La inflación en Argentina cerró en 4,6% en junio, el segundo mes consecutivo ubicada por debajo del 5%, algo inédito en los últimos dos años y medio, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina (Indec).
Además, esta altura de precios al consumo alcanzó en los 12 meses un 271,5%, uno de los niveles más altos del mundo, mientras que en los primeros seis meses del año llegó a 79,8%.
"Estamos en etapa de recuperación, salimos de terapia intensiva", dijo este jueves a Radio Mitre el ministro de Economía, Luis Caputo.
Es una evolución que satisface al presidente ultraliberal Javier Milei después de la explosión inflacionaria del 25,5% en diciembre pasado, impulsada por la fuerte devaluación del peso argentino tras el cambio de gobierno ese mes.
La cifra se fue moderando paulatinamente hasta llegar a 8,8% en abril y 4,2% en mayo, el dato más bajo desde enero de 2022 (3,9%).
"La clave aquí es fiscal (...) Este gobierno es rotundo porque dice: 'acá hay equilibrio fiscal a como dé lugar'", declaró a Radio La Red el economista Juan Carlos de Pablo.
El gobierno argentino obtuvo en el primer trimestre de este año el primer superávit fiscal desde 2008 con la implementación de un drástico recorte de presupuesto con la paralización de obras públicas, decenas de miles de despidos, congelamiento de los fondos para educación y salud y reducción de las jubilaciones y las ayudas sociales.
Este dato inflacionario viene acompañado de una fuerte alza de la cotización del dólar paralelo, que subió de 1.245 pesos hace un mes a 1.500 este viernes.
El dólar paralelo, que actúa como termómetro de las expectativas económicas, es un mercado pequeño al que la mayoría de los argentinos acude cuando necesita comprar o vender la divisa debido a restricciones oficiales impuestas desde 2019 que dificultaron su adquisición.
El consumo y la actividad económica se han desplomado desde diciembre debido a la devaluación del peso y a los recortes presupuestarios. El PIB cayó un 5,3% en el primer trimestre del año, segundo bajada trimestral consecutiva.
"La caída sensible del consumo explica la reducción de la tasa de inflación desde diciembre para acá, en buena medida", señaló a la AFP el economista Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
La economía argentina se contraerá un 2,8% este año, según el Fondo Monetario Internacional, después de haber caído un 1,6% en 2023.
En el país de la carne de vacuna, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario proyectó que el consumo de este alimento podría caer al nivel más bajo en un siglo: 44,8 kilos al año por habitante, mientras que el consumo promedio histórico de este alimento es de 72,9 kilos.
Gran parte del país, donde más de la mitad de sus 45 millones de habitantes viven en la pobreza, según datos oficiales, se ven obligadas a variar sus hábitos y recurren a otro tipo de carnes más económicas, como las de ave y de cerdo, según el informe.
La tasa de indigencia -aquellos que no pueden cubrir sus necesidades alimentarias- en la Ciudad de Buenos Aires alcanzó un 16% en el primer trimestre de este año, el doble que en el mismo período de 2023 y casi el triple que en 2018.