El rey maorí de Nueva Zelanda, Kiingi Tuheitia Pootatau Te Wherowhero VII, ha fallecido este lunes a los 69 años, acompañado de su mujer y sus hijos, después de que haya estado ingresado en el hospital recuperándose de una intervención cardiaca.
Según ha indicado su oficina a través de su perfil en la red social Facebook, "la muerte del rey Tujeitia es un momento de gran tristeza" tanto para sus seguidores como para "la nación entera".
El primer ministro del país, Christopher Luxon, ha lamentado la pérdida remarcando su "compromiso inquebrantable con su pueblo y sus incansables esfuerzos por defender los valores y las tradiciones" que han "dejado una huella indeleble en nuestra nación".
Por su parte, su predecesora, Jacinda Arden, ha subrayado que fue "un defensor de los maoríes, de la equidad, la justicia y la prosperidad". "Descansa en paz ahora", ha expresado tras hacer hincapié en que trabajó "incansablemente para fomentar la comprensión y el conocimiento de nuestra historia compartida".
El monarca, nacido en 1955, llegó al cargo en 2006 tras el fallecimiento de su madre, Te Arikinui Dame Te Atairangikaahu. La realeza maorí se remonta a 1858, cuando los indígenas eligieron su primer rey para unificar las tribus y sobrevivir ante la llegada de los occidentales británicos que colonizaron la isla.