El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha acusado a un agente del régimen iraní a quien el régimen le encargó dirigir una red de asociados criminales para promover los complots de asesinato de Irán contra sus objetivos, incluido el presidente electo Donald Trump.
Según informes del Departamento de Justicia, Farhad Shakeri, de 51 años, de Irán; Carlisle Rivera, también conocido como Pop, de 49 años, de Brooklyn, Nueva York; y Jonathon Loadholt, de 36 años, de Staten Island, Nueva York, están relacionados con el caso.
"Los cargos anunciados hoy ponen de manifiesto los continuos y descarados intentos de Irán de atacar a ciudadanos estadounidenses, incluido el presidente electo Donald Trump, otros líderes gubernamentales y disidentes que critican al régimen de Teherán”, dijo el director del FBI, Christopher Wray.
Rivera fue arrestado en Brooklyn, Nueva York, y Loadholt fue detenido en Staten Island, Nueva York, ayer. Shakeri sigue prófugo y se cree que reside en Irán.
"El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una organización terrorista, siguen atacando a nuestros ciudadanos, incluido el presidente electo Trump, en suelo estadounidense y en el extranjero", señaló el fiscal federal Damian Williams para el Distrito Sur de Nueva York.
Según la denuncia y otras declaraciones, el Gobierno de Irán está atacando activamente a ciudadanos de los Estados Unidos y sus aliados que viven en países de todo el mundo, a través de asaltos, secuestros y asesinatos, tanto para reprimir y silenciar a los disidentes críticos con el régimen iraní como para vengarse de la muerte en enero de 2020 del entonces comandante de la Fuerza Qods (IRGC-QF) del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), Qasem Soleimani.
De acuerdo con declaraciones hechas por Shakeri, un agente del CGRI que reside en Teherán, en entrevistas grabadas con agentes de la ley, ela organizacion también le encomendó la tarea de llevar a cabo otros asesinatos contra ciudadanos estadounidenses e israelíes ubicados en los Estados Unidos.
En particular, Shakeri ha informado a la policía que se le encargó el 7 de octubre de 2024 presentar un plan para matar al presidente electo Donald J. Trump. Durante la entrevista, el agente afirmó que no tenía la intención de proponer un plan para matar al magnate dentro del plazo establecido por el CGRI.
La Oficina de Campo de Nueva York de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y la División de Nueva York de la Administración para el Control de Drogas colaboraron en la investigación.