La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) discute su futuro y sus reformas con la presión de sus principales patrocinadores, que exigen un control del proceso por un órgano independiente.
A menos de tres meses del Congreso extraordinario electivo del 26 de febrero, en el cual se conocerá al sucesor del presidente Joseph Blatter, dimisionario y actualmente suspendido, la reunión del Comité Ejecutivo que se abrió el miércoles en Zúrich tendrá su momento estelar el jueves cuando se presenten las propuestas de reformas destinadas a restaurar la credibilidad de una institución sacudida por los escándalos de corrupción.
El martes, los principales patrocinadores acentuaron la presión en una carta abierta a una FIFA castigada por las sospechas. Pidieron que el proceso de reformas sea supervisado por una entidad independiente.
"Somos conscientes del trabajo positivo realizado por la Comisión de Reformas, pero creemos que todas las reformas deben ser supervisadas de manera independiente", escribieron en esa carta abierta Coca-Cola, McDonald's, Visa, AB Inbev y Adidas, algunos de ellos colaboradores históricos de la FIFA.
En ese contexto de tensión, el abogado François Carrard presentará el jueves las conclusiones de la comisión que preside y que se someterán a voto en el Congreso de febrero, pero antes deben ser aprobadas o enmendadas.
Entre las propuestas debería figurar la limitación a 12 años de los mandatos acumulados de un presidente y un máximo de edad de 74 años, así como un control de la integridad de los miembros del Comité Ejecutivo, la publicación de la remuneración del presidente y de los miembros del gobierno del fútbol mundial. También un reequilibrio de los poderes del Comité Ejecutivo.
Este paquete de reformas se inspira en gran medida en las propuestas presentadas desde julio por Domenico Scala, presidente de la Comisión de Auditoría de la FIFA y de la Comisión electoral.
Justo cinco años después de la controvertida atribución de la sede del Mundial-2022 a Catar, objeto de una investigación por parte de la justicia suiza, algunos dudan de la voluntad de la FIFA para efectuar una profunda y real renovación.
- Dudas sobre la comisión -
Han surgido dudas sobre el auténtico margen de maniobra de esta comisión de reformas, compuesta por 12 miembros nombrados por las confederaciones y salidos en su mayor parte del mundo del futbol, con la presencia en ella del secretario general de la UEFA Gianni Infantino, uno de los candidatos a la presidencia de la FIFA.
Carrard había anunciado a principios de septiembre que deseaba rodearse de un comité consultivo compuesto de cinco personas independientes, pero ese comité no se ha visto constituido hasta el momento.
El abogado suizo, exdirector general del Comité Olímpico Internacional (COI), del que supervisó el proceso de reformas tras un escándalo de gran amplitud, esperaba implicar a dos representantes de los patrocinadores en la reflexión, algo que no se dio finalmente.
"Si el Comité Ejecutivo aprueba esas propuestas muy rapido, eso significa que su contenido es insuficiente y no reformará gran cosa", dijo a la AFP un directivo de la FIFA. "Si por contra hay debate, eso es buena señal", apuntó.
- Sin Blatter ni Platini -
El Comité Ejecutivo de la FIFA se reúne sin Jospeh Blatter y sin uno de los vicepresidentes, Michel Platini, ambos suspendidos por 90 días por el pago controvertido de 1,8 millones de euros del presidente de la FIFA al de la UEFA en 2011, supuestamente por trabajos de asesoría realizados una década antes.
El presidente interino de la FIFA, mientras Blatter está suspendido, es el camerunés Issa Hayatou, patrón de la Confederación Africana de Fútbol.
Desde este miércoles, un nuevo miembro se sienta en el Comité Ejecutivo de la FIFA, el brasileño Fernando Sarney, de 60 años y vicepresidente de la Confederación Brasileña de futbol (CBF). Sucede a su compatriota Marco Polo Del Nero.
La reunión del Comité Ejecutivo se seguirá de una conferencia de prensa el jueves a las 13h30 GMT, con la presencia de Hayatou y Carrard.