Financiación Dependiente al Ingreso, apuesta para educación | El Nuevo Siglo
Foto Anadolu
Sábado, 14 de Abril de 2018
Mario F. Hurtado
Colombia le apuesta a un nuevo modelo para financiar la educación superior. Un sistema solidario y contributivo que comenzó en Suecia, y se generalizó en Australia.

_________

EN CUARTO debate en el Congreso, la ponencia sobre Financiación Contingente al Ingreso fue aprobada para implementarse a partir de enero de 2018. Representa un cambio en las formas cómo se financia la educación superior. Y rompe con el esquema tradicional de créditos que ha sido criticado en los últimos años por el tema de las deudas contraídas por miles de jóvenes con el Icetex.

 

¿Qué es?

Es un modelo que se extendió en Australia en la década del ochenta del siglo XX. En la cual el Estado le financia la educación superior a los que requieren recursos para poder estudiar. Cuando se gradúan y comienzan a trabajar entregan un porcentaje de sus ingresos para que otros jóvenes puedan estudiar.

No es un crédito, no es una deuda, es un sistema contributivo. El que se benefició de la educación y recibe ingresos aporta para el fondo. Si el beneficiario no consigue trabajo no tiene que pagar la contribución. De ahí que la traducción del inglés al español no sea correcta. El nombre en inglés es ICL (Income Contingent Loans) y se ha traducido contingente pero realmente es dependiente. Es la Financiación Dependiente al Ingreso. Si la persona no gana no paga, si gana más de dos salarios mínimos paga un porcentaje básico y mientras más gana, más aporta al sistema.

El objetivo, valorar lo que cuesta la educación de calidad y cómo si alguien se ha beneficiado con ella, pueda desarrollar el sentido de la solidaridad y facilitar que otras generaciones lo puedan hacer.

En los estudios que se han hecho sobre la deserción en la educación superior, se ha evidenciado que no es sólo el pago de la matrícula lo fundamental. El sostenimiento es clave. Muchos jóvenes no ingresan o abandonan los estudios por no contar con los recursos para alimentación, transporte o materiales de trabajo. En el nuevo modelo de financiación está incluido como parte del sistema.

 

Las críticas y los mitos

Se ha generado desinformación sobre el nuevo sistema y se hacen señalamientos falsos a respecto. El primero afirmar que es un crédito, que pretende acabar con la educación púbica. El sistema que se ha implementado en más de 25 países en los últimos 30 años, tiene diferentes variables. En la mayoría la contribución es por un tiempo determinado, en otros es para áreas específicas. Pero no es cierto que si la persona fallece la deuda continúe. Porque si la persona no trabaja o no gana, no paga.

La mayoría de las críticas se hacen desde el desconocimiento de lo que cuesta financiar la educación superior. El sistema colombiano es mixto, casi un 50% de la matrícula es pública y el otro 50% privada. Eso quiere decir que la primera se financia con los recursos que el Estado debe conseguir para su funcionamiento. En la misma los estudiantes pagan en promedio el 10% de su matrícula. Mientras que en sistema privado las familias del estudiante pagan en promedio el 90% de los costos de matrícula, eso hace que miles tengan que endeudarse para poder estudiar. Si el sistema se convierte en contributivo, los aportes irán al fondo para ampliar el acceso y la permanencia.

En algunos debates no se es consciente que se requieren los recursos para financiar y que se debe pensar en su consecución.

 

¿Y las universidades púbicas?

Ven en el sistema una forma de financiar más y mejores programas de posgrado. En el pregrado no les parece interesante porque la mayoría de la financiación la entrega directamente el Estado. Sin embargo, un problema serio que tienen los estudiantes de las universidades públicas es conseguir los recursos para mantenerse: materiales, alimentación transporte, vivienda. Por eso Financiación Dependiente al ingreso se convierte en una oportunidad para garantizar la permanencia y evitar la deserción en las IES de calidad.

 

El compromiso con la educación

Justo en campaña presidencial es necesario pensar en formas para financiar la educación superior. El país necesita aproximadamente 17 billones de pesos adicionales para completar el sistema de educación superior. Financiación Dependiente al Ingreso puede ser uno de los sistemas. Por eso, es importante conocerlo, analizarlo con cifras y datos y apoyarlo. Que no ocurra lo de siempre, que las acciones se politizan ideológicamente  y no se permite la implementación de políticas o programas que pueden dar buenos resultados.

(*) Mario Hurtado es especialista en educación. Twitter: @hurtadobeltran  “La opinión del autor no refleja necesariamente la posición del medio y es responsabilidad exclusiva del que la escribe”