De acuerdo con la Contraloría Distrital, entre enero y julio en Bogotá se ejecutaron $26.9 billones de los $50.2 billones programados para ese lapso de tiempo, lo que representa el 53.6% del total del presupuesto. Así mismo, la Agencia para la Educación Superior ATENEA (2.3%), la Empresa Metro (29%) y el IDU (36%) figuraron como algunas de las entidades con menor ejecución presupuestal.
De acuerdo con una evaluación de la Contraloría de Bogotá, la baja ejecución en esas tres entidades evidencia problemas de gerencia, de tamaño y complejidad de algunas obras, falta de planeación y estructuración de los proyectos, entre otros hechos.
Otras entidades cuya ejecución presupuestal se encuentra en nivel bajo para esta segunda mitad del año son el Fondo de Prestaciones Económicas (37.7%), la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico (38.3%), la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano (43%) y el IDRD con el 43.2%.
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La Contraloría de Bogotá llama la atención sobre esta baja ejecución dado que esta situación retarda la entrega de proyectos que la ciudadanía tanto require, sobre todo en infraestructura.
“Con el aplazamiento de obras y los fenómenos inflacionarios como los actuales, se afectan los precios de los insumos, la calidad de las obras y por ende la confianza de la ciudadanía y la percepción del accionar del estado. Adicional a lo anterior, se pierde o aplaza el efecto multiplicador de la inversión pública en la economía”, explicó Lina Raquel Rodríguez, Directora de Estudios y Economía Pública de la Contraloría de Bogotá.
Por otro lado, la Contraloría encontró que Capital Salud EPS con 90.3%, la Subred Sur con 80.6%, el Instituto Distrital del Patrimonio con 78.2% y el Instituto Distrital de Protección Animal con 77.5% aparecen al cierre de julio como las entidades con mejores resultados de ejecución.
El ente fiscalizador indicó que es importante que la Administración Distrital cumpla con el principio de anualidad en la ejecución de los recursos asignados porque esto incide directamente en el fortalecimiento y mejoramiento de la calidad de vida de los bogotanos.