Las elecciones regionales que se desarrollan en Italia entre el domingo y el lunes, en las que hay 13 millones de electores llamados a votar, son la primera prueba para el gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, en el poder desde hace más de tres meses.
Las elecciones están convocadas en las dos regiones más pobladas de la península. Una es Lombardía, que incluye a Milán y que es un motor económico para el país, y la otra es Lacio, donde está Roma.
Los electores están llamados a las urnas para elegir al nuevo presidente y renovar el consejo regional.
Los recintos de votación estarán abiertos hasta las 23H00 hora local del domingo y volverá a acoger a los votantes el lunes de 07H00 a 15H00. Los resultados se conocerán el lunes.
Una de las cuestiones que está en juego son las consecuencias de las votaciones individuales de los partidos de la coalición gobernante en el equilibrio de poder dentro del ejecutivo.
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El resultado medirá las fuerzas entre el partido ultraderechista Hermanos de Italia de Meloni, la formación contraria a la inmigración Liga de Matteo Salvini y Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi.
Según una encuesta realizada por el instituto Youtrend el 2 de febrero, en caso de nuevas elecciones a nivel nacional, el partido de Meloni ascendería a nada menos que el 29,4%, un tercio del electorado.
La Liga obtendría 8,7% de los votos y FI 7%, según la misma encuesta, en evidente segundo plano.
Meloni se beneficia de la incapacidad de los partidos de oposición a gestar una alianza.
El mayor partido de la izquierda, el Partido Democrático (PD) está fuertemente dividido y busca un nuevo líder. En este contexto pierde terreno frente a un avance del Movimiento 5 Estrellas, en tanto que el centro permanece estable.
El presidente saliente de Lombardía, Attilio Fontana, miembro de la Liga, es el favorito frente a la división de la oposición.
La situación es similar en Lacio, ya que el candidato de la derecha, Francesco Rocca, cuenta con el apoyo de toda la coalición oficialista, sin una alternativa que aglutine a la oposición.