NOMBRES intimidantes que refuerzan a diario con su crueldad, armados hasta los dientes, el control de lucrativos negocios ilegales, la imposición de una gobernanza criminal que parece ‘intocable’ y hasta connivencia con el Estado ‘dispararon’ el crecimiento de las organizaciones criminales en Venezuela.
Dos ‘trenes’, igual número de ‘sindicatos’, ‘bandas’ y personalizados (Yeico Masacre, ‘Carlos Capa) están el top ten de los grupos criminales más poderosos que operan en el vecino país, donde sigue inamovible el colombiano Eln, según una investigación revelada este jueves por InSight Crime, en la que destaca que gracias a la corrupción de ese régimen estas organizaciones operan a lo largo y ancho del país.
Así, luego de tres años de investigaciones centradas en entrevistas y trabajo de campo en esta fundación dedicada al estudio de las amenazas para la seguridad ciudadana en América Latina y el Caribe, hizo esta clasificación de las más poderosas estructuras criminales de Venezuela, su vasto y lucrativo portafolio (narcotráfico, minería ilegal, secuestro, extorsión, control carcelario, ciberdelincuencia, entre otros), dónde operan sus ‘’leyes’ y cómo su crecimiento se ha acelerado en la última década.
1. ELN. Desde años atrás, esa guerrilla traspasó la frontera colombiana y aprovechando la afinidad ideológica con la revolución bolivariana implantada por el desaparecido Hugo Chávez y mantenida por Nicolás Maduro, encontró en ese país inicialmente refugio y luego, un extenso campo para su accionar político y criminal. Señala este informe que ese grupo que “ha actuado como ejército paramilitar en respaldo del gobierno chavista” es el más grande de Venezuela con más de mil combatientes que hacen presencia en 40 municipios de ocho estados. También que no menos de dos de los cinco integrantes del comando central, Coce, “están radicados en Venezuela, junto con tres de los ocho Frentes de Guerra semiautónomos que conforman su ejército insurgente”. Agrega que “controla economías criminales extendidas y muy lucrativas” y que el narcotráfico, la minería ilegal y el trasiego del contrabando “son los más rentables”. En otro acápite indica que “la principal ventaja del Eln radica en sus nexos con el Estado venezolano”, llegando “hasta lo más alto”, que han cooptado gobiernos locales y ha entablado nexos económicos y militares cercanos con las fuerzas de seguridad.
2. El Tren de Aragua. Su nombre, al igual que “Los Maracuchos” comenzó a sonar con fuerza hace más de un año en Colombia al ser sindicados de crímenes atroces en varias ciudades del país, entre ellos el desmembramiento de varias personas que embolsadas fueron abandonadas en diversas partes. Nacida décadas atrás en una cárcel de Tocorón –cuyo control mantiene- creció, consolidó y expandió rápidamente convirtiéndose en un imperio criminal que, gracias al éxodo de venezolanos, opera actualmente en Colombia, Bolivia, Perú y Chile. Según la investigación “es una sofisticada estructura conformada por numerosas células y redes coordinadas por un grupo central que dirige Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias "Niño Guerrero". Tras las rejas de Tocorón, en el barrio vecino San Vicente y en general en todo Aragua “coordinan redes de extorsión, secuestro, robo, microtráfico e incluso ciberdelincuencia”, reseña el informe. Sostiene, así mismo, que si bien posee armamento de grueso calibre y no tiene límites en su violento accionar “le falta adiestramiento militar y experiencia” de otros grupos como ‘el Eln o las exFarc Mafia”.
3. Frente Acacio Medina. Integrando por desertores de las Farc, desde 2016 centró sus operaciones ilegales en el sureste de Venezuela. El informe subraya que ese grupo “ha usado el control de los corredores transfronterizos o trochas y de territorios aislados en la región amazónica para construir un lucrativo emporio criminal basado en la minería ilegal de oro y el control de los corredores de narcotráfico…En las regiones que controla, ha establecido sofisticadas formas de gobernanza criminal, imponiéndose como autoridad de facto y forjado relaciones estrechas con fuerzas de seguridad locales y, según se dice, con actores políticos estatales”. Destaca que si “puede seguir manejando relaciones con el Estado venezolano y evitando roces con el Eln, entonces tiene el camino despejado para afianzar su dominio sobre uno de los feudos criminales más rentables de Venezuela”.
4. El Sindicato de Las Claritas. Una de las mafias mineras más antiguas que estableció su feudo en el corazón de la región minera de Bolívar, específicamente en el sector de las Claritas y el Kilómetro 88 donde regula la vida social y económica. “También se lo conoce con los alias de sus líderes, Juan Gabriel Rivas Núñez, alias “Juancho”, y Yohan José Romero, alias “Johan Petrica” …sus enormes ganancias se derivan del control y de impuestos sobre cada eslabón de la cadena de suministro de oro, desde la extracción hasta la venta”, señala Insight Crime, al tiempo que dice que ese grupo criminal ha entablado con otros que operan en la zona “pactos de no agresión”.
5. Fuerzas Bolivarianas de Liberación o “Boliches”. Guerrilla venezolana nacida en los años 80’s ha centrado su accionar en defender la revolución bolivariana. “Su fortaleza radica en su unión de las armas y la política. Por medio de su brazo político, la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora (CRBZ), el grupo se ha asegurado importantes posiciones en el gobierno, desde alcaldías municipales hasta diputados de la Asamblea Nacional. El trabajo político del grupo ha ayudado a su brazo armado a combinar la gobernanza política y criminal y a asegurarse el control de las actividades criminales a nivel local, a la par que establece alianzas políticas poderosas a nivel nacional”, indica el informe.
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6. Organización R (OR). El control de las actividades de minería ilegal centra la operación de este ‘sindicato’ que opera en el municipio Sifontes y su pueblo Tumeremo. “Su gobernanza criminal junto al uso de la violencia y su capacidad militar, le ha permitido mantener su control territorial, enfrentándose tanto a las fuerzas de seguridad como a las bandas rivales en sus esfuerzos por tomar el control de más minas”, sostiene esta investigación que a la vez destaca que “si se viera forzada (ese grupo) a salir de la región minera quedaría muy debilitado y no podría mantener sus operaciones” y que ello es posible los operativos que desde el año anterior realiza el gobierno Maduro contra ese grupo. “Queda por ver si el ejército logrará mantener el control de Tumeremo o si la OR regresa cuando ceda la presión”.
7. “Carlos Capa”. Este es el alias de su fundador, Deiber Johan González, que es una de “las bandas más depredadoras que operan en la región de Valles del Tuy, en el estado Miranda, en el centro-norte del país”, indica InSight Crime. Destaca que “la clave de su ascenso puede hallarse en la manera como ha ejercido control social sobre las comunidades locales, en especial en las zonas montañosas aisladas, donde la banda ha montado campamentos rurales. Allí, sus miembros pueden replegarse en caso de operativos de seguridad, sabiendo que la comunidad local -sea por temor o dependencia- los protegerá”. El grupo que según este informe “ha demostrado ser resiliente a los operativos, ahora está en la mira del Estado venezolano” y cita como ejemplo el operativo para capturar a su líder el pasado septiembre. Sus ingresos –agrega- provienen en gran medida de delitos depredadores realizados individualmente por sus miembros.
8. El Tren de Guayana. “Banda fuertemente armada y en extremo violenta, con importante capacidad militar. Tiene más de una década de experiencia criminal bajo un liderazgo estable en su mayor parte, tiempo en el cual ha operado con relativa impunidad gracias a sus presuntas relaciones con fuerzas de seguridad y políticos locales”. Así lo describe este informe que agrega que evolucionó de banda urbana dedicada a la extorsión a un grupo que controla el territorio y minas de oro en los municipios de Roscio y El Callao, ricos en ese mineral. A finales del año anterior fue blanco del Estado venezolano que logró varias capturas y decomisos.
9. “Wilexis”. Esta organización liderada por Wilexis Acevedo, lleva una década abriéndose paso hacia la cúspide de la jerarquía criminal en Petare, el extenso y empobrecido distrito en las afueras de Caracas. “Aunque su predominio se debe al uso de la violencia contra bandas rivales, la clave de su larga vida ha sido el control social y el sistema de gobernanza criminal que ejerce, por los cuales se ha integrado a la cotidianidad de los residentes, entregando productos básicos, regulando la vida social y actuando como contrapeso al abuso de la policía que opera en la zona”, lo que acompasa con sus actividades criminales, explica el informe. Fuertemente armada, pero sin entrenamiento, este ‘ejército” criminal de jóvenes está cohesionado en torno a su único líder.
10. Yeiko Masacre. Es una de las bandas más antiguas y peligrosas del estado de Zulia, fronterizo con Colombia. “Al mando de Erick Alberto Parra Mendoza, alias “Yeico Masacre”, se beneficia de una cohesión que raya en el culto a la personalidad. Sus miembros se identifican como el Grupo Armado Yeico Masacre (GAYM) y ha acrecentado su poder por ejercer violencia extrema y hacer alarde de ésta para intimidar a sus víctimas de extorsión y a sus rivales”, manifiesta la investigación. Al igual que el anteriormente mencionado, su cohesión gira en torno a su líder, “por lo que ante una eventual muerte puede fragmentarse o desintegrarse”. Se cree que “Yeico” se oculta en Colombia.
El informe completo en: / https://es.insightcrime.org