este tipo de sistemas deja poco rastro, lo que por tanto dificulta su rastreo. Los satélites son en contra más predecibles, ya que dependen de seguir una misma órbita.

Frente a los satélites, los globos ofrecen la ventaja de concentrarse en un mismo territorio durante más tiempo y, al situarse dentro de la atmósfera terrestre, tienen otro tipo de alcance. De hecho, Layton apunta como hipótesis que el último globo detectado en Estados Unidos pudiese estar recabando información sobre sistemas de comunicación y radares, inaccesibles desde el espacio.

Indignación política

El incidente desató fuertes reacciones entre los políticos estadounidenses, sin distingo de partido.

"Esta violación de la soberanía estadounidense, pocos días antes de la visita del secretario de Estado Blinken a China, muestra que las recientes señales de apertura" por parte de las autoridades chinas "no reflejan un cambio real de política", comentaron los jefes republicano y demócrata de una comisión parlamentaria sobre China, Mike Gallagher y Raja Krishnamoorthi.

"¡Derriben ese globo!", pidió el expresidente republicano Donald Trump en su red Truth Social.

El presidente de la Cámara de Representantes, el conservador Kevin McCarthy, tildó de "descarado desprecio a la soberanía" el suceso y dijo que el presidente Biden “no puede permanecer callado. Voy a pedir una reunión de la Banda a Ocho", haciendo referencia al grupo de parlamentarios encargados de abordar información de Inteligencia.

Sus copartidarios republicanos criticaron la respuesta de la Administración Biden y reclamaron tanto explicaciones por no haber derribado el globo como la cancelación del viaje de Blinken, tal cual ocurrió horas después.

"Biden debería derribar el globo espía chino de madera inmediata. El presidente Trump jamás habría tolerado esto", trinó la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, agregando que bajo la actual Administración demócrata están ocurriendo multitud de cosas que el expresidente Donald Trump no habría permitido, enumerando el abandono estadounidense de Afganistán, o la supuesta falta se seguridad en la frontera.

En la misma línea se manifestó senador republicano Tom Cotton: “El presidente Biden debe responder por qué no ha asegurado el espacio aéreo estadounidense", indicó en twitter.

El globo ‘científico’ sigue su ruta, dejando a su paso discordia política dentro y fuera de la potencia del norte.