Después de meses de diatribas, el presidente estadounidense Donald Trump y su rival demócrata en la carrera por la Casa Blanca, Joe Biden, se enfrentaron la noche del martes en el primer debate de una atípica y apretada campaña electoral.
Cuando faltan 34 días para las elecciones en Estados Unidos, decenas de millones de personas siguieron atentos el duelo verbal entre el presidente, de 74 años y el ex vicepresidente, de 77.
El debate se desarrolló en Cleveland, Ohio, uno de los estados pendulares que cambian su preferencia de una elección a otra y que Trump logró ganar en 2016.
El duelo, que empezó a las 8 de la noche y tuvo una duración de hora y media, fue moderado, con mucha dificultad, por el periodista de la cadena Fox, Chris Wallace, quien en repetidas ocasiones tuvo que reprimir a los aspirantes y a pesar de que llevaba seis temas claramente delimitados no logró conducir el debate de manera ordenada.
Sin embargo, más allá de esas situaciones anecdóticas, el debate sirvió para dejar algunos puntos claros y evidenciar el talante político de cada uno de los candidatos.
Obamacare
El primer punto abordado por Wallace fue la postulación de la jueza Amy Coney Barrett a la Corte Suprema de Justicia. A este respecto el presidente reiteró que como jefe de gobierno tenía el derecho y la obligación de realizar la nominación, defendiendo de paso la experticia de la jurista conservadora.
Biden, por su parte, aseguró que con esa postulación Trump buscaba eliminar el Obamacare y dejar sin salud a millones de estadounidenses que tienen preexistencias médicas y no podrían acceder al servicio de salud de no ser por el programa.
Trump mencionó que dicho plan de salud es excesivamente costoso para los beneficios que reporta y mencionó que su Administración ha logrado sustanciales rebajas en precios de medicamentos, medida que efectivamente beneficia a toda la población de una manera mucho más efectiva.
Sobre el manejo de la pandemia el mandatario afirmó que pese a las penosas cifras de contagios y muertes su gestión logró que el impacto fuera menor al esperado
Sobre el manejo de la pandemia el mandatario afirmó que pese a las penosas cifras de contagios y muertes su gestión logró que el impacto fuera menor al esperado, al tiempo que reiteró que su gobierno avanza de manera decidida en la consecución de una vacuna que ponga fin a la pandemia.
Recuperación económica
Otro de los temas clave fue el mayor o menor grado de apertura económica ante el impacto de la crisis del covid-19. Biden culpó al mandatario de haber impulsado un “apresurado” desconfinamiento que ha agravado los índices de contagio, a lo que el presidente respondió que de haber sido de otra manera el desastre económico superaría con creces la calamidad sanitaria.
Biden dijo que para la reapertura tendría que tenerse completamente controlada la pandemia, a lo que Trump respondió que de esa manera acabaría con la economía y el país, así como lo están haciendo los gobernadores demócratas en sus estados en los que la gente quiere salir y no se los permiten como una estrategia política para estropear la gestión del mandatario.
Trump dejó claro que durante su gobierno, y antes de la pandemia, las tasas de desempleo y las cifras de desarrollo económico lograron los mejores índices, con lo que logró un aumento en la productividad y el consumo sin precedentes. A este respecto el mandatario dejó en claro que en la actualidad se conoce más del virus y cómo combatirlo, razón por la cual se opone firmemente a un confinamiento drástico, como el que decretaría Biden.
Impuestos
Sin duda un as bajo la manga del candidato demócrata eran las recientes acusaciones contra Trump en el sentido de que el mandatario pagó solo 750 dólares de impuestos en 2016 y el 2017.
Este punto, sin embargo, no fue aprovechado por Biden quien apenas hizo referencia al tema, recibió la inmediata réplica de Trump, para quien se trata de una acusación completamente falsa.
Afirmó que él había pagado millones de dólares de impuestos de acuerdo a las regulaciones tributarias y reiteró que mostrará sus declaraciones de renta una vez finalice el proceso de auditoría de la que están siento objeto.
Ley y orden
El tema de los disturbios y protestas ocasionados por temas raciales, fue uno de los puntos más animados del debate. El presidente lo aprovecho para dejar muy clara su postura: la población afroamericana se ha beneficiado de innumerables programas de su Administración pero no tolerará la violencia y el vandalismo vengan de donde vengan.
Trump aseguró que los Estados en los que se presentaron mayores desmanes son aquellos en los que están en el poder los demócratas y afirmó que tanto ellos como Biden evitan aplicar medidas que busquen reestablecer la ley el orden, todo para congraciarse con la izquierda radical de su partido. Dicho ello, se reiteró como el mandatario defensor de imponer el orden y la autoridad.
Mientras que Biden evitó condenar expresamente los actos vandálicos y de violencia producidos tras los hechos de posible brutalidad policial, el mandatario fue enfático en afirmar que apoya irrestrictamente a las fuerzas del orden y respaldará siempre su labor en el mantenimiento de la seguridad de los ciudadanos.
Biden evitó condenar expresamente los actos vandálicos y de violencia producidos tras los hechos de posible brutalidad policial
Trump también mencionó en este punto que es el mandatario que más jueces ha nominado durante una administración y agregó que esto se debe a la ausencia de autoridad de su antecesor y su vicepresidente (Biden), quienes no asumieron su responsabilidad cabalmente.
Cambio Climático
Uno de los puntos fuertes del ex vicepresidente en el debate era el del cambio climático. A este respecto Biden aseguró que de llegar a la Casa Blanca volverá al Acuerdo de París y fomentará proyectos productivos y de infraestructura que garanticen la protección del medio ambiente y el desarrollo económico.
Sin embargo cuando fue interpelado por el moderador, quien le pidió que explicara cómo conciliaría, en la práctica, el crecimiento económico y la protección medioambiental, no supo cómo responder e intentó evadir la pregunta.
Por su parte, Trump aseguró que permanecer en el Acuerdo de París no tenía sentido si los mayores contaminadores del mundo como, China, Rusia y la India, no hacen parte de él.
Indicó que su administración le apunta a la reducción de las emisiones de CO2 con automóviles eléctricos y de última tecnología que no contaminan. Aseguró que se requería una mejor gestión de bosques en los estados demócratas para evitar incendios como los ocurridos en California.
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Conclusión
Al final de cuentas, es claro que Trump se mostró como un candidato a la ofensiva, que está buscando su reelección activamente y no, como han hecho muchos presidentes candidatos, limitándose solo a defender su gestión.
Por otra parte, el candidato demócrata, aunque calmado, se mostró, por momentos, dubitativo y a la defensiva, intentando hacer alusión, en repetidas ocasiones, a su gestión como vicepresidente, mientras Trump la descalificaba también reiteradamente.
Más allá de las propuestas de uno y otro candidato el debate dejó la clara imagen de un presidente impetuoso, frentero y que no teme hablar claro, frente a un rival excesivamente pausado y que perdía el hilo argumental y hasta la paciencia por las constantes interrupciones del mandatario.
A pesar de que se cruzaron duros epítetos, desde “payazo” a “mentiroso”, a la hora de escoger un presidente es posible que el electorado prefiera a alguien que, como Trump, puede enfrentar duras confrontaciones con naciones rivales y plantar cara a líderes de gran fortaleza, por encima de una postura sumamente medida y calmada como la que mostró Biden.
Ambos candidatos estuvieron de acuerdo en que la modalidad del voto por correo hará que el escrutinio pueda tardar semanas o incluso meses
Finalmente un punto de especial interés fue el del reconocimiento de las elecciones. Ambos candidatos estuvieron de acuerdo en que la modalidad del voto por correo hará que el escrutinio pueda tardar semanas o incluso meses. Ante el riesgo de fraudes, el Presidente dijo que no permitirá una elección que no fuera libre y justa.
Los dos debates presidenciales que restan se desarrollarán el 15 y el 22 de octubre en Miami y en Nashville, Tennessee, respectivamente.
Por su parte el vicepresidente Mike Pence se medirá con la compañera de fórmula de Biden, la senadora Kamala Harris, el 7 de octubre en Salt Lake City, en el estado de Utah.