Guaidó pegó a nivel local | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 5 de Mayo de 2019
Redacción internacional
Criticado por los pocos resultados en Venezuela, el líder opositor logró la liberación de Leopoldo López y un alzamiento militar más. El chavismo, atrincherado

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EN Venezuela suele haber semanas de mucha tensión. Esta, que culmina hoy, ha sido una de ellas. En la madrugada del martes, en la tarde del jueves y en la mañana del sábado se presentaron hechos políticos vistos por unos como parte de una aceleración del proceso transicional y por otros como un “golpe de Estado”, fallido en su ejecución.

El martes, en la madrugada caraqueña, Leopoldo López fue liberado en su casa del barrio los Palos Grandes. Difícil de imaginar hasta para un sector de la oposición, el fin del arresto domiciliario del líder de Voluntad Popular se convierte en el principal hecho de la semana, y quizá del mes.

Libre, aunque limitado al estar en calidad de huésped, López ahora entra a ser una pieza fundamental en el proceso que está llevando a cabo el presidente interino, Juan Guaidó. Algunos sectores dicen que en realidad es el que ha manejado cada etapa del “cese de usurpación”, como fundador del partido de gobierno.

Indeterminado su rol, por ahora, López se ha convertido en el golpe más importante a nivel doméstico de Guaidó, en medio de algunas críticas que decían que su mandato había tenido importantes avances a nivel internacional pero muy pocos en Venezuela. Lo que, en estricto sentido, no es cierto.

Antes que fuera liberado el líder opositor, ya el Presidente había logrado dos avances importantes en el plano local. El primero, de lejos, fue haber podido entrar a Venezuela a comienzos de marzo, con la autorización de las Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), encargada de los trámites migratorios y no haber sido arrestado hasta hoy.

Pero no solo ha sido este. En al menos tres ocasiones, grupos de militares se han alzado contra las fuerzas leales a Nicolás Maduro. Episodios como los de Cotiza (22 de enero), Cúcuta (23 de febrero) y el del pasado martes, en Caracas, muestran que poco a poco grupos de comandantes y algunos generales han empezado a reconocer la autoridad de Guaidó como máximo jefe de las fuerzas militares.

Aunque no han sido muchos -aproximadamente unas 2.500 efectivos-, dentro de ellos hay nombres tan importantes como Hugo “el Pollo” Carvajal y Manuel Ricardo Cristopher Figuera, director del temible Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Especialmente, el primero ha sido un hombre muy cercano al chavismo, a tal punto que fue calificado por Diosdado Cabello, en 2013, como “un gran hombre de la Revolución”.

Se desconoce hasta qué punto López ha tenido que ver con el cambio de bando de estos dos hombres clave del oficialismo. El jueves, desde la entrada de la Embajada de España en Caracas, dijo que había “hablado con varios generales” sobre la situación del país, por lo que se podría asumir que en efecto sí ha sido participe.

También es importante preguntarse cuál ha sido la influencia de la Ley de Amnistía en todo esto. Aunque parece que ha sido determinante, para Miguel Mónaco, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), “no está generando ningún efecto”.

“Primero no hay una Ley de Amnistía aprobada y Venezuela está en un estado de excepción en el cual cada una de las partes está actuando en lo que considera es un poder legítimo”, dijo Mónaco a EL NUEVO SIGLO.

Evitando más confrontaciones con Miraflores (casa de gobierno), España, a través de su canciller, Joseph Borrell, ha dicho que “no va permitir que su Embajada se convierta en un centro de activismo político”, abriendo varios interrogantes sobre cómo será la actividad del líder opositor en su calidad de huésped.

Negociaciones

Tras los hechos del martes, Estados Unidos anunció que Nicolás Maduro estuvo a “punto de subirse a un avión, pero Rusia lo frenó”. También, generando confusión en las filas chavistas, dijo que se han adelantado negociaciones con hombres de la cúpula como Maikel Moreno (Presidente del Tribunal Supremo de Justicia), Vladimir Padrino López (Ministro de Defensa) e Iván Rafael Hernández Dala (Director de la Dirección General de Contrainteligencia Militar -Dgcim-). Todos negaron dichas declaraciones.

El interrogante de las negociaciones llega en un momento clave para la oposición. Ante la liberación de López el chavismo está confundido al ver que el líder del Sebin, policía política, se pasó al lado opositor y, ciertos o no, los rumores de conversaciones con altos mandos del chavismo también han empezado a generar dudas en el régimen.

Esta estrategia, vista por el oficialismo como “una conspiración imperialista”, comienza a demostrar a qué le apuesta Estados Unidos en Venezuela. Se trata de un enfoque diplomático cargado de numerosos mensajes y acompañado de sanciones económicas, que, progresivamente, han ido mermando la solidez del régimen. Eso sí, ha reiterado que “todas las opciones están sobre la mesa”, pero una posibilidad militar por ahora parece muy lejana, como lo han dicho varios funcionarios norteamericanos.

La semana que comienza es una bisagra para saber cómo actuará Maduro a partir de ahora. La iniciativa política, que estuvo de su lado hasta enero de este año, ha pasado al bando de la oposición, quien es la que ahora impone la agenda en el país.

Es posible que, acorralado, aunque aún con el apoyo de Rusia, Irán y Cuba, el líder chavista empiece a hablar de un eventual diálogo con la oposición. Un escenario que está servido luego del ofrecimiento que el Grupo de Lima le hizo a La Habana de sumarse al Grupo de Contacto (Uruguay, México y Unión Europea), para entre todos impulsar que las partes vuelvan a la mesa.

Para ello, la negociación “debe partir sobre algunos acuerdos básicos, eso creo que no se ha tratado, y es fundamental para que las partes puedan sentarse a negociar”, enfatizó Mónaco.