MILENARIO y único en su especie es el Sa Tanca Manna (El Patriarca), uno de los símbolos de la isla de Cerdeña que las autoridades italianas intentan salvar tras ser devorado por los incendios de esta semana.
Raro ejemplo de antigüedad botánica, con un tronco de 10 metros de circunferencia y una altura de 16 metros y medio fue consumido por las llamas, pero varios expertos movilizados a la zona guardan la esperanza de que se pueda salvar.
Los incendios devoraron miles de hectáreas de bosque en Cerdeña y las llamas llegaron hasta la localidad de Cuglieri, en el norte-centro de la zona, donde se encuentra el árbol, de los más antiguos y emblemáticos de la isla.
Sa Tanca Manna, como se llama en realidad el Patriarca, está inscrito con ese nombre en la Lista de Árboles Monumentales de Italia del ministerio de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales.
Guanluigi Bachetta, uno de los expertos que acudieron de inmediato al lugar dijo que, aunque será difícil, hay posibilidades de ‘revivirlo’.
"El Patriarca podrá sobrevivir, quedará mutilado y reducido al mínimo, pero el lado izquierdo parece aún vital y la intervención providencial de los bomberos ha surtido efecto", explicó Bachetta quien resaltó que ya se le aplicó un primer tratamiento: mantener mojada la rizofera para bajar la temperatura del suelo.
"Se trata de una especie de oleaster que ya no existe", explicó por su parte Ignazio Camarda, catedrático de botánica del Departamento de Agricultura de la Universidad de Sassari.
"Su poderoso tronco está oculto por el enorme follaje arruinado en el suelo con sus mil tramas, sus troncos siguen ardiendo, está cubierto por una capa de ceniza muy caliente, el muñón aún arde con una llama viva. Es imposible hacer algo", contó en facebook tras visitar esta hace dos días la zona.
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Sin embargo, también sostuvo que “una parte basal del tronco parece menos comprometida, sigue vital", subrayó, al tiempo que explicó que si ello es así “un nuevo lechón permitiría conservar el recuerdo de uno de los árboles más bellos y antiguos de Cerdeña.
El incendio del Patriarca está considerado una tragedia ambiental, por lo que se han movilizado los bomberos, los cuales están intentado bajar la temperatura del suelo para poder determinar las condiciones en las que quedó el olivo.
Un grupo de expertos han sido invitados a la isla para que establezca si es posible y cómo salvar al Patriarca.
Mientras tanto habitantes de la zona hacen turnos para vigilar el árbol y evitar que curiosos se acerquen, ya que pisar y caminar sobre el terreno que lo rodea puede arruinar las raíces y los troncos.
Las llamas comenzaron el sábado pasado cerca de un bosque en la localidad de Bonacardo, por causas aún desconocidas, y en pocas horas tomaron fuerza consumiendo, hasta el martes en la noche hasta 20 mil hectáreas de tierra. Ello llevó a que cuatro aviones de extinción de incendios de Francia y Grecia se unieran a la flota de bomberos italianos para intentar controlar las llamas que consumieron centenares de bosques de alcornoques y encinas autóctonas de la región.
Fue así como alcanzó a la cima de la colina en Cuglieri y dio su ‘abrazo destructor’ al Patriarca, que pese a que como lo muestran las imágenes publicadas en redes, tiene el tronco carbonizado y las ramas colgando, se intenta rescatar.
Es por ello que hoy, una semana después, los bomberos no solo continúan con su labor para extinguir principios de incendios y despejar áreas, pese a que la temperatura es de más de 40 grados centígrados y a las ráfagas de viento que alimentan las llamas, sino que buscar mantener húmedo el lugar donde con orgullo se levantó el Patriarca.
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Y aunque los incendios forestales son habituales en el seco entorno mediterráneo, como en Cerdeña en verano, especialmente cuando soplan vientos cálidos del suroeste en días en los que las temperaturas alcanzan sus máximos, lugareños y expertos han coincidido en señalar que esta tragedia ambiental se debió al descuido que se tuvo porque para prevenir conflagraciones es necesario mantener limpios bosques y pastos, así como crear zonas de amortiguación.
Existen olivos milenarios en todo el Mediterráneo, tanto en Italia, como Grecia y España. Precisamente en este último país, en la Mancomunidad del Territorio del Sénia, unos 2 mil kilómetros que abarcan los municipios de Tarragona, Castellón y Teruel se encuentra la mayor concentración de estos antiquísimos, monumentales y bellos árboles, de los cuales se calcula hay unos 5 mil en el mundo.
Entre los más famosos de Cerdeña es el acebuche de Luras, posiblemente el "Matusalem" de los olivos europeos, ya que la estimación realizada sobre su antigüedad arroja 4.000 años de edad. Gran parte de colosos en España tienen entre mil y 1.490 años, como el que aparece en la película “El olivo” que data del año 527, cuando Justiniano el Grande accedió al trono del imperio bizantino.
El Patriarca da su lucha por sobrevivir con ayuda de los expertos. Y aunque no volverá a ser el de antes, si vuelve a levantarse contará una nueva historia: la del guerrero que le ganó la batalla al fuego, aunque con heridas imborrables. /