Emmanuel Macron: más de derecha que de izquierda | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 29 de Julio de 2018
Redacción internacional

CUANDO Emmanuel Macron se presentó como candidato presidencial, Francia buscaba una nueva dirección política. Estaba cansada de los lineamientos socialistas de François Hollande y tampoco le gustaba la alternativa de ultraderecha que representaba Marie Le Penn.

Macron llegó a la política como un candidato nuevo, que quería romper los estereotipos. Sin embargo, su trayectoria parecía la “típica de un funcionario público”. “Se graduó en la École nationale d'administration, una de las más prestigiosas universidades en Francia, trabajó para el Banco Rothschild y era miembro del gabinete de François Hollande”, dijo a EL NUEVO SIGLO el profesor de la Universidad de Lille Thomas Alan.

A sus 39 años Macron se convirtió en el presidente más joven en la historia de Francia, y aunque su trayectoria es parecida a la de otros funcionarios, sus pensamientos y políticas parecen nuevos, pues se perfila como un político que no es “ni de izquierda ni derecha”, pero odia la palabra centrismo.

“Liberté, égalité, fraternité”

 “Liberté, égalité, fraternité”: tres palabras introducidas por Macron que, durante de su campaña, usaba para demostrar sus intentos centristas; libertad representa el valor mayor de la derecha e igualdad de la izquierda, explicó.

Luego de un año en el poder, sin embargo, Macron parece más de derecha, aunque no se pueda definir como tal. Sigue siendo indefinible por la mayoría.

Su afinidad con la derecha se puede observar en la mayoría de reformas laborales y económicas que ha intentado aprobar. Estas reformas en general buscan que las compañías puedan contratar y despedir los empleados más fácilmente y también les quitan algunos beneficios a los empleados de las compañías de ferrocarril (SNCF) o de línea aérea nacional Air France.

Además, intentan congelar las pensiones y aumentan los impuestos para los retirados para que se “reduzca el déficit nacional y bajen los impuestos sobre la renta de trabajadores”, como lo advirtió Macron. A pesar de todo esto, eliminó el impuesto sobre salud para los más ricos. Por eso ganó el apodo del “presidente de los ricos”.

Estas medidas no han sido muy populares entre la mayoría de franceses, por el contrario, en marzo más que 40 miles de habitantes salieron a calles para protestar contra las reformas. Sin embargo, aunque Macron ahora tiene apoyo solo de los 40 por ciento de franceses, la economía del país de vino y baguette está aumentando. El año pasado el crecimiento económico fue de dos por ciento, el desempleo cayó y las inversiones fueron históricas. 

“Pienso que hace todo lo que puede para romper el sistema bipartita pero por otro lado es muy terco. Tuvimos estas protestas por parte de los empleados de la compañía ferrocarril porque había querido reprimir sus beneficios. Él ni quiso escucharlos,” dijo a EL NUEVO SIGLO la estudiante Léo Del.

Según Foreing Policy, en un artículo publicado hace un mes y medio, Macron ha aumentado el gasto social en áreas tan cruciales como la educación y ha apoyado a la gente con discapacidades. Ha buscado encontrar una nueva política “ni de izquierda ni de derecha” y por eso les gusta a los jóvenes tecnócratas.

 (Neo) liberalismo

Algunos expertos dicen que la política de Macron se puede calificar como neoliberal. El profesor Thomas Alan, en diálogo con este Diario, las describió neoliberales porque “más o menos, el objetivo de sus reformas es privatizar, aunque no se dice en voz alta, la Compañía Nacional de Ferrocarriles, los servicios públicos, universidades, atención médica. Con sus pasos quiere reformar el Estado Social: busca disminuir los beneficios sociales, pensiones y asistencia social por organizar la quiebra progresiva.”

 A nivel de política social Emmanuel Macro ha defendido el matrimonio entre parejas del mismo género y, además, ha promovido, entre muchas cosas, la agenda medio ambiental de Francia. Estas medidas muestran que es difícil encontrar un término para describir su ideología política.

En política exterior, el presidente francés está buscando mantener buenas relaciones con Estados Unidos y una cooperación más cercana entre los estados miembros de la Unión Europea. Según el profesor, “su agenda neoliberal es adecuada a la agenda de la Comisión Europea.” Por otro lado, Macron critica algunas decisiones de Donald Trump y con su opinión a la crisis migratoria y llamada por la solución “solidaria”.

Muchos ven sus políticas como neoliberales y dicen que recuerdan las reformas empleadas por Margaret Thatcher en Inglaterra, las cuales lograron recuperar la economía inglesa.

Calificar ideológicamente a Macron sigue siendo muy difícil. Es neoliberal en temas económicos, pero defiende una agenda progresista a nivel de política social. Lo que es cierto es que Macron cree en sus políticas y decisiones y no va a cambiarlas.