El promedio del uso de tapabocas está en el 98% | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo/Diana Rubiano
Jueves, 1 de Octubre de 2020
Redacción Bogotá

Desde las semanas previas al inicio del aislamiento preventivo, la Dirección de Cultura Ciudadana de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte comenzó a monitorear y comprender los comportamientos y factores socioculturales que impactan las medidas de autocuidado, lo que ha demostrado ser altamente efectivo.

De hecho, Henry Murrain, director de Cultura Ciudadana de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, reveló ayer que “desde el 12 de marzo hasta hoy, hemos realizado 23 ejercicios de medición con 19.435 encuestas virtuales, 8.530 sondeos en calle, 847 entrevistas en campo y casa, y 12.969 encuestas telefónicas. Adicionalmente, se han realizado 41.311 observaciones en territorio”.

En este sentido, los conteos en calle realizados desde mayo del presente año, que resaltan un ejercicio constante y juicioso por parte de la ciudadanía en el uso de tapabocas, revelan que en diferentes partes de la ciudad los promedios de uso se encuentran entre el 97% y el 98%.

El esfuerzo realizado por la Dirección de Cultura Ciudadana ha estado respaldado por la rápida adaptación de los equipos del Distrito para dar respuesta efectiva a una coyuntura difícil, desarrollando nuevas metodologías de medición, generando un trabajo interinstitucional con múltiples entidades del distrito y alcaldías locales.

Para Murrain “este ejercicio conjunto ha permitido visibilizar y celebrar la gran capacidad de adaptación y el alto nivel de compromiso por parte de los habitantes de Bogotá para modificar sus comportamientos habituales y para colaborar en esta crisis colectiva”.  

Sin duda, ante el panorama actual de reapertura de la ciudad y sabiendo que la mejor manera de cuidarnos es seguir poniendo el foco en las cifras y en el aprendizaje colectivo, no nos queda más por decir sino: “Gracias Bogotá, no bajemos la guardia”, puntualizó Murrain.

Entre los datos periódicos que se han analizado están la percepción de riesgo de contagio, percepción y cumplimiento a las medidas de aislamiento, uso de medidas de autocuidado, dificultades económicas y familiares de los ciudadanos, emociones frente a la coyuntura, creencias sobre el virus, observaciones al uso del tapabocas y la toma de distanciamiento físico, entre otros.

Todo ello ha permitido el desarrollo de una pedagogía efectiva sobre cuidado personal y mutuo, y la toma de decisiones sobre aperturas, decretos y restricciones focalizada para los lugares, tipos de población y problemáticas más relevantes.