UNA ESCALADA terrorista ejecutó en las últimas horas el Estado Mayor Central en el suroccidente del país, esta vez en Cauca, en Morales y Suárez; así como en Valle, en el municipio de Jamundí, que dejó dos policías muertos y tres heridos, así como seis civiles heridos. De esta forma las disidencias de las Farc retan de nuevo al Gobierno y afecta a la población civil, después de que el presidente Petro suspendió el pasado 17 de marzo el cese el fuego en estos departamentos, así como en Nariño, por los incumplimientos de este grupo armado.
Tras la embestida de las disidencias el presidente Petro relevó de su cargo al comandante del Ejército, el general Luis Ospina, quien estaba en el cargo desde el principio de este Gobierno. Sus funciones serán asumidas por el general Luis Emilio Cardozo.
Desde el rompimiento del cese del fuego en los tres departamentos el Ejército adelanta una ofensiva contra las disidencias, especialmente en el Cauca contra las estructuras Dagoberto Ramos y la Jaime Martínez. El grupo delincuencial ha respondido con ataques en distintos municipios contra la Fuerza Pública y afectando a la población civil.
Como se recuerda, la semana pasada en Cauca un niño que era transportado por su madre en una motocicleta −que alquiló− perdió la vida en la vía que une a Corinto con Miranda, cuando quedaron en medio de un atentado con explosivos ejecutado por las disidencias. El fin de semana el conductor de la moto no resistió a las heridas y falleció, mientras que la mujer se encuentra en grave estado y es atendida en una clínica de Cali.
Ataques en Cauca
En la mañana de ayer, las disidencias atacaron por más de dos horas con disparos y explosivos la estación de policía del municipio de Morales, Cauca. Los irregulares también destruyeron con explosivos los accesos viales a la localidad.
Los policías resistieron desde la estación el ataque de las disidencias, sin embargo, desafortunadamente en el cruce de fuego perdieron la vida los intendentes Jaime Calderón y Diego López tras los ataques a la estación en Morales. También tres uniformados que resultaron heridos los trasladaron a centros asistenciales de Popayán.
El comandante de las Fuerzas Militares, el general Helder Giraldo, una vez se conoció esta acción de las disidencias ordenó el despliegue de fuerzas especiales en Morales. “Las tropas y vehículos blindados se encuentran en el casco urbano del municipio para contrarrestar estas acciones, las cuales están siendo apoyadas desde el aire con aeronaves artilladas de la Fuerza Aérea”, dio cuenta la Tercera División del Ejército.
El Ejército informó que uno de los helicópteros que se aproximaron para repeler la embestida terrorista fue impactado. También informó que un cajero del Banco Agrario fue asaltado por integrantes de las disidencias, del que habrían sustraído cerca de $50 millones.
El gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, dijo que “la opción de paz se diluye con las balas, el odio y el resentimiento de los actores armados en nuestro territorio”. Añadió que “necesitamos con urgencia intervención internacional y buscar el diálogo con un cese bilateral”.
Las disidencias también hicieron un hostigamiento contra la Fuerza Pública en el municipio de Suárez, vecino de Morales.
El general Giraldo advirtió que las Fuerzas Militares incrementarán sus acciones a fin de devolverle la tranquilidad a las comunidades del Cauca: “Es nuestro deber y vamos a arreciar a través de operaciones ofensivas contra los integrantes de estas tres estructuras terroristas de la Jaime Martínez, de la Carlos Patiño y de la Dagoberto Ramos. Pido a la población civil que, por favor, nos colaboren con información que permita anticiparnos a las amenazas terroristas”.
En Valle
Las disidencias atacaron también en el municipio de Jamundí, Valle, haciendo estallar una moto cargada con explosivos cerca de un hotel en donde se encontraban hospedados los nuevos uniformados que llegaron a la población para reforzar la seguridad. Como consecuencia, dos policías y tres menores de edad resultaron heridos.
La alcaldía de Jamundí señaló en un comunicado que “la explosión fue atendida de manera inmediata por las fuerzas especiales, quienes identificaron dos policías con lesiones leves. Estos oficiales están siendo atendidos en el hospital piloto de Jamundí y se encuentran fuera de peligro”.
La administración municipal rechazó el acto de violencia y aseguró que: “Los violentos no amedrentan nuestro territorio y reiteramos nuestro compromiso con la seguridad y el bienestar de la comunidad de Jamundí”.
Así mismo, las disidencias hostigaron la estación de la Policía del municipio de Dagua, en donde en algunos colegios los niños se resguardaron en sus salones.
La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, pidió al Gobierno una estrategia para retomar el control del orden público en el suroccidente del país.
“Presidente, como lo he venido diciendo, el suroccidente colombiano requiere de una estrategia unificada para retomar el control institucional. El Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Chocó, deben ser tratados en conjunto desde el Gobierno central”, dijo la mandataria departamental.
¿Qué dice el Gobierno?
Tras la escalada terrorista de las disidencias este fin de semana el presidente Gustavo Petro dijo que “la ofensiva contra el EMC en el Cauca es total”. Agregó que “es inaceptable la situación en el Cauca. No toleraremos que se siga atemorizando a la población con atentados terroristas. Le he pedido al ministro de Defensa que se desplace de inmediato con toda la cúpula militar al Cauca y se instaure un consejo de seguridad permanente”.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo que “el Gobierno nacional deplora los hechos que se han producido desde el viernes en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, producto de la acción criminal de la estructura Jaime Martínez, del Estado Mayor Central”.
En tanto que el ministro del Interior, quien es nacido en el Cauca, dijo en W Radio que “es miserable lo que están haciendo estas disidencias de las Farc con las que estamos en guerra y con las que rompimos el cese al fuego. Es una guerra donde ha habido golpes muy fuertes por parte y parte, se les han capturado cabecillas. Hay equipos con qué responder, pero cuando usted hace un ataque, pues no se espera cuatro más”.
Recuadro
Cambio del comandante del Ejército
El Gobierno le habría pasado cuenta de cobro al general Luis Mauricio Ospina, hasta ayer comandante del Ejército, al parecer por algunos errores estratégicos y por una equivocación en la que incurrió el jefe de Estado por la investigación que se adelanta por algunos faltantes en municiones y otros elementos.
El general Ospina Gutiérrez con una exigente experiencia militar de más de 35 años en la institución en los que ocupó altos cargos, entre ellos director de la Escuela Superior de Guerra, se vio salpicado por unos escándalos e investigado por los organismos de control por cuanto habría utilizado el servicio de inteligencia militar para su beneficio.
Se conoció que el jefe militar habría ordenado al servicio de inteligencia militar seguir al profesor de inglés de su esposa e investigarlo para establecer su procedencia y a que otras labores se dedicaba.
La Procuraduría General de la Nación dijo que el oficial, al parecer, habría abusado de sus funciones al utilizar los servicios de inteligencia para fines personales.
El alto oficial también estuvo involucrado en un escándalo en Tierralta, en Córdoba y además fue citado por el ente acusador para declarar lo que sabía el Ejército Nacional sobre un supuesto plan de la guerrilla del Eln para atentar contra el entonces fiscal, Francisco Barbosa.
Fuentes castrenses y generales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares afirmaron que el nuevo comandante del Ejército Nacional, mayor general Luis Emilio Cardozo Santamaria, es un oficial ampliamente reconocido y de una trayectoria excepcional a lo largo de su vida militar.
Cardozo Santamaria salió de las filas del Ejército Nacional cuando asumió como jefe de Estado, Gustavo Petro y se produjo un “remezón” en las Fuerzas Militares.
Sin embargo, las fuentes castrenses y generales de la Reserva Activa consultados, afirman que la designación del general Cardozo Santamaría “es un mensaje negativo para los altos mandos, porque se podría afirmar que esa decisión permite colegir que hay desconfianza en la línea de mando. Es muy delicado para los que están en la línea de mando con el uniforme puesto”.