Plan chino de la paz, ¿será otro saludo a la bandera? | El Nuevo Siglo
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Sábado, 25 de Febrero de 2023
Redacción internacional con Europa Press

DESDE todos los flancos occidentales dispararon ‘misiles’ de críticas a la iniciativa de China para poner fin a la guerra por considerar que es un enunciado de principios, no tiene en cuenta ‘quién es el agresor’ y ‘quién la víctima’, al igual pierde credibilidad por su renovada alianza con Rusia.

Con la reiteración de que se debe respetar la soberanía de todos los países, tal cual lo establece la Carta de Naciones Unidas y lo esgrimió desde el comienzo de la ‘operación militar especial’ rusa a su vecina Ucrania, la iniciativa de paz contempla doce puntos entre los que resalta la petición de un cese al fuego, la negociación de paz directa de alto nivel, el levantamiento de sanciones occidentales a Rusia y el rechazo al uso de armas nucleares.

Abandonar la mentalidad de Guerra Fría” enmarca este decálogo de pronunciamientos de Pekín que insiste que en las guerras “no hay ganadores”, por lo que instó a las partes (que hoy son dos definidos bloques) a “mantener la racionalidad, la moderación, no echar leña al fuego y no intensificar los conflictos".

En el primero de la docena de recomendaciones, aunque resalta la importancia de garantizar de manera efectiva la soberanía, la fuerza o riqueza de los Estados, no hace referencia directa a la invasión militar ordenada por el presidente Vladimir Putin. Por el contrario, reafirma que la seguridad de un país "no puede ser a expensas de la seguridad de otros países" así como que la seguridad regional "no puede garantizarse mediante el fortalecimiento o incluso la expansión de bloques militares". Una clara alusión al posible ingreso de Ucrania a la Otan, que fue el detonante de la actual guerra.

A renglón seguido sostiene que "todas las partes deben defender conjuntamente las normas básicas que rigen las relaciones internacionales y salvaguardar la equidad y la justicia internacionales", y tras advertir que en tal sentido “no se adopten dobles raseros" hace énfasis en “promover una arquitectura de seguridad equilibrada" en el continente euroasiático. Esta, también una velada referencia a la expansión de la Otan hacia el este europeo, así como al concepto de un nuevo orden mundial esgrimido, de tiempo atrás y conjuntamente, con Rusia.

Otro de los puntos es un pedido a Occidente para que detenga y “deje de abusar” de las sanciones unilaterales contra Rusia, (recuerda que no fueron autorizadas por el Consejo de Seguridad de la ONU) sosteniendo que estas "no solo no resolverán los problemas, sino que crearán otros nuevos". De esta forma cuestiona lo que define como la “jurisdicción de brazo largo” contra otros países, les llama a ‘enfriar’ la actual crisis, así como a crear las condiciones para que los países en desarrollo puedan reactivar sus economías y mejorar la vida de las personas", ha pedido el gigante asiático.

En este sentido también pide que se proteja a la economía mundial del impacto del conflicto en Ucrania, en particular preservando la Iniciativa del mar Negro, acuerdo que permite la exportación de cereales ucranianos, al tiempo que define como otra prioridad “mantener la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro". Por ello, sostiene, “todas las partes implicadas deben "oponerse a la utilización de la economía mundial como herramienta o arma con fines políticos".

 

Diálogo y ‘guerra nuclear’

El documento, donde China se presenta como un actor neutral, insta a que las partes inicien conversaciones de paz directas porque “el diálogo y la negociación son la única solución viable" y deben llevar inicialmente a una desescalada para determinar “un alto al fuego integral”.

"Deben alentarse y apoyarse todos los esfuerzos por resolver la crisis de manera pacífica. La comunidad internacional debe atenerse a la dirección correcta de persuadir la paz y promover conversaciones, ayudar a todas las partes en el conflicto a abrir la puerta a una solución política de la crisis lo antes posible", pidió China, que se dijo dispuesta a desempeñar "un papel constructivo" en este sentido.

Por otra parte, advirtió que “la guerra nuclear no se puede librar”, alentando al mundo entero a oponerse al empleo estratégico de esas armas y previniendo la profileración nuclear.

Nos oponemos al desarrollo y uso de armas biológicas y químicas por (parte de) cualquier país bajo cualquier circunstancia", sostuvo del documento chino al tiempo que llama mantener la seguridad de las centrales nucleares en Ucrania, por lo que rechazó los ataques armados a este tipo de instalaciones.

"Hacemos un llamado a todas las partes para que respeten las convenciones de seguridad nuclear y otras leyes internacionales, y eviten resueltamente los accidentes nucleares provocados por el hombre", reza el plan de paz.

En otro acápite manifiesta la importancia de resolver la crisis humanitaria en Ucrania bajo el amparo de Naciones Unidas al igual que a proteger a los civiles y prisiones de guerra, comprometiéndose de paso a “un papel constructivo” en la reconstrucción de posguerra.

Consciente del alud de críticas que se vendría, el portavoz de la cancillería china, Wang Wenbin,  aseguró que la propuesta es “objetiva”, “justa”, que considera las posiciones a cada caso en específico al margen de las posibles tendencias internacionales y que está en revisión de las partes para lo cual se declaró dispuesto a una reunión entre Kiev y Pekín.

Para Pekín, estar del lado de la paz y del diálogo es situarse "en el lado correcto de la historia".

Las reacciones de los actores de la guerra no se hicieron esperar. El presidente Volodimir Zelenski juzgó necesario "trabajar con China" para resolver el conflicto con Rusia, porque en este documento "me parece que hay respeto a nuestra integridad territorial, temas sobre seguridad. Debemos trabajar con China en ese punto".

Rusia, entre tanto, “valoró” los esfuerzos de China, pero insistió en la necesidad de que se reconozca su control de sobre las cuatro regiones ucranianas anexadas. “Kiev debe "reconocer las nuevas realidades territoriales", añadió.

 

‘Bombardeo’ de críticas

La neutralidad de China así como su iniciativa de paz divulgada este viernes fue cuestionada por Estados Unidos, sus aliados de la coalición y la Otan, llegando a calificarla de ‘selectiva’ e ‘insuficiente’.

El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, sostuvo  que el documento "podría haberse detenido en el primer punto", porque "la guerra podría terminar mañana si Rusia dejara de atacar a Ucrania y retirara sus fuerzas".

"Rusia ya ha perdido esta guerra. Los objetivos de Rusia en la guerra eran borrar a Ucrania del mapa, absorberla dentro del mapa. Fracasaron y no están en posición de hacerlo", insistió el funcionario al tiempo que reiteró la alerta de su país que, dijo, observa "de cerca" los movimientos de Pekín y ese régimen podría estar preparándose para "entregar armas letales a Rusia".

Así mismo destacó que "Ucrania no ha atacado Rusia, la Otan no ha atacado Rusia, Estados Unidos no ha atacado Rusia. Es una guerra que Putin inició" y no descartó que el conflicto bélico podría enquistarse durante meses sin que haya un final a la vista.

El secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, sostuvo que China "no tiene mucha credibilidad porque no ha condenado la invasión ilegal de Ucrania y firmo solo días antes de la agresión un acuerdo de ayuda ilimitada con Rusia" e insistió que el presidente Putin no se prepara para la paz sino para nuevas ofensivas.

Consideró que para lograr unas negociaciones beneficiosas para Ucrania, hay que crear condiciones y que el Kremlin se dé cuenta de que no puede ganar en el terreno. "El apoyo militar hoy a Ucrania es la forma de lograr una solución pacífica mañana", defendió.

La Unión Europea, a través de su portavoz de Exteriores, Nabila Massrali, consideró que la propuesta de China enfatiza algunos puntos de la carta de Naciones Unidas pero resulta "selectiva" e "insuficiente". A su juicio, recoge las preocupaciones de seguridad de Rusia, con los que Moscú justifica su ataque militar a Ucrania, y desdibuja la línea entre agresor y agredido.

Al mismo tiempo dijo que el plan es un enunciado de “principios” más que un plan de paz y que si bien debe analizarse “hay que verlo con el telón de fondo específico de que China ha tomado posición firmando un acuerdo de amistad ilimitado con Rusia justo antes de la invasión”.

Así las cosas, tanto la mediación china como su hoja de ruta para poner fin a la guerra en Europa que entró en su segundo año, se visualizan como un ‘saludo a la bandera’.