Yulia Skripal dijo que se siente "con más fuerza cada día" y se recupera del envenenamiento que sufrió en Inglaterra junto a su padre, el exespía ruso Serguéi Skripal, a unas horas de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre este caso.
Rusia, a la que Londres acusa de ser responsable de este envenenamiento en el origen de una de las mayores crisis diplomáticas entre Moscú y Occidente desde la Guerra Fría, advirtió a Reino Unido que no podrá ignorar las "preguntas legítimas".
"Me desperté hace más de una semana y estoy feliz de decir que me siento con más fuerza cada día", declaró Yulia Skripal, de 33 años, en su primer mensaje público desde su envenenamiento, según un comunicado de la policía.
Poco antes, la televisión pública rusa había difundido una grabación de audio presentada como una conversación telefónica entre Yulia Skripal y su prima Viktoria, quien reside en Rusia.
En la grabación, cuya autenticidad no pudo demostrarse, quien es presentada como Yulia afirma que ella y su padre, se están recuperando y que pronto podrá salir del hospital.
En una reunión a puerta cerrada celebrada el miércoles en La Haya, el consejo ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), integrado por 41 países, rechazó la propuesta rusa de una investigación conjunta ruso-británica del caso Skripal.
El próximo cara a cara diplomático será este jueves, cuando Rusia planteará el tema en una reunión pública del Consejo de Seguridad de la ONU, programada a partir de las 15H00 locales (19H00 GMT).
El envenenamiento de Skripal, de 66 años, y de su hija Yulia, el pasado 4 de marzo en territorio británico, desencadenó una crisis entre Rusia y varios países occidentales que desde el 14 de marzo dio lugar a la expulsión cruzada de unos 300 diplomáticos.
Los 60 diplomáticos estadounidenses expulsados de Rusia partieron este jueves rumbo a Estados Unidos.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que la situación actual en torno al caso Skripal "crea una amenaza para la paz y la seguridad en el mundo". "El Consejo de Seguridad debe examinar esta cuestión bajo todas las perspectivas y de manera objetiva".
El Consejo de Seguridad ya celebró una reunión de emergencia sobre este caso el 14 de marzo, en esa ocasión por iniciativa de Reino Unido.
"Insistimos en que haya una investigación sustancial y responsable, en conformidad con las disposiciones de la OPAQ", dijo Lavrov. "No será posible ignorar las preguntas legítimas que planteamos", insistió.
"Investigación transparente"
Ante la OPAQ, Moscú propuso en vano que Rusia investigara conjuntamente con Reino Unido bajo la mediación del organismo internacional.
La propuesta rusa, presentada con Irán y China, fue calificada de "perversa" por Reino Unido que denunció una "táctica de distracción y desinformación".
Reino Unido mantuvo sus acusaciones contra Rusia, a la que considera responsable del ataque cometido con ayuda de un agente neurotóxico en Salisbury, en el sudoeste de Inglaterra.
Rusia, que clama su inocencia desde el comienzo del caso, considera que las declaraciones del laboratorio militar británico que analizó la sustancia utilizada contra el exespía le dan la razón.
El director del laboratorio de Porton Down (cerca de Salisbury), Gary Aitkenhead, afirmó que se trataba de Novichok, un agente neurotóxico de concepción soviética.
Pero "no hemos identificado su origen exacto", agregó en la televisión, contradiciendo al ministro británico de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, que afirmó lo contrario.
Según los medios británicos, los servicios de Londres lograron determinar la localización del laboratorio ruso donde se fabricó el agente nervioso, que estaría bajo supervisión de los servicios de inteligencia exteriores de Moscú.
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que una sustancia como la empleada en Salisbury podría fabricarse "en una veintena de países del mundo".