Este polémico caso, conocido como "La manada", ha conmocionado a la sociedad española. 

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La Manada”, los cinco jóvenes acusados de agredir a una joven de 18 años el pasado 7 de julio de 2016, fueron acusados del delito de abuso sexual, por lo que tendrán que cumplir nueve años de prisión e indemnizar a la víctima con 50.000 euros.

Dos años después del juicio más mediático que ha vivido el Estado español, los tres magistrados encargados de dirimir la sentencia llegaron a una conclusión: no fue sexo consentido, como aseguraba la defensa de los encausados. Pero tampoco fue agresión sexual (violación), que supone una pena de 22 años de prisión, tal y como pedía la Fiscalía.

El encargado de leer la sentencia fue el magistrado Francisco Cobo, uno de los tres jueces encargados de estudiar la denuncia. La polémica sentencia ya ha tenido su respuesta en las calles. Miles de mujeres gritaron a las puertas de la Audiencia de Navarra: “No es abuso, es violación”. 

La diferencia radica en que, según los magistrados, no hubo “violencia” en los hechos; por lo tanto no se les condena como agresión sexual. La decisión llega tras cinco meses de deliberaciones en los que los tres jueces compartían diferencias a la hora de dictaminar la sentencia.

Los magistrados Francisco Cobo y Raquel Fernandina sí veían indicios de agresión sexual, mientras que el tercer juez, Ricardo González, defendía la absolución total de los acusados y señalaba que se trataba tan solo de un delito de hurto.

La Fiscalía pedía 22 años de prisión; la defensa de la víctima, 24 años, y el propio Gobierno de Navarra, que participa como acusación popular, la máxima pena: 25 años de prisión y una indemnización de 100.000 euros.

La reacción social al escuchar la sentencia fue de indignación. Desde las plataformas feministas denuncian la decisión de los magistrados y aseguran que sí hubo agresión sexual.

Tras la sentencia caben dos recursos más, siendo la última instancia el Tribunal Supremo. La defensa de la víctima ya ha anunciado que recurrirá ante el Supremo y mantiene que se trata, claramente, de una violación.

Los hechos sucedieron hace dos años, cuando, el 7 de julio de 2016, una joven estaba sentada en un banco, a las 3:00 a.m. Fue entonces cuando “La Manada”, cinco jóvenes de entre 22 y 27 años -dos de ellos policías- se acercaron a la joven. Según la víctima, los jóvenes se ofrecieron a acompañarla hasta su coche, ya que la joven no se encontraba con sus amigos.

Luego de hablar con uno de los acusados, la joven accedió. Miguel Ángel Prenda, el mayor de los acusados, se adelantó al grupo y consiguió meterse en un portal donde, según el testimonio de la joven, la obligaron a entrar. Allí estuvieron durante 19 minutos. Los acusados grabaron los hechos con su teléfono móvil. Las imágenes han sido la principal prueba para decidir si se trataba de abuso o de agresión.

Después de los hechos los cinco acusados le robaron el móvil a la víctima y siguieron la fiesta. Ella se sentó en un banco en posición fetal y en estado de shock. Fue una pareja quien llamó al 112 para que la joven pudiera ser atendida médicamente. Esa misma noche la joven denunció los hechos. Los policías que le tomaron declaración aseguran que la joven no podía articular palabra y no paraba de llorar.

La sentencia del caso más mediático no ha dejado indiferente a miles de personas que se encuentra concentradas frente a la Audiencia de Navarra, las cuales han intentado entrar a la institución. La Policía tuvo que reforzar la seguridad para evitar enfrentamientos.