En los ya prácticamente cuatro meses de este año, el Concejo de Bogotá ha aprobado seis acuerdos de ciudad. Considerando que el promedio anual está entre los 30 y los 35, el 2022 se ubica dentro del promedio pero, más allá de contemplar el factor numérico, ¿qué tan útiles son realmente para la capital?
Para responderse a estos cuestionamientos, EL NUEVO SIGLO habló con cinco concejales de diferentes bancadas, y todos ellos coincidieron en dos cosas: la primera de ellas, que no es tanta la efectividad de la mayoría de los proyectos de Acuerdo que logra sacar adelante el cabildo; y la segunda, que es evidente que en estos momentos el Concejo está más enfocado en hacerle control político a la Administración Distrital, “pues Bogotá atraviesa una crisis como nunca antes”.
El promedio de acuerdos que se aprueban en el Concejo de Bogotá va entre 35 a 40 por año, “así que seis acuerdos está dentro del promedio. Podría ser un poco bajo pero es el promedio habitual que tiene Bogotá”, advirtió el concejal del Partido Conservador, Nelson Cubides, quien llamó la atención sobre los proyectos de ciudad de hondo calado, que consumen buena parte de los recursos del Concejo de Bogotá para lograr sacarlos al otro lado.
“Hay proyectos que consumen mucho tiempo y que restringen tanto la posibilidad de tener debates, como los tiempos individuales para adelantar acuerdos de ciudad. Por ejemplo, el debate al reglamento nos llevó casi tres semanas y eso evitó que una comisión como la de Gobierno pudiera debatir sobre proyectos de acuerdo. Y lo mismo está pasando con Región Metropolitana. Estamos a la baja pero ello obedece a estos dos proyectos, más que por los debates de control político”, indicó a EL NUEVO SIGLO el concejal Cubides.
Otro de los factores que ha incidido sobre el número de acuerdos de ciudad que se han sacado adelante en lo corrido de este año se ha debido, indicó en su interpretación la concejal del Centro Democrático, Diana Diago, a que estamos en año electoral, “aunque ahorita es que se van a comenzar a dar los debates duros”, aludiendo a la discusión del ingreso de Bogotá a la Región Metropolitana. También refirió que esta es una Administración que no ha sido muy prolífica a la hora de presentar proyectos de Acuerdo.
“No hay mucho material relevante para discutir en estos momentos y sin duda estamos mucho más fuertes en control político. Creo que ha sido bueno pero tampoco ha sido rico. Ahora, yo creo que estos dos años de Administración ya pesan. Llevamos dos años y cuatro meses y Bogotá no avanza. La agenda la ha puesto la delincuencia, las basuras, el vandalismo, los trancones, y yo creo que este es el momento de decirle con más fuerza a esta Administración: “Hagan algo”. Es que solo queda un año y medio. Solo en esta Bogotá cuidadora la gente no puede pagar sus impuestos. ¿A dos años y medio ya prácticamente de Gobierno, uno qué excusas puede sacar?”, le dijo a este medio de comunicación la concejal del Centro Democrático.
“Tenemos que pisarle el acelerador al control político pero aún así no sé qué tanto vaya a funcionar. Nosotros no estamos viendo a una Administración comprometida que quiera cambiar y que sea consciente de lo mal que estamos. Dicen que la inseguridad es una percepción, no se percatan de que hay zonas enteras de Bogotá nadando en basura. El viernes de la semana pasada le hicimos un debate a ese tema y la directora de la Uaesp no apareció porque estaba en comisión en Bucaramanga”, finalizó diciendo la cabildante Diago.
Más control político
Por la misma línea de análisis, la concejal de la Alianza Verde, Lucía Bastidas, coincidió por completo en los dos puntos centrales que planteó la concejal Diago: los debates no han sido muchos y deberían ser más, y que la Alcaldía no escucha.
“La labor más importante que tiene el Concejo, más allá de los proyectos de ciudad, es el control político. En términos generales, el ritmo que ha tenido el control político en estos 28 meses ha sido débil y deficiente, y tenemos que acelerar el ritmo en todo: en lo normativo, pero sobre todo en el control político”, le dijo a EL NUEVO SIGLO la cabildante de la Alianza Verde.
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Añadió que la ciudad va mal, lo que ha hecho que la ciudadanía también se cuestione qué es lo que está haciendo la corporación, pero de acuerdo con ella sí es imperativo enfocarse más en el control político para que el gobierno Distrital redireccione el camino y para que escuche.
“Porque lo que hemos visto es que hacemos control político pero no se instauran cambios. ¿Sacar proyectos de acuerdo solo para que tengamos más puntos cuando nos evalúan? Los acuerdos del Concejo son débiles y no tienen mucha trascendencia. Hay que acelerar el ritmo para que haya mejoras en la ciudad. Y si un proyecto de Acuerdo contribuirá a eso, perfecto. Estamos atravesando el peor momento de los últimos 30 años de la ciudad: basuras, inseguridad, inmovilidad y angustia: necesitamos sacar propuestas y que el gobierno escuche”, finalizó diciendo la cabildante Bastidas.
En esto también coincidió por completo la concejal de la coalición de Colombia Humana-UP-MAIS, Heidy Sánchez, quien cree que el Concejo debería concentrarse principalmente en el tema del control político, puesto que la mayoría “por no decirte que el 99% de los acuerdos de ciudad”, no tienen impacto fiscal, viabilidad e incidencia para la ciudadanía “y muchos de ellos lo que terminan haciendo es desgastar al Concejo de Bogotá”.
“Nuestra corporación debe enfocarse en los debates de control político. Muchos no se han cerrado porque después de la una de la tarde no hay quórum; o porque los colegas cuadran su agenda para visitar a la comunidad después de la una de la tarde, no se declara sesión permanente y hasta ahí llega el debate”, indicó a este medio de comunicación la concejal Sánchez.
Precisó que se dificultan, pero que precisamente por eso el Concejo debería estar más concentrado en sacarlos adelante y en hacerle un control permanente a la Administración Distrital. El Concejo debería tener mayor relevancia y peso en términos del control político, y sobre todo porque son proyectos profundamente inanes en la mayoría de los casos”, finalizó la concejal de Colombia Humana.
Por último, el concejal de Cambio Radical, Rolando González, dijo que el Concejo le está dedicando mucho tiempo al control político, en la medida en que la ciudad está atravesando un momento complicado. “La ciudad está enfrentando unas circunstancias adversas y la mayoría del tiempo lo hemos dedicado a sacar delante debates de control político”, indicó a esta redacción González, quien añadió que el Cabildo adelantará una moción de censura a la secretaria de planeación, María Mercedes Jaramillo.
Otros acuerdos de ciudad
Además de la modificación al reglamento del Concejo, otro acuerdo de ciudad sancionado este año está relacionado con desarrollar una política pública para el peatón; otros tratan sobre la intervención de los canales de Bogotá; la promoción de la construcción y adecuación de cruces seguros, y sobre la promoción del uso del cannabis medicinal.