Propuestas para salir de crisis venezolana | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Febrero de 2019
Redacción internacional

Europa, algunos países latinoamericanos y otras organizaciones internacionales han puesto en marcha una serie de planes para lograr una negociación entre el chavismo y la oposición. Son tres formas de llegar a una solución pacífica en Venezuela lideradas por el Grupo de Lima, el Grupo de Contado y el “Modelo de Montevideo”.

 

Grupo de Contacto

Este jueves, en Montevideo, se reunió el Grupo Internacional de Contacto, una iniciativa de la Unión Europea con México, Uruguay y el Caricom (países del Caribe), que dictaminó que su propósito es, de aquí a tres meses, encontrar “una solución pacífica, política, democrática y venezolana”.

La declaración, esperada por México y Uruguay, que abiertamente han dicho que no opinan “de los asuntos internos de otros países”, demostró que hasta en el interior del Grupo de Contacto hay diferencias.

Bolivia -un aliado del chavismo- se negó a firma el comunicado final. Dijo que no apoya posiciones injerencistas en Venezuela mediante la convocatoria de elecciones que, en su criterio, no tienen lugar. “Maduro fue elegido como presidente legítimo el 20 de mayo de 2018”, ha dicho Evo Morales y sus delegados. En tanto, México se mantuvo al margen dándole fuerza a su argumento de no intervenir en los asuntos internos. Estos dos países, además, sentenciaron que el diálogo se debe dar “sin condiciones previas”.

Los demás firmaron el comunicado final. Pero es que los demás son países europeos que desde que comenzó la reciente crisis política han abogado porque se celebren “elecciones libres”, base del documento aprobado en Montevideo.

Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea, dijo que “en 90 días sabremos si hemos conseguido algún resultado”. Serán tres meses para “propiciar contactos, por eso nos llamamos grupo de contacto”.

Para materializar las tratativas que conlleven a un eventual diálogo entre el madurismo (una facción del dividido chavismo) y el gobierno de Juan Guaidó, el Grupo de Contacto anunció que abrirá una “oficina técnica” en Caracas para facilitar, entre otras, la ayuda humanitaria.

EL NUEVO SIGLO conoció que esta iniciativa también tiene dentro de sus planes promover la mediación entre las partes. Para ello, promueve los nombre de Enrique Iglesias, expresidente del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), Bernardo Sepúlveda, excanciller mexicano y de la exvicepresidenta de Costa Risa, Rebeca Grynspan.

 

Dificultades

La propuesta de la Unión Europea, que fue apoyada en un inicio por el país citante, demuestra que existen múltiples visiones en este momento para ponerle fin a la crisis política venezolana.

México, Uruguay y los países del Caricom han insistido en que ninguna de las partes debe exigir condiciones “previas” para el diálogo. “Si pedimos elecciones en tal momento estamos imponiendo condiciones que dificultan el diálogo. Son ellos (gobierno y oposición) los que deben acordar. Vamos al diálogo sin condiciones”, explicó el miércoles el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa.

Propuesta que parece, por ahora, inviable para que sea aceptado por la oposición, que defiende una agenda a cumplirse en los próximos días basada en tres pilares: cese de usurpación del cargo, gobierno de transición y celebración de elecciones libres. Estos, como se ve, son requisitos sine quanon para entrar a negociar. Entonces, son condiciones previas.

Este jueves en la mañana, Nicolás Maduro declaró que aceptaba las cuatro fases fijadas por la UE, que “incluyen un diálogo inmediato;  negociación, con flexibilización de compromisos; acuerdos “concretos”; e, “implementación” de compromisos internacionales de acompañamientos. “Estamos listos para participar en una agenda abierta de entendimiento por la Paz”, escribió Maduro en su cuenta de Twitter.

 

Tres propuestas

Venezuela es, hoy, el escenario de la política internacional. Ante todo, varios analistas han dicho que el conflicto es “geopolítico”. Siendo así diferentes grupos de países y organizaciones se han reunido para proponer una serie de caminos para la crisis política, a través del Grupo de Lima, el Grupo de Contacto y la de la iniciativa de Montevideo.

El Grupo de Lima, conformado por 13 países latinoamericanos y Canadá, entre ellos Colombia, ha insistido que por ahora no existen las condiciones para el diálogo. Apoyado por este, el presidente encargado, Juan Guaidó, reconocido por 40 naciones de todo el mundo, negó  cualquier “falso diálogo” que permita a Maduro ganar tiempo.

Para ponerle fin al régimen chavista, el Grupo de Lima dice que, también como lo ha dicho Estados Unidos, el camino es llevar a cabo las tres etapas propuestas por Guaidó. Además, ha insistido que todo depende de las Fuerzas Armadas, que deben ponerse del lado de los venezolanos, quienes en su mayoría apoyan a la oposición.

No piensa lo mismo el Grupo de Contacto, que, como se ha explicado, cree que en tres meses se debe lograr el escenario predilecto para una negociación que conlleve a elecciones libres. Lo que implica, como mucha gente ha especulado, la creación de una nueva institución electoral. ¿Aceptaría el chavismo?

Señalados de darle oxígeno a Maduro, el hoy denominado “Modelo de Montevideo” busca que las partes se sienten a dialogar sin condiciones previas. Este escenario parece inviable, ya que las posiciones de ambos bandos están radicalizadas y se esperaría que pongan sobre la mesa una serie de puntos que demuestren voluntad de diálogo para negociar.

Una de las posibles concesiones que eventualmente podría dar el chavismo sería el desbloqueo de la ayuda humanitaria, que ya empezó a congregarse en un centro de acopio en el puente Tienditas, a pocos kilómetros de Cúcuta. Del lado de la oposición, se podría abogar por la suspensión momentánea de las sanciones económicas y diplomáticas contra del madurismo, que este jueves continuó con el congelamiento de las visas norteamericanas de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente del oficialismo.

Ningunos de los caminos parece tener mayor posibilidad de éxito de momento. El problema es que cada día que pasa le permite a Maduro reforzar su régimen. El tiempo juega en contra de la oposición.