Cipriano Heredia, director de Ideas de Voluntad Popular -partido de Guaidó y López-, habló con este Diario. “Hemos avanzado muchísimo”, dijo y agregó que jefe de su colectividad ha dado un mensaje “contundente”

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EL NUEVO SIGLO: España le pidió a Leopoldo López que no hiciera política desde la Embajada. ¿No cree que el líder opositor se autoexcluyó?

CIPRIANO HEREDIA: Normalmente las embajadas piden este tipo de condiciones. Lo que está ahora exigiendo el gobierno de España no es algo extraño en el mundo diplomático. Ahora, ¿me preguntas si se autoexcluye? En lo más mínimo. Leopoldo dio un paso muy importante asumiendo unos riesgos enormes. Él pudo asilarse en cualquier embajada en la mañana  y prefirió unirse a Guaidó en la Carlota.

La declaración que hizo el jueves fue fundamental. Fue tremendamente orientadora de cómo se gestó todo este asunto, de que detrás de esto hay mucha más gente, de que esto no es improvisación, sino es un plan y de que el objetivo se va a dar. El mensaje fue dado y contundente.

ENS: ¿Cuál ha sido el papel que Voluntad Popular ha jugado en este proceso?, ¿ha sido un proceso que ha involucrado a toda la oposición o, principalmente, a su partido?

CH: En realidad las dos cosas no son incompatibles. Todo el proceso ha sido llevado y consensuado con todo los factores de la Unidad, sobre todos los que hacen vida en la Asamblea Nacional (Poder Legislativo).

Y, bueno, no es un secreto que a pesar de que el proceso ha sido puesto por toda la Unidad, obviamente Voluntad Popular (VP) ha jugado un papel clave. Juan Guaidó ha sido un presidente de la Asamblea Nacional que empezó hablar en un tono un tanto mucho más claro en lo definitivo al periodo que estaba empezando.

El hecho de que VP haya sido un partido tan perseguido le dio un matiz particular a la presidencia del partido en la Asamblea y a que el proceso sea liderado por Guaidó.

Ha sido un proceso de toda la oposición, toda estuvo de acuerdo en elegir a Guaidó presidente de la Asamblea, en llamar a Maduro “usurpador” y en aceptarlo como Presidente de Venezuela. Aquí no estamos en un pelea interna en qué hacer.

ENS: ¿Cómo ha sido la construcción del proceso transicional?

CH: La “Operación Libertad y el “cese de usurpación” fue una ruta concertada. Lo que teníamos claro desde finales de año era dos cosas: primero, que se iba a cumplir el acto de rotación y que se respetaría que VP iba a presidir la Asamblea; segundo, que el 10 (de enero) se iba a presentar una situación que habría que resolverse, habiendo desconocido el resultado del 1 de mayo, incluso Henri Falcón, la OEA, entonces, no hay otra posición coherente, era decir, que se acabó el periodo y no hay Presidente legítimamente reelecto.

Algunos hablaban que había habido un vacío de poder, otros que no se podía aplicar el Artículo 233 y, bueno, finalmente entre el 10 y el 23 de enero se tejió la solución, después de 10 días intensos y se diseñó la ruta. Además, se hizo una Ley de Transición.

Como toda lucha política, surgen imponderables, hemos tenido picos y aciertos, pero digamos que hemos avanzado muchísimo.

ENS: ¿Qué opina de aquellos que dicen que el proceso transicional se ha estancado?

CH: La Asamblea Nacional y el liderazgo político en general estaba sumido en una enorme crisis de credibilidad, tanto la Asamblea como institución como los políticos en lo individual, desde mediados de 2017 cuando no se pudo impedir la elección de la Constituyente (chavista) y, además, fuimos a elecciones regionales, lo cual fue visto como un error por el electorado opositor.

Sin duda alguna, Guaidó al asumir la presidencia de la Asamblea le imprime una nueva dinámica y logra reflotar el peso institucional que había perdido, a pesar de ser el único organismo legítimo.

Además de eso, él como figura individual vino a llenar un vacío enorme que había en el país, porque evidentemente en los años anteriores venían figurando como presidenciales (Leopoldo) López, (Henrique) Capriles, (María Corina) Machado y en algún momento (Antonio) Ledezma y, como todos sabemos, Lorenzo Mendoza, una suerte de candidatura creada.

Entonces Guaidó vino a llenar ese vacío. Otro gran avance, a través de su liderazgo, es haber vuelto a sacar a la gente a la calle. El posicionamiento de la Asamblea, el surgimiento de un nuevo líder creíble y haber llenado otra vez la calle de gente y recuperar la calle.

Lo último es que Juan Guaidó ha trazado una ruta. Se ha ganado no solo el reconocimiento de la Asamblea, sino además, haber sido reconocido por 56 países del mundo occidental, que son democráticos.

Ha logrado que comience lo más importante de todo: el quiebre de los sostenes del régimen. Que básicamente eran instituciones del Estado que habían respondido al Ejecutivo. En este momento, esa fisura está aumentando.

ENS: ¿Cuál es su explicación de que algunos militares hayan permitido que López saliera de su casa?

CH: Desde el 30 de abril se siente claramente cómo se aceleró el quiebre del régimen. Padrino ha quedado al descubierto, como que estaba en medio de una suerte de negociación clandestina. Lo cierto es que  parece que es evidente que estaba dispuesto traicionar a Maduro. El director del Sebin de repente aparece dimitiendo y mandando una carta pública y Leopoldo López logra salir de su casa formalmente indultado por Guaidó, pero incluso con la protección de quienes estaban encargados de su propia custodia, lo que evidencia una fractura en el Sebin también.