Como un “accidente trágico” que está investigando su gobierno calificó el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el bombardeo que realizó la noche del domingo contra dos objetivos de Hamás y que segó la vida a 45 civiles en un campo de desplazados en Rafah.
"En Rafah evacuamos a un millón de residentes que no están implicados y, a pesar de nuestros esfuerzos, ayer (domingo) se produjo un trágico accidente", declaró Netanyahu ante el Parlamento.
Según el ejército israelí, el bombardeo tenía como objetivo a milicianos de Hamás y los aviones lograron golpear "una instalación" del grupo islamista, matando a dos altos cargos. Sin embargo, desató un incendio en el mencionado lugar, dejando además de los fallecidos 249 heridos, según el ministerio de salud de la Franja de Gaza.
La Casa Blanca se declaró "impactada" por las imágenes del mencionado bombardeo donde murieron "palestinos inocentes".
“Hemos dejado claro que Israel debe tomar todas las precauciones posibles para proteger a los civiles", dijo un portavoz del Consejo de Seguridad, pese a reconocer que "Israel tiene derecho a atacar a Hamás, y entendemos que en el bombardeo murieron dos terroristas de alto rango".
Estados Unidos, junto al Ejército israelí y sus otros socios en la región, está comprometido en establecer qué ocurrió, agregó el funcionario.
"Las imágenes devastadoras del bombardeo de anoche en Rafah, en el que murieron decenas de palestinos inocentes, rompen el corazón", afirmó el funcionario.
La ONU pidió a Israel llevar a cabo una investigación "exhaustiva y transparente" sobre el bombardeo y Estados Unidos urgió al país a "tomar todas las precauciones para proteger a los civiles".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo en la red social X que "estas operaciones" deben "cesar" y el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, afirmó estar "horrorizado" por la noticia.
"Estamos investigando. Cualquier pérdida de vidas, de vidas civiles, es grave y terrible", declaró Avi Hyman, portavoz del gobierno israelí, asegurando que Israel "intenta limitar las víctimas civiles".
El bombardeo se produjo horas después de que Hamás disparara cohetes contra la ciudad israelí de Tel Aviv y otras zonas del centro de Israel. Las defensas aéreas israelíes derribaron a la mayoría de los cohetes y no se registraron víctimas.
Según la agencia de protección civil de Gaza, el bombardeo provocó un incendio que arrasó un campo de desplazados en el noroeste de Rafah.
El Comité Internacional de la Cruz Roja indicó que uno de sus hospitales de campaña estaba recibiendo una "afluencia de heridos en busca de atención por lesiones y quemaduras".
Tras el bombardeo, Hamás llamó a los palestinos a "levantarse y marchar" contra la "masacre" del ejército israelí.
Por otra parte, el Mecanismo de Evaluación e Investigación del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas israelíes, organismo militar independiente que investiga incidentes “inusuales”, abrió una investigación.
Tomer-Yerushalmi "ha ordenado al Mecanismo de Evaluación e Investigación del Estado Mayor Conjunto investigar el ataque de Rafá", indicó un comunicado militar oficial, que destaca que "las Fuerzas de Defensa de Israel lamentan cualquier lesión causada a quienes no participan en los combates".
El texto explica que la aviación israelí atacó anoche a "objetivos terroristas importantes" en Rafá, entre los que había altos cargos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) "responsables de ordenar ataques de miembros de Hamás en Judea y Samaria", nombre que da Israel a Cisjordania, incluidos "atentados mortales contra ciudadanos del Estado de Israel".
Este ataque se basaba en información de inteligencia y antes de su ejecución "se tomaron muchas medidas para reducir las posibilidades de hacer daño a personas no implicadas", tales como comprobaciones aéreas, el uso de armamento de precisión y otras medidas de inteligencia que "permitieron concluir que no se causaría daño a civiles no implicados".
El comunicado militar resalta que el ataque no fue en la zona humanitaria de El Mauasi y recuerda que se había pedido la evacuación de la misma en las últimas semanas.
Tomer-Yerushalmi ha participado previamente en el congreso anual del Colegio de Abogados de Israel celebrado en la ciudad de Eilat, donde ha calificado de "muy grave" lo ocurrido.