El número de víctimas de trata de personas detectadas en todo el mundo en 2022 aumentó un 25% en comparación con 2019, según revela un informe publicado este miércoles por la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (Unodc).
El Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2024 apunta también al aumento de los casos de trabajo forzoso, con un 47% más de víctimas en comparación con datos previos a la pandemia de COVID-19. Por su parte, el tráfico infantil aumentó un 31%, y hasta un 38% en el caso de las niñas, que a menudo fueron víctimas de la explotación sexual. El documento destaca que la trata de niños ha aumentado en los países de ingresos altos.
Aunque los porcentajes se refieren al número de víctimas detectadas, la agencia estima que el número real de víctimas es mayor. La mayoría de estos delitos son perpetrados por grupos de delincuencia organizada.
Según UNODC, el número total de víctimas detectadas en 2022 asciende a 74.785 personas. La pobreza, los conflictos y el clima han dejado a más personas vulnerables a la explotación.
“A medida que los conflictos, las catástrofes climáticas y las crisis mundiales agravan las vulnerabilidades en todo el mundo, asistimos a un repunte del número de víctimas detectadas de la trata de seres humanos, en particular los niños, que representan ya el 38% de éstas”, declaró la directora ejecutiva de la agencia.
Ghada Waly explicó que los delincuentes trafican cada vez más con personas para someterlas a trabajos forzados, incluso para obligarlas a realizar sofisticadas estafas en línea y ciberfraudes, mientras que las mujeres y las niñas se enfrentan al riesgo de la explotación sexual y la violencia de género.
“Tenemos que intensificar las respuestas de la justicia penal para exigir responsabilidades a quienes están en la cúspide de la cadena delictiva, trabajar a través de las fronteras para rescatar a las víctimas y garantizar que las supervivientes reciban el apoyo que necesitan”, añadió Waly.
Las mujeres y las niñas representan la mayoría de las víctimas en todo el mundo, alcanzando el 61% en 2022. La mayoría de las niñas, un 60%, fueron víctimas de la explotación sexual.
Se trata de la principal forma de explotación en Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, donde el 69% y el 62% de víctimas de la trata, respectivamente, fueron víctimas de la explotación sexual.
En Sudamérica, el 40% del total de víctimas sufrieron explotación sexual, solo superado por el trabajo forzoso, cuyo número de víctimas se situó en el 55%.
Por su parte, alrededor del 45% de los niños detectados alrededor del mundo fueron sometidos al trabajo forzoso y otro 47% explotados con fines como la delincuencia forzosa y la mendicidad.
La delincuencia forzada, incluida la estafa en línea, ocupa el tercer lugar en el número de víctimas detectadas, y ha pasado de representar el 1% del total de éstas en 2016 al 8% en 2022.
El informe incluye un capítulo dedicado a África, un continente en el que persisten las dificultades para obtener datos. Se trata de la imagen más detallada hasta la fecha de las pautas, flujos y tendencias de la trata en esa zona del mundo.
En total, personas de al menos 162 nacionalidades diferentes fueron objeto de trata en 2022, y se dirigían hacia 128 países de destino distintos. De los flujos transfronterizos detectados, el 31% afecta a ciudadanos de países africanos.
Según UNODC, la mayoría de las víctimas africanas son objeto de trata dentro del continente y la trata de niños se detecta con más frecuencia que la de adultos en la mayor parte del mismo, sobre todo para trabajos forzados, explotación sexual y mendicidad forzada.