México: ¿reinterpretación de la democracia participativa? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 25 de Noviembre de 2018
Sara Obando
López Obrador, quien se posesiona el 1 de diciembre, realizará una consulta popular para ejecutar 10 proyectos que van desde la seguridad hasta la investigación de 5 ex presidentes

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ANDRÉS Manuel López Obrador (AMLO), quién asumirá la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos el 1 de diciembre de 2018, ha expresado que someterá a votación 10 proyectos sociales y tres megaproyectos que desea implementar a lo largo de su administración.

Las dinámicas de la votación serán las mismas que las que se realizaron para el aeropuerto en Texcoco, obra que fue clausurada debido a la falta de avances. Lo único que cambiará es que esta consulta será costeada por los senadores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), programada para el 24 y 25 de noviembre. Se destinarán aproximadamente 1.5 millones de pesos mexicanos y se instalarán 7 mil puestos en los que los ciudadanos podrán utilizar una aplicación en el celular para registrar los votos.

La principal razón por la cual AMLO está sometiendo estas iniciativas a consulta popular son los altos niveles de clientelismo. “Deben entender que se acabó el contratismo, el influyentismo, se acabó la corrupción. Eso se irá entendiendo, se terminó con lo viejo, con lo anacrónico”, dijo en una conferencia de prensa. En noviembre "se llevará a cabo la Segunda Consulta Nacional Ciudadana para conocer la opinión de los mexicanos sobre 10 programas y proyectos de la nueva administración federal, entre los que se incluye el Tren Maya", concluyó.

Durante la iniciativa se votarán diversos proyectos sociales que incluyen entregar becas por 10 mil pesos anuales a estudiantes de niveles superiores en instituciones públicas, brindar apoyo económico a 300.000 jóvenes universitarios de escasos recursos, dar pensiones a personas en condición de discapacidad y ofrecer ayuda económica a adultos mayores. Además, se votarán cuestiones como créditos ganaderos dirigidos a la población rural y atención médica y medicamentos gratuitos a toda la población. "La atención médica y los medicamentos van a ser gratuitos, se va a cumplir lo que establece el artículo cuarto de la Constitución: el derecho a la salud. (...) El mexicano va a tener seguridad (médica) desde la cuna hasta la tumba", señaló AMLO al abordar el tema de salud.

Otros proyectos son ampliar el alcance de la cobertura de Internet en todo el país, crear una zona franca en la frontera norte del Estado mexicano en la cual se disminuyan el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR), y sembrar 1 millón de hectáreas con árboles frutales. “Se va declarar zona libre toda esta región de la frontera, desde Matamoros a Tijuana para que sea la última cortina, que en esta franja se detengan los mexicanos, que tengan trabajo y que no se vean obligados a cruzar del otro lado de la frontera; vamos a bajar el IVA de 16% al 8%, también vamos a baja el Impuesto Sobre la Renta a 20% y el salario mínimo se duplicará”, expresó López Obrador.

Los tres megaproyectos propuestos por AMLO son desarrollar las zonas urbanas de las colonias marginadas, erigir la Refinería Dos Bocas en Tabasco y construir el Tren Maya. “Ya tenemos inversión inicial para reforzar las vías (del tren del Istmo o Tren Maya), para mejorar los trazos. Se va a rehabilitar toda la zona del ferrocarril para el Istmo: 1,100 millones de pesos desde 2019. Esto va a ayudar a la comunicación y al plan general que tenemos de unir al Pacífico con el Atlántico y en toda esta región hacer un corredor para incentivar fábricas y crear empleos”, explicó Andrés Manuel López Obrador.

El Presidente mexicano electo le está mostrando a su país y al mundo otra cara de la democracia participativa, en la que la población no solo toma la decisión de quiénes la rigen, sino que además, eligen las propuestas que consideran más pertinentes para la nación. De esta manera, López Obrador busca legitimar las decisiones y las principales acciones de su administración. Someter a votación gran parte de los proyectos es una apuesta por la democracia por parte del gobierno, puesto que los mexicanos son los que van a tomar la decisión de qué implementar y qué no. Asimismo, este tipo de votaciones puede incentivar a los mexicanos a salir a votar y a participar aún más de la democracia.

Puede que la reinterpretación de la democracia participativa de AMLO dé resultado. Debido a que los programas buscan brindar herramientas y apoyo a distintos grupos poblacionales, no solamente es probable que más personas salgan a votar, sino que existe una alta posibilidad de que los proyectos planteados sean aprobados. Un interrogante que surge es si la administración de México podrá sostener los 10 programas y construir los tres megaproyectos en los cuatro años de gestión. Otro es si este nuevo enfoque democrático perdurará en la gestión de López Obrador y en futuras presidencias mexicanas.

Si bien es cierto que esta iniciativa es un gran paso para luchar contra la corrupción, la votación no terminará con el clientelismo ni el “contratismo”. Una vez el pueblo mexicano tome la decisión, el Distrito Federal deberá incrementar sus esfuerzos para llevar a cabo los proyectos de manera transparente y confiable. De tal modo que los resultados sean visibles y que la población incremente su confianza en la administración.