EU, a mostrar compromiso creíble en lucha contra el clima | El Nuevo Siglo
EL PRESIDENTE JOE BIDEN sorprendió en meses pasados al convocar una cumbre sobre el clima que tendrá lugar esta semana y en la que su delegado, John Kerry debe exponer los compromisos de Estados Unidos
Foto archivo AFP
Domingo, 18 de Abril de 2021
Redacción internacional

PASAR del discurso político a acciones concretas en la lucha contra el cambio climático es lo que espera el mundo de Estados Unidos en la cumbre que convocó para este jueves y viernes con ocasión del Día de la Tierra.

Desde campaña, el presidente Joe Biden planteó el regreso de su país al Acuerdo de París lo que hizo efectivo horas después de su posesión, el pasado 20 de enero y para dimensionar su relevancia designó a John Kerry como el ‘zar’ para asuntos climáticos.

No menos de 40 jefes de Estado o de gobierno fueron invitados a estas deliberaciones virtuales para establecer una hoja de ruta puntual, de acción inmediata para reducir las emisiones de CO2, el principal de los Gases de Efecto Invernadero, que son fruto del uso de combustibles fósiles, la generación de energía por vías no renovables y las actividades humanas contaminantes. Son ellos los responsables del calentamiento global.

Como ha reseñado el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, si bien en 2020 se registró un descenso en dichas emisiones del 5.8%, el año inmediatamente anterior tuvieron un crecimiento récord del 2.6%, en línea con lo que ha venido ocurriendo desde 2010. Y, los países más contaminantes continúan siendo China y Estados Unidos, que concentran el 45% de las emisiones de CO2 del mundo.



Es por ello que esta cita de Washington es la oportunidad para que el presidente Biden demuestre el compromiso real de su país en esta lucha global, recupere confianza y se posicione como el líder de la misma.

El Acuerdo de París y el protocolo de Kyoto, los dos mayores pactos internacionales sobre el clima, nacieron de intensos esfuerzos de la diplomacia estadounidense pero acabaron siendo cuestionados con la llegada a  la Casa Blanca de George W. Bush y Donald Trump, que los denunciaron como injustos.

Esta vez, sin embargo, los Estados Unidos de Joe Biden quieren no solo apuntar alto sino acelerar la ofensiva global contra el calentamiento planetario.

El mandatario norteamericano invitó a 40 líderes a participar en esta cumbre que se celebrará virtualmente desde el jueves y en el que la gran incógnita, hasta ahora es si su homólogo chino Xi Jinping se conectará, a pesar de que a través de su delegado para el clima expresó a Kerry la voluntad de cooperación en la reciente visita que éste hizo a Pekín.

"Es un evento que el presidente Biden decidió que quería organizar. No se lo impusieron desde fuera. Podemos por lo tanto esperar que quiera demostrarle al resto del mundo que Estados Unidos puede y va a liderar" la lucha contra el cambio climático, estimó Alice Hill, analista del centro de reflexión Council on Foreign Relations y exconsejera sobre el clima de Barack Obama.

"Claro que planea esa nube sobre toda la cumbre: la cuestión sobre si realmente Estados Unidos está de regreso a largo plazo", añade. "Es sin duda la pregunta que escucho más a menudo: ¿Cómo podemos confiar en Estados Unidos?".

En entrevista concedida por el  el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a la AFP, se también refirió a esas dudas que planean sobre el país vecino. "El compromiso que ha mostrado Estados Unidos después de algunos años lejos del asunto climático es algo que la gente mirará para asegurarse de que sea serio, de que está comprometido", aseguró.

"Necesitamos un país de la escala de Estados Unidos para ser parte de la solución, no parte del problema, si vamos a hacerlo como planeta", agregó el gobernante canadiense.

Para Trudeau, China ha demostrado que se está "tomando en serio la necesidad de reducir su contaminación", con enormes inversiones, por ejemplo, en energía solar, vehículos eléctricos y tecnologías de baterías, al tiempo que aseguró que Occidente debe dar un paso al frente, de lo contrario, corre el riesgo de quedarse atrás. 

"Sé que Canadá y países desarrollados como nosotros alrededor del mundo están muy interesados en asegurar que estemos compitiendo exitosamente con China en nuevas tecnologías…No voy a permitir que China se lleve todas las innovaciones y todo el crecimiento económico que se obtendrá al volverse más ecológico", puntualizó.

Finalmente indicó que "hay muchas áreas en las que no estamos de acuerdo con China, pero si todos podemos crear un impulso similar en un tema que afecta a todos los rincones de este planeta, entonces creo que eso es algo bueno”.



Mano tendida

El impulso político sobre la cuestión climática se ha fortalecido en los últimos tiempos a medida que se han ido haciendo más evidentes las huellas del calentamiento global. 

"El mundo está convencido de que Estados Unidos está de regreso y que va a hacer todo lo posible para recuperar el tiempo perdido en años anteriores”, manifestó  Alden Meyer, responsable del think tank E3G y observador de las negociaciones sobre el clima.

"¿Podría Trump o alguien como Trump volver en 2024? Es efectivamente una posibilidad y está en la mente de todos", continúa. Pero, según él, la administración Biden parece determinada a "asegurar" la reducción de emisiones, y a liderar al mundo con ello. 

Durante su visita a la Casa Blanca el viernes, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, prometió que su país, el quinto mayor contaminante mundial, fijará nuevos objetivos más ambiciosos para reducir las emisiones de gas con efecto invernadero antes de 2030.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aliado de Donald Trump, también le prometió a Biden antes de la cumbre que respetará el compromiso previo de su país de acabar con la deforestación ilegal de aquí a 2030, pese a que los defensores del medio ambiente siguen escépticos.

Por su parte Kerry -quien ya negoció el acuerdo de París de 2015 como secretario de Estado de Obama- mostró también su voluntad de cooperar con los adversarios de Washington sobre los desafíos planetarios, argumentando que lo contrario significaría "matarse".

Por ello, y a pesar de las tensiones entre Washington y Pekín sobre otros muchos temas como la política china en Hong Kong y el trato a los uigures, la cuestión de Taiwán y la guerra comercial, entre otros,  Kerry estuvo la semana pasada en China. Al final de su visita emitió un comunicado común junto a su homólogo chino, Xie Zhenhua, en el que ambas potencias dijeron estar "comprometidas a cooperar" sobre el apremiante problema del cambio climático. 

Con la cumbre internacional de esta semana la administración Biden busca, también, preparar el  terreno para la gran conferencia del clima COP26 que se celebrará en noviembre en Glasgow, en Escocia, donde pretenden llegar a acuerdos para establecer planes de acción firmes para 2030, y no solo aspiraciones. 

Hay un consenso político en torno que la recuperación económica tras la pandemia del covid-19 es una oportunidad de oro para cambiar el rumbo mundial hacia un futuro más verde. Y eso es, precisamente, lo que deberá a comenzar a aterrizarse esta semana en la cumbre virtual convocada por el mandatario norteamericano.