POR SU carisma, belleza y sencillez, la princesa Catalina de Gales se ganó el aprecio de los británicos desde antes de ingresar a la familia real. De allí que sea junto con su esposo, el príncipe Guillermo, la más popular de la monarquía británica. Por ello, el anuncio que hizo sobre el cáncer que padece generó conmoción dentro y fuera del país.
A sus 42 años, madre de tres hijos (Jorge, Carlota y Luis), esta sencilla mujer, alegre, descomplicada y de sonrisa cautivadora se convirtió dentro y fuera de la realeza en el “prototipo de la mujer del siglo XXI", emulando en alguna forma a la imagen que en su momento dio su suegra –a la que no conoció–, Diana de Gales.
Tras haber estado en el ‘ojo del huracán’ mediático hace una semana por admitir –y disculparse– que retocó una foto en la que aparece con sus hijos con motivo del Día de la Madre en el Reino Unido, días después de haber sido sometida a una operación abdominal, la princesa Catalina reapareció el viernes para informar que padecía cáncer, que estaba en la fase inicial de una quimioterapia preventiva y pedir que se respetara su vida privada en “estos momentos difíciles que enfrentamos”.
Visiblemente cansada e intentando conservar la sonrisa que la caracteriza, pese a las circunstancias, informó oficialmente sobre su estado de salud, del que no dio ningún otro detalle.
El anuncio tiene lugar casi dos meses después (5 de febrero) de que su suegro, el rey Carlos III, comunicara personalmente que también padece cáncer y, al igual que su nuera, no reveló de qué tipo, aunque sí que los médicos lo habían detectado en una intervención previa.
“Los últimos meses han sido increíblemente difíciles para toda mi familia, pero tengo un equipo médico increíble que me está cuidando muy bien, por lo que estoy muy agradecida”, comenzó diciendo en el video la esposa del heredero al trono británico, para luego señalar que su cirugía abdominal fue exitosa y que los exámenes posteriores a la misma revelaron la presencia de un cáncer.
“Por supuesto, esto fue una conmoción enorme, y Guillermo y yo hicimos todo lo posible para afrontarlo en privado, por el bienestar de nuestra joven familia. Como pueden imaginar, nos tomó un tiempo, me tomó un tiempo, recuperarnos de una operación importante para comenzar mi tratamiento y, lo que es más importante, nos tomó un tiempo explicarles todo a Jorge, Carlota y Luis, de una manera apropiada para ellos, para asegurarles que superaré esto”, agregó Kate, como cariñosamente la llaman los británicos.
Concluyó con un mensaje para todos lo que enfrentan esta enfermedad: “No pierdan la fe ni la esperanza. No están solos”.
La noticia causó revuelo mundial y desde dirigentes hasta ciudadanos del común expresaron sus buenos deseos por la pronta recuperación de la princesa de Gales, quien junto a su esposo lidera la popularidad de los integrantes de la familia real británica.
El primogénito de la desaparecida Lady Di obtiene un 61 % de apoyo popular, seguido de su esposa, Catalina, quien iguala en porcentaje a la princesa Ana (59 %). El rey Carlos III ocupa el cuarto lugar con el 52 %, la reina consorte Camila, 42 %, y el príncipe Enrique con su esposa Meghan, el 25 %, según el sondeo más reciente revelado meses atrás.
Catalina Middleton se convirtió en miembro de la familia real el día de su santo, 29 de abril (Santa Catalina de Siena), cuando le dio el sí al príncipe Guillermo en la Abadía de Westminster (2011) y llegado el momento ocupará el trono, convirtiéndose en la sexta de las reinas consortes con este nombre en la historia de la monarquía británica.
Esta ‘plebeya’ se adaptó rápidamente a las limitaciones de la realeza, al contrario que su difunta suegra (Diana de Gales) o su cuñada, la exactriz estadounidense Meghan Markle.
Y siempre ha mantenido un perfil bajo, sin responder nunca a los rumores sobre supuestos adulterios de su marido, su figura extremadamente delgada o su presunta relación distante con Meghan.
En un país donde todas las figuras femeninas de la realeza son comparadas con Diana, Catalina siempre ha sido "una verdadera "princesa del pueblo", afirma el periodista Robert Jobson, escritor de un libro aparecido en 2010 sobre Guillermo y Catalina.
Sueño real
Catalina o ‘Kate’ Middleton llamó a la puerta de la casa real con 19 años, en septiembre de 2001. Había comenzado a cursar historia del arte en la prestigiosa universidad escocesa de Saint Andrews, donde también estudiaba Guillermo, al que conoció en un banco del campus. Se inició una amistad entre ambos que acabaría convirtiéndose en idilio.
En sus años universitarios, la pareja comenzó compartiendo apartamento con otros tres estudiantes. No obstante, los viajes que empezaron a hacer juntos delataron el inicio de su romance, con la prensa siempre detrás.
Catalina comenzó a realizar visitas al Palacio de Buckingham, residencia oficial de la familia real, mientras Guillermo acudía también con asiduidad a la propiedad de sus futuros suegros en Buckleberry.
No había sin embargo ningún paso decisivo para consolidar la relación por parte del príncipe, por lo que la prensa sensacionalista británica comenzó a llamar a Catalina "Waity Katty", en un juego de palabras con el término inglés "wait" ("esperar").
En esa situación, la pareja puso un paréntesis a su relación en 2007. Pero volvieron a estar juntos en 2008, hasta que Guillermo le pidió matrimonio en octubre de 2010, durante un paseo por una reserva natural en Kenia.
La pareja eligió como lugar de residencia el Palacio de Kensington, en Londres, antes de mudarse en los últimos años a una casa cerca del Castillo de Windsor.
Kate Middleton, al contrario que Sarah Ferguson, que fue esposa del príncipe Andrés, tío de Guillermo, o Meghan Markle, mujer de su cuñado Enrique, se ganó el cariño de los británicos desde el principio.
La princesa de Gales, con el cariño y aprobación de sus compatriotas, emula de alguna forma a Diana, quién falleció en un accidente de tráfico en 1997 en París, meses después de su separación con Carlos, quien le fue infiel con Camila Bowles, la hoy reina consorte.
La popularidad de la princesa, de silueta delgada y aspecto deportivo, entre sus conciudadanos fue creciendo a pasos agigantados, tanto por su carisma, como por su compromiso con causas como la salud mental o la infancia.
Con una imagen de princesa moderna, Catalina es "más que nadie en la familia real" el "prototipo de la mujer del siglo XXI", señaló a la AFP Pauline MacLaran, profesora de la universidad Royal Holloway.
Proviene de una familia de clase media que logró triunfar en el mundo de los negocios. Su madre, que era azafata, y su padre, controlador aéreo, hicieron fortuna como emprendedores con una empresa llamada Party Pieces, especializada en venta por correspondencia de artículos para fiestas infantiles.
Robert Casey, autor del libro “The Catherine code”, lanzado el pasado agosto, indica que la actual princesa de Gales está en camino de convertirse en la sexta reina de Gran Bretaña con el mismo nombre, luego de Catalina de Valois, Catalina de Aragón, Catalina Howard, Catalina Parr y Catalina de Braganza.