Transitar hacia la sostenibilidad energética crearía más de un millón de empleos en América Latina y el Caribe de aquí a 2030, indicó un informe de la CEPAL y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Además, la economía circular crearía 4,8 millones de empleos netos en 2030 en sectores como el reprocesamiento de acero, aluminio, madera y otros metales. La OIT aseguró que estos nuevos empleos compensarán con creces las pérdidas asociadas a la extracción de minerales y otras materias.

“Resulta urgente una transición hacia un modelo más sostenible tanto desde el punto de vista medioambiental como laboral, lo que permitiría acceder a nuevas oportunidades y mejoras en el empleo”, indicó un comunicado difundido por la OIT.

Sin embargo, los organismos de las Naciones Unidas también advirtieron que las transiciones medioambientales conllevan desafíos para el mundo laboral y necesidades para que los trabajadores desarrollen las competencias adecuadas y se adapten al cambio.

“Para lograr una transición con capacidad para crear empleo decente y que sea justa para todos, es clave la complementariedad de las políticas”, explicaron Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, y José Manuel Salazar, director regional para América Latina y el Caribe de la OIT.

Es necesario que las políticas, añadieron los expertos, apunten hacia la sostenibilidad medioambiental, pero también vayan acompañadas de marcos jurídicos integrados y de políticas de protección social, de igualdad de género y que promuevan el diálogo social para promover la creación de trabajos.

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De hecho, estrategias medioambientales como el Acuerdo de París ya se han referido al tema e incluyen dimensiones clave del mundo del trabajo.

Ambos organismos resaltaron que la tasa de desocupación en América Latina y el Caribe está por encima de las proyecciones realizadas a fines de 2017, debido a que el crecimiento económico de la región resultó menos dinámico de lo esperado: la proyección para 2018 bajó de 2,2% a fines de 2017 a 1,3% en octubre de este año.

En este nuevo escenario, los expertos señalan que, en el promedio de 2018, la tasa de desocupación urbana mostrará pocos cambios respecto a 2017, ubicándose nuevamente alrededor de 9,3%.

En este contexto, las políticas de mercado laboral y de protección social "seguirán siendo cruciales para la protección del bienestar de la población", recalcaron la CEPAL y la OIT.