La escogencia de la senadora por california Kamala Harris como fórmula vicepresidencial del candidato demócrata Joe Biden no generó el impacto que se esperaba en medio de la recta por la carreta a la Casa Blanca. Si bien es cierto que la congresista de raza negra, aporta electos importantes a la campaña, no son tantos como se esperaba y, por el contrario, hay aspectos en los que no sumará de forma sustancial en una competencia tan cerrada contra Donald Trump.
- En contexto: Kamala Harris, fórmula vicepresidencial de Joe Biden
Con la designación no sólo se estaría escogiendo a alguien que debe estar listo para asumir las riendas del país, considerando la avanzada edad de Biden, sino que, en caso de llegar a la Casa Blanca, se estaría ungiendo a un sucesor, pues se da por descontado que el eventual mandatario no aspiraría a la reelección.
Pros
- Harris es la primera mujer negra que aspira a la vicepresidencia de los Estados Unidos (EU) por un partido importante. Se espera que su designación, no sólo atraiga el voto de los ciudadanos de la comunidad negra, que se consideran fundamentales en Estados clave, sino también el de otros grupos minoritarios e inmigrantes, teniendo en cuenta que su padre llegó al país procedente de Jamaica y su madre provenía de la India. De ser elegida sería la primera vicepresidente con esta ascendencia en llegar a tan alto cargo.
- Durante su precandidatura presidencial, Harris acumuló una base significativa de apoyo de donantes y activistas. Su selección debería darle a Biden un impulso importante en la recaudación de fondos, recursos esenciales para aumentar su presencia en medios de comunicación en todo el país, en momentos en los que la posibilidad de realizar mítines presenciales está muy restringida. Asimismo el candidato recibiría un empujón en su presencia en redes sociales, pues heredaría a los partidarios de su coequipera que han sido reconocidos como los activos en estos medios.
- Harris ha sido reconocida como una de las senadoras más críticas del presidente Donald Trump, al punto que había prometido "liderar la acusación" contra el mandatario. Su designación consolida la postura demócrata sobre el presidente y acentúa el énfasis de la campaña en temas coyunturales de gran importancia, considerando que Harris fue una de las principales voces que alentaron las manifestaciones tras la muerte de George Floyd y ha liderado el movimiento que aboga por una reforma al sistema policial lo que le ha valido las alabanzas de algunos progresistas de su partido.
- Por otra parte se considera que la escogencia de Harris como fórmula “no hacer daño”. Su figura no despierta mayores reacciones adversas entre los votantes demócratas y por el contrario, puede ser bien recibida por los sectores más izquierdistas de su partido. La candidata a la vicepresidencia no se ha visto envuelta en escándalos de importancia, salvo un episodio, cuando se conoció que tenía una relación con el exmiembro de la Asamblea de California y exalcalde de San Francisco, Willie Brown, quien afirmó haberla ayudado a conseguir puestos al principio de su carrera.
- Finalmente Harris aporta frescura y juventud a una campaña que muchas veces ha sido acusada de acartonada y algo insípida. Asimismo la candidata es reconocida como una gran oradora y de seguro sus habilidades verbales y en entornos de confrontación sean de gran provecho en los debates venideros. Estas cualidades quedaron demostradas durante las confrontaciones con los otros precandidatos de su partido a la presidencia y sus interrogatorios en el Senado, en ocasiones un poco salidos de tono, son ampliamente recordados. No cabe dura que será los debates con vicepresidente Mike Pence serán candentes.
Contras
- Si bien el lanzamiento de su campaña como precandidata logró un 15% de apoyo en las encuestas de manear inmediata, cuando se retiró, en diciembre pasado, su popularidad estaba por debajo del 4%. En teoría, Harris tiene un atractivo especial para los votantes afroamericanos pero en la práctica, cuando salió al ruedo no consiguió el apoyo que se esperaba, ni siquiera en su estado de origen. Así las cosas es razonable cuestionar sus habilidades e instintos de campaña y es incierto que aporte nuevos votos a los que ya están asegurados.
- A diferencia de algunos de los otros nombres que sonaron para recibir el visto bueno de Biden para la vicepresidencia, Harris proviene de California donde el Partido Republicano no es muy poderoso. Aunque quizás no le cuesta demasiado a los demócratas mantener ese escaño en el Senado, es poco lo que su designación contribuya a las matemáticas del Colegio Electoral. Si bien es cierto que los compañeros de fórmula no endosan de manera confiable sus Estados de origen, no hay duda de que otra persona pudo haber afianzado la votación del candidato en Estados que estuvieran en mayor disputa.
- La experiencia es otro aspecto que le juega en contra a Harris y que puede restar posibilidades al candidato demócrata. Mientras Trump tiene a su lado a un político de la trayectoria de Mike Pence, quien está en capacidad de asumir la presidencia en cualquier momento, Harris sólo se ha desempeñado como Fiscal general de California y del distrito de San Francisco y su experiencia en el nivel nacional se limita a un periodo en la Cámara Alta del Congreso. No es claro que tenga la capacidad de asumir la primera magistratura, como se cree que deberá hacerlo, y muchos menos contar las herramientas para liderar la reactivación económica que su país requiere tras la contracción producida por la pandemia del coronavirus.
- La candidata a la vicepresidencia ha sido acusada en múltiples ocasiones por su ambigüedad en temas clave de la administración. Aunque se atribuye una postura de centroizquierda, su credibilidad ha sido puesta en duda cuando negó su apoyo al proyecto de ley “Medicare para todos” de Bernie Sanders. Asimismo pese a promocionar reformas a la policía es sabido que cuando se desempeñó como Fiscal la defendió de manera férrea e impulsó iniciativas para castigar fuertemente delitos menores que, según sus críticos, afectaron más que nada a las minorías que representa.
- Por último algunos sectores demócratas no le perdonan a Harris el duro ataque que lanzó contra Biden en un debate para definir la candidatura presidencial en la que insinuó que era racista, hecho que con seguridad será un tema que le recordarán en campaña.