En un fallo que marca un hito en la protección de las víctimas de violencia de género, el Juez 49 de Control de Garantías envió a prisión a Duván Ardila por el secuestro de Lenis Paola Martínez, funcionaria de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial.
La decisión judicial se fundamenta en la gravedad de los hechos y el inminente riesgo de feminicidio que representaba la víctima.
El caso, ocurrido el 21 de enero de 2025 en Bogotá, reveló una escalofriante historia de violencia extrema. Ardila, junto con dos cómplices, secuestró a Lenis de su propio apartamento, dejando a sus dos hijos menores amordazados. Los criminales tenían un plan aún más macabro: planeaban incendiar a la mujer utilizando una botella de gasolina que habían introducido previamente en otra vivienda ubicada en Suba.
Durante las 12 horas que duró el secuestro, Lenis fue sometida a vejámenes brutales. Su expareja la roció con gasolina, extendiéndola desde su ombligo hacia abajo, causándole quemaduras. La víctima, en un acto de valentía, logró enviar un mensaje de voz de cinco segundos que fue crucial para su rescate.
El juez fue enfático al señalar que no podía esperarse a que ocurriera una tragedia para actuar. En su pronunciamiento, destacó que la medida de aseguramiento en centro carcelario es no solo necesaria, sino urgente para cesar el riesgo latente contra Lenis.
Aplicando el principio de progresividad, el juzgado determinó que ninguna medida menos restrictiva sería suficiente para proteger a la víctima. La decisión judicial subraya la conducta inequívocamente dirigida a ocasionar daño a Lenis Paola Martínez. El magistrado advirtió que, de no mediar una intervención inmediata, el riesgo de feminicidio era inminente. La captura en flagrancia interrumpió lo que potencialmente podría haber sido un desenlace trágico.
Es importante resaltar que Lenis había denunciado previamente las amenazas de su expareja, sin que las autoridades hubieran tomado medidas efectivas de protección