EL ATAQUE de un dron del ejército israelí en la Franja de Gaza quitó la vida a tres hijos del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, quien advirtió que el ataque no cambiará las exigencias del movimiento islamista palestino tras seis meses de guerra.
El dirigente de Hamás, que vive en Doha, Catar, anunció a la cadena Al Jazeera el "martirio" de sus "tres hijos" y algunos de sus "nietos".
Según la cadena catarí, un dron alcanzó el vehículo de la familia en el campo de refugiados de Al Shati, en el norte del estrecho y devastado territorio palestino. En un comunicado, Hamás confirmó la muerte de los tres hijos de Haniyeh y de cuatro de sus nietos.
El ejército israelí confirmó que uno de sus bombardeos en Gaza mató a tres de los hijos de Haniyeh, y los identificó como Mohamed, Hazem y Amir. En un comunicado, el cuerpo armado aseguró que eran miembros del ala militar del grupo islamista.
"Este derramamiento de sangre nos hará aún más firmes en nuestros principios", afirmó el máximo responsable de Hamás, que gobierna Gaza desde 2007.
"Si el enemigo cree que atacar a mis hijos en el momento álgido de las negociaciones y antes de que Hamás haya dado su respuesta hará que el movimiento cambie de postura, se equivoca. Las posiciones no cambiarán", añadió.
El bombardeo se produjo pese a los esfuerzos de los mediadores internacionales para alcanzar una tregua en los combates. También coincidió con el primer día del Aíd al Fitr, la festividad que marca el final del Ramadán.
La guerra estalló el 7 de octubre tras el ataque de Hamás contra el sur de Israel, que dejó 1.170 muertos, en su mayoría civiles, según un cómputo de AFP basado en cifras israelíes.
El movimiento islamista tomó también 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se cree han muerto, según las autoridades israelíes.
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En respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamás, que considera una organización terrorista al igual que Estados Unidos y la Unión Europea, y lanzó una implacable ofensiva que ya dejó 33.482 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio.
Israel volvió a bombardear ayer el norte y el centro de Gaza, entre otros el campo de Nuseirat, matando a 14 personas, incluido niños, según Hamás.
Los países mediadores -Catar, Egipto y Estados Unidos- esperan respuestas a una nueva propuesta de tregua en tres fases que presentaron el domingo a Israel y Hamás.
La primera contempla una tregua de seis semanas, el canje de 42 rehenes retenidos en Gaza por 800 a 900 palestinos encarcelados en Israel, el ingreso de 400 a 500 camiones diarios de ayuda alimentaria y el regreso a sus casas en el norte de Gaza de los desplazados.
Hamás recordó la semana pasada sus exigencias, que incluyen un alto el fuego definitivo, el retiro de las tropas israelíes de Gaza, un aumento de la ayuda humanitaria, un regreso de los desplazados y un acuerdo "serio" de canje de rehenes por presos palestinos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, que el martes ya criticó duramente la estrategia militar en Gaza del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó ayer que Israel no está dejando entrar la ayuda necesaria. "No es suficiente", dijo a la prensa tras una llamada con Netanyahu.
Pese a las advertencias internacionales, el ministro del gabinete de guerra de Israel, Benny Gantz, insistió en que las tropas israelíes invadirán Rafah y regresarán a Jan Yunis, de donde se replegaron la semana pasada.
El ejército tendrá que luchar durante años "en la Franja de Gaza, en Cisjordania y en el frente de Líbano", añadió, precisando que "de un punto de vista militar, Hamás ha sido vencido"./AFP