Las consecuencias del ataque sin precedentes de Hamás a Israel añaden "un nuevo nubarrón a un horizonte poco soleado para la economía mundial", consideró la directora general del FMI, Kristalina Georgieva, durante una rueda de prensa en Marrakech.
Georgieva sostuvo que "ante todo, son los inocentes" quienes pagan el precio del asalto de Hamás y de los bombardeos efectuados por Israel en represalia.
Desde un punto de vista económico, resulta difícil calibrar el impacto, recordó la directora general, pero afirmó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) "sigue muy de cerca la situación" y sus eventuales consecuencias.
"Hemos visto algunas reacciones en el mercado petrolero pero es demasiado pronto para decir más, vemos sucederse alzas y bajas", precisó.
El FMI mantuvo su previsión de crecimiento en 3,0% para este año, pero la rebajó para el 2024, a 2,9%, advirtiendo que la economía está "cojeando, no corriendo".
Aún así, la intensificación de tensiones en Oriente Medio se suman a las "graves perturbaciones" que ya enfrenta la economía mundial y que se están convirtiendo en "la nueva norma, que fragiliza aún más un mundo ya debilitado por un crecimiento flojo y la fragmentación de su economía", insistió Georgieva.
La jefa del FMI llamó a los países a "reinstaurar las reglas presupuestarias para ser capaces de responder a los impactos futuros y hacer las inversiones necesarias" tras una época de reiteradas perturbaciones, desde la pandemia de covid-19 hasta la subida de la inflación y la guerra en Ucrania, que comportaron "un periodo de aumento del gasto público".
Según Georgieva, hay que retomar la disciplina presupuestaria pues "no tenemos el crecimiento que necesitamos para recuperarnos del impacto de esas perturbaciones y ofrecer las oportunidades que permitan que mejore la vida de la gente".
Además, frente a una situación geopolítica y económica tensa, el Fondo necesita "más flexibilidad para anticipar mejor las perturbaciones y aportar una respuesta rápida", dijo la responsable.