LOS PRIMEROS pasos para aplicar la terapia de shock que necesita Argentina comenzó a dar el electo presidente Javier Milei al revelar una reforma del Estado -su gobierno tendrá ocho ministerios-, la privatización de algunas empresas -la petrolera YPF, así como los medios de comunicación estatales- y frenar la emisión monetaria para bajar el inédito nivel de inflación (142% internual), anticipando que doblegarla puede tardar hasta dos años.
Tras el contundente triunfo en las urnas, que pondrá fin al dominio peronista de décadas en el poder argentino, el presidente ‘libertario’ esbozó tantos las prioridades para el gobierno que iniciará este 10 de diciembre como quienes serán algunos de sus coequiperos, pero reservándose hasta el final el que designará para la cartera clave en todo el proceso para salir de la crisis: el de economía.
“Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado va a estar en manos del sector privado", indicó el elegido por los argentinos para regir el país desde este 10 de diciembre.
Consciente de que ante el complejo panorama se requiere una tarea titánica pero, sobre todo, con políticas diametralmente opuestas a las que el kirchnerismo ha llevado a cabo en los últimos años y que ha facilitado el usufructo de dineros públicos de la que llama ‘casta política”, Milei construye una coalición de la tendencia de derecha que encarna con la centroderecha que lideran el expresidente Mauricio Macri y su rival en primera vuelta, Patricia Bullrich, que sería una de las fichas claves de su gobierno.
Así, el mandatario electo hizo mencionó ayer a los exministros de Macri, Guillermo Dietrich y Javier Iguacel, aunque sin especificar el rol que podrían tener en su Ejecutivo. Al que si le entregó funciones desde ya fue a Mariano Cúneo Libarona, quién estará al frente del ministerio de Justicia.
En una primera decisión para reformar el Estado, Milei decidió reducir de los 19 actuales ministerios a ocho, de los cuales ya ha designado a tres titulares: Cúneo, Sandra Pettovello en Capital Humano y Diana Mondino como canciller.
Es prerrogativa presidencial crear y/o eliminar las carteras de gobierno, exceptuándose la Jefatura de Gabinete, cargo establecido en el artículo 100 de la Constitución, y que ocupará -como lo dijo en campaña- Nicolás Posse.
Anticipándose a la polémica que promoverán sus detractores en el sentido de menos no es necesariamente más, el presidente electo justificó su decisión no sólo en el ahorro del gasto estatal que ello representará, sino en que es necesario para definir con claridad mecanismos de integración e interoperabilidad en los ocho ministerios que funcionarán, poniendo fin al cruce de funciones y desorden actual.
"Vamos a sorprender con el equipo que estamos armando. Estamos integrando a especialistas de diversos espacios, pero con la convicción de cambiar Argentina hacia las ideas de la libertad. Los más talentosos van a estar dentro, no importa de dónde vengan", explicó Milei en su primer día de trabajo como presidente electo, en las que también informó que Carolina Píparo dirigirá la Administración Nacional de la Seguridad Social, el organismo encargado de gestionar las jubilaciones, las pensionas y las asignaciones sociales.
Frente a quién será el elegido clave de su mandato, el titular de Economía, Milei optó por guardarse el nombre hasta el día de su posesión, por considerar que “el oficialismo tratará de torpedear su figura” antes incluso de asumir funciones.
Lo que sí dijo es que controlar la elevada inflación le tomará entre 18 y 24 meses, al igual que mantiene en el ámbito financiero dos prioridades: la eliminación del Banco Central y la dolarización de la economía, que enfrentará en ese orden.
Aseguro que tiene un "claro plan" para enfrentar la crisis económica del país y que para bajar el nivel de inflación lo primero que hará es frenar la emisión monetaria.
Agregó que impulsará la eliminación del control de cambios, pero que para ello buscará primero resolver la deuda emitida por el Banco Central, entidad que, reiteró, va a suprimir "porque es una consigna de índole moral: robar está mal".
"Si no se resuelve el problema del Banco Central, la sombra de la hiperinflación nos va a perseguir en todo momento", enfatizó. En cuanto a dolarizar la economía indicó que ello será posterior y ’si y solo si’ lo eligen los argentinos libremente.
Respecto a la eliminación de las restricciones a la compra de divisas que rigen desde 2019, remarcó que "no es una opción mantener este cepo que traba la economía".
Como se ve, tiene la hoja de ruta definida para enderezar la economía, con medidas radicales pero inevitables. Si logra en el corto plazo equilibrar las cuentas, con las proyectadas privatizaciones y un recorte del 15% en el gasto público, dará un mensaje prometedor no solo a los argentinos sino al Fondo Monetario Internacional con el que el país tiene una deuda de USD 44.000 millones.
Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, felicitó a Milei. "Esperamos trabajar estrechamente con él y su administración en el próximo período para desarrollar e implementar un plan sólido para salvaguardar la estabilidad macroeconómica y fortalecer el crecimiento inclusivo para todos los argentinos", escribió en la red social X.
En ese cuadre de caja, Milei también acabará con subsidios crónicos al transporte, la energía y el agua, así como eliminar los impuestos a la exportación.
Coalición de derecha
Para sacar avante el cambio radical en economía, pese a la oposición del amplio sector de la sociedad que avaló el peronismo en las urnas, el presidente electo requiere de un gran acuerdo político que si bien se descarta con la centro-derecha de ‘Juntos por el Cambio’ liderada por Macri, podría ampliarse a otros sectores, porque como bien lo dijo “es una invitación abierta a todos los que quieran trabajar para reconstruir Argentina”.
Aunque obtuvo una importante votación en las elecciones parlamentarias parciales de octubre, su partido, el novel La Libertad Avanza tiene solamente siete de los 72 senadores y 38 de los 257 diputados, por lo que forjará alianzas.
Hoy es la tercera fuerza en el Cámara de Diputados, en la que ningún grupo tiene la mayoría absoluta. Pero si logra un acuerdo programático con Juntos por el Cambio, que tiene 94, sumaría 132, convirtiéndose en la primera fuerza ya que el bloque peronista (centroizquierda) tiene 108.
Persiste la duda de si la fractura que hubo en el partido de Macri por el apoyo a Milei entre la primera y segunda vuelta seguirá. Sin embargo, analistas políticos consideran que será cosa del pasado por tres hechos puntuales: la contundente victoria con más de 11 puntos de ventaja del mandatario electo, el entendimiento político de éste con el expresidente centroderechista y la posibilidad real implementar el cambio que el país necesita y que reclamaron en las urnas más de 14 millones 476 mil ciudadanos.
En el Senado, La Libertad Avanza cuenta con siete de los 72 senadores, mientras que la centroderecha tiene 21 y Unión por la Patria (izquierda peronista), 33. Sin embargo hay otras pequeñas formaciones que podrían sumar a ambas coaliciones.
El triunfo de Milei no tuvo un efecto inmediato en los volátiles mercados de Argentina, por ser ayer día feriado. Sin embargo, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street registraron fuertes alzas, especialmente la estatal petrolera YPF.
El presidente electo adelantó que antes de su investidura viajará de manera privada a Estados Unidos y a Israel, pero no lo hará antes de reunirse con el mandatario saliente, Alberto Fernández, quien garantizó una transición ordenada.
La primera reunión prevista para ayer se aplazó a una fecha sin definir, y el secretario general Presidencia, Julio Vitobello, y la jefa de campaña y hermana de Milei, Karina, mantienen contactos para definir la fecha y hora del encuentro.
Fuentes cercanas a la Presidencia reconocieron que los equipos de Fernández y Milei "no se ponen de acuerdo" en algunos aspectos como: si se hará una fotografía del empalme, el lugar de la cita y los participantes a la misma.
Por ahora, y como se ve, el ‘libertario’ empezó a trabajar para implementar algunas reformas tan pronto ocupe la Casa Rosada porque, como dijo, “no hay lugar para gradualismo, tibiezas ni medias tintas”.