CARLOS FERNANDO Galán, alcalde electo de Bogotá, reveló una revisión exhaustiva del Pico y Placa en la capital, con miras a transformar por completo el modelo actual. En un intento por abordar los desafíos persistentes de movilidad y mitigar los efectos económicos adversos, el alcalde electo propone una revisión completa de la restricción vehicular.
“Vamos a hacer unos estudios técnicos que nos permitan determinar si el pico y placa puede ser modificado para que sea en hora pico y no durante todo el día”, afirmó Galán, enfatizando la necesidad de eficiencia en las herramientas para enfrentar la congestión vehicular sin descuidar el desarrollo económico de la ciudad.
Actualmente, el Pico y Placa opera desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche, restringiendo la circulación en días pares e impares según el último dígito de la placa. La propuesta de Galán sugiere un cambio significativo, limitando la restricción a las horas de mayor afluencia vehicular, una medida que podría alterar fundamentalmente la dinámica del tráfico en la ciudad.
“La ciudadanía está esperando resultados rápidos, pero ¿qué se puede hacer para eso? La respuesta es gestión del tráfico”, declaró Galán en el marco del Congreso de la CCI. Además, destacó que la revisión del Pico y Placa es solo una pieza de una estrategia más amplia que incluirá medidas destinadas a impulsar el desarrollo económico a través de la obra pública.
En términos concretos, Galán mencionó proyectos clave que marcarán los próximos cuatro años, entre ellos la continuación y finalización de la línea 1 del metro, el avance en la segunda línea y la estructuración completa de la línea 3. Estos proyectos forman parte de una visión integral para enfrentar los retos de movilidad y reactivar la economía de Bogotá.
Expertos sostienen que lo que pasa con el tráfico en la capital es el resultado de no haber tomado medidas eficaces en el momento indicado, que se cruzan hoy con el amplio frente de obras, sumado a un sistema de transporte inadecuado y al déficit de infraestructura vial.
En resumen, el anuncio de Carlos Fernando Galán marca el comienzo de una discusión crucial sobre la movilidad urbana en Bogotá, anticipando cambios sustanciales que podrían redefinir la forma en que los ciudadanos se desplazan por la capital colombiana. La revisión del pico y placa se perfila como una pieza clave en el rompecabezas de la administración de Galán, que busca equilibrar la eficiencia en el tráfico con el estímulo económico a través de la infraestructura urbana.
11 cambios en 24 años
El Pico y Placa ha sido una de las medidas de regulación vehicular más polémicas desde su creación. EL NUEVO SIGLO hace un recorrido por los cambios que ha tenido esta medida desde su creación.
En 1998 fue implementado por primera vez el Pico y Placa en Bogotá luego de tomar como referencia el modelo aplicado en México en el año 1989. Pese a que la medida se aplicó en la ciudad con el fin de reducir la cantidad de vehículos que transitaban por las calles, con el tiempo y paradójicamente ha generado mayor congestión en las vías.
Esta medida ha estado marcada por la gestión de tres alcaldes: Enrique Peñalosa, Gustavo Petro y Claudia López.
En la primera administración de Enrique Peñalosa, la medida se implementó con el objetivo de mitigar la congestión vehicular provocada por la construcción de la primera fase de Transmilenio, otro de los proyectos liderados por Peñalosa.
En ese momento, la restricción aplicaba en horas de la mañana entre las 6:00 a.m. y las 10:00 a.m., y en las tardes desde la 1:00 p.m. hasta las 9:00 p.m. La restricción provocó que aproximadamente 240.000 vehículos estuvieran detenidos.
A consecuencia, las cifras de ventas de carros aumentaron por parte de los conductores que no querían verse afectados con la medida, y con ello, la cantidad de vehículos transitando por la ciudad.
En el año 2002, durante la administración de Antanas Mockus, se evidenció el que sería el primero de múltiples cambios. Se implementó la rotación anual de días y se amplió la restricción a 5 horas.
No obstante, el siguiente cambio generó mayor impacto. En el año 2009, durante la alcaldía de Samuel Moreno y en medio de protestas por el incumplimiento de promesas de su campaña, se efectuó la ampliación del Pico y Placa a 14 horas. Al parecer, la decisión habría tenido como razón principal el inicio de las obras de la fase III de Transmilenio.
Para la fecha, no solo continuó aumentando la compra de carros, sino que también de motocicletas.
Implementación del esquema actual
En julio del año 2012, bajo la administración de Gustavo Petro, se aplicó el tercer cambio en el Pico y Placa. Se adoptó el esquema de pares e impares y el otrora alcalde redujo el horario de 14 horas a 7 horas.
Este ha sido hasta el momento el modelo que ha generado mayor aceptación en los residentes de Bogotá. No obstante, teniendo en cuenta que hay meses de 31 días, los vehículos con placas terminadas en número impar estaban obligados a cumplir la restricción durante dos días seguidos o más.
Posteriormente, Gustavo Petro eliminó la medida de pico y placa en la zona sur de la ciudad, sin embargo, en el año 2013 la decisión fue revocada por ser contraproducente para la movilidad de la zona. El modelo continuó sin cambios durante el resto de su gestión como alcalde.
Pico y Placa en pandemia
Durante la administración de Claudia López, actual alcaldesa de Bogotá, se desarrolló la pandemia originada por el Covid-19. A consecuencia, la mandataria levantó la restricción vehicular hasta septiembre del año 2020.
A partir de la fecha en cuestión, la Secretaría de Movilidad de Bogotá anunció el regreso de la restricción de lunes a viernes de 6:00 a.m. a 8:30 a.m. y de 3:00 p.m. a 7:30 p.m. A su vez, se realizó el lanzamiento del ‘Pico y Placa Solidario’ y el ‘Carro Compartido’.
El Permiso Especial de Acceso a Área de Restricción Vehicular (Peaarv) o ‘Pico y Placa Solidario’ contempla el pago de una tarifa para circular libremente por la ciudad. Para el año 2020 el aporte por semestre fue de $ 2.066.200, recursos que entraron a financiar el sistema integrado de transporte público.
Entre enero y abril de 2023, el grupo de placas restringidas se distribuiría de la siguiente manera: en los días pares podrán circular los vehículos cuya placa termine en 6, 7, 8, 9 y 0, y en los días impares podrán circular los terminados en 1, 2, 3, 4 y 5.
Además, se mantendría la excepción para vehículos híbridos y eléctricos, así como para los de transporte público. Con esta nueva distribución, también se buscaba ofrecer diversidad en las posibilidades de circulación durante todo el año para el parque automotor en el Distrito.