El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas está en huelga de hambre en la prisión de Guayaquil a la que fue trasladado tras ser capturado en un asalto policial a la embajada de México en Quito, informó este miércoles su amigo y exmandatario Rafael Correa.
"No ha comido nada y se encuentra en huelga de hambre", dijo por la red social X el exgobernante socialista (2007-2017), un día después de que Glas fuera regresado desde un hospital a la cárcel de máxima seguridad La Roca de Guayaquil (suroeste).
Correa añadió que "hemos confirmado que la emergencia médica (del lunes) fue un intento de suicidio" de Glas y responsabilizó al presidente Daniel Noboa, quien ordenó la irrupción policial en la embajada, de la "integridad física y emocional de Jorge".
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El exvicepresidente, a quien México concedió asilo, había sido hospitalizado el lunes a causa de una descompensación por negarse a comer en la cárcel, según un reporte oficial.
Correa señaló este miércoles que "por fin", desde que fue detenido, "sus hijos y sus abogados pudieron conectarse con Jorge Glas vía Zoom".
Sonia Vera, parte de su equipo de abogados, confirmó que Glas "está en huelga de hambre", en un mensaje en las redes sociales.
El exvicepresidente (2013-17) está en el centro de una crisis diplomática tras su detención sin autorización el viernes dentro de la embajada de México en Quito, incidente que derivó en la ruptura de relaciones.
Vera divulgó un video en el que el exfuncionario vía telemática manifestó que durante la detención fue "apaleado". "Yo trataba de pararme, pero no podía por la paliza que me habían dado", expresó.
Glas, de 54 años, apuntó que fue "torturado, guindado de los pulgares" como en una "dictadura". "Yo no voy a claudicar", sentenció.
El exvicepresidente se había refugiado en diciembre en la embajada mexicana en medio de una indagación judicial por presunto peculado en el manejo de fondos para la reconstrucción de poblados costeros devastados por un terremoto en 2016, que estuvo a su cargo.
Ecuador considera "ilícito" el asilo que México le otorgó.
Glas debía cumplir ocho años de prisión por condenas en dos casos de corrupción. Sin embargo, salió de la cárcel en 2022 gracias a una medida cautelar, luego de cumplir cinco años de su pena, y debía presentarse periódicamente ante la autoridad.
En uno de los casos fue condenado en 2020 junto a Correa. El exmandatario, exiliado en Bélgica y sobre quien pesa una orden de detención, fue juzgado en ausencia.