UNA ley que prohíbe a la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (Unrwa) trabajar en su territorio y los territorios ocupados fue aprobada por el Parlamento de Israel, a pesar de las objeciones de Estados Unidos.
Los legisladores aprobaron el proyecto con 92 votos a favor y 10 en contra, en el marco de años de críticas israelíes a la Unrwa, que aumentaron desde el inicio de la guerra en Gaza.
La mencionada agencia reaccionó de inmediato calificando de “escandalosa” la decisión de los legisladores israelíes.
"Es escandaloso que un Estado miembro de las Naciones Unidas esté trabajando para desmantelar una agencia de la ONU que además es el mayor interviniente en la operación humanitaria en Gaza", dijo a la AFP Juliette Touma, portavoz de la Unrwa.
La votación estuvo precedida de un tenso debate en el que una de las diputadas del gobernante partido Likud, Tally Gotliv, intentó agredir al diputado árabe-israelí Ahmed Tibi cuando estaba en el estrado donde criticó el proyecto de ley "fascista" contra la Unrwa. "El pueblo palestino será libre de la ocupación", dijo Tibi entre los gritos de diputados derechistas que le instaron a abandonar la Knesset.
El proyecto de ley, impulsado por los diputados Yulia Malinovsky, Dan Illouz y Boaz Bismuth -la primera de Yisrael Beytenu y los otros dos del principal partido de la coalición ultraderechista de Gobierno en Israel, el Likud- impediría efectivamente que la organización opere en territorio israelí y los territorios palestinos al revocar un texto de 1967 que sirvió de base para sus actividades.
Hace unas semanas, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, también solicitó al Parlamento israelí que anulara el procedimiento y recordó a Israel el fenómeno sin precedentes que supondría la prohibición de las actividades locales de una agencia de la ONU por parte de un estado miembro.
Israel, por contra, aduce desde hace años que la Unrwa es una agencia inoperante y, desde el estallido de la guerra de Gaza, cómplice de las milicias palestinas de Hamás en sus ataques al país. La propia Malinovsky denunció, durante la presentación del proyecto de ley, que la agencia "no debería ni existir" e incluso acompañó su propuesta de una solicitud para declararla como una organización terrorista, finalmente desestimada.
Israel acusó el pasado marzo a "un número significativo" de trabajadores de la Unrwa de "ser miembros de organizaciones terroristas", lo que llevó a 16 países a suspender o congelar los fondos, privando de golpe a este organismo de 450 millones de dólares y poniendo en duda la continuidad de sus operaciones.
Sin embargo, a mediados de abril, la investigación externa encabezada por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna descartó que las autoridades israelíes proporcionaran pruebas que acreditasen los presuntos vínculos terroristas atribuidos a varios de los empleados de la agencia.
Entre tanto, las fuerzas de defensa de Israel mantuvieron ayer sus bombardeos contra Líbano y la Franja de Gaza, donde combate a los movimientos islamistas Hamás y Hezbolá, después de que el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, propusiera una tregua de dos días en el territorio palestino.
Ni Israel, ni el movimiento islamista palestino Hamás comentaron la propuesta del presidente egipcio, pero según un comunicado de la oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Israel está debatiendo sobre un nuevo "plan de acuerdo" para la liberación de los rehenes cautivos en la Franja de Gaza.