Tras intensas negociaciones en Bogotá y luego de que el gobierno Petro anunciara que con los aviones franceses Rafale se cambiaría la flota de las aeronaves de combate Kfir, una renovación necesaria por su obsolescencia, el Gobierno nacional informó que fracasó dicha transacción.

El Gobierno tenía plazo para cerrar la misma hasta el 31 de diciembre, pero las partes no llegaron a ningún acuerdo, por lo que el proceso para autorizar la renovación de la flota aérea de combate debe surtir, de nuevo, todo el trámite.

En primera instancia el presidente Gustavo Petro afirmó que venció la vigencia del documento emitido por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) que autorizaba los recursos con los que se pretendía adquirir los aviones de guerra.

El vencimiento

A través de sus redes sociales el jefe de Estado escribió: "Para claridad de la opinión pública el Conpes del que habla el ministro de Defensa para la compra de aviones por casi US$650 millones fue firmado por el anterior gobierno", explicó. "Ha perdido su fuerza legal este 31 de diciembre", reafirmó.

Luego el ministro de Defensa, Iván Velásquez, corroboró la información y afirmó que será tema del Consejo de Ministros y un nuevo Conpes.

"No logramos finiquitar ni con franceses (Dassault), ni con suecos (Saab) la compra de aviones de combate", informó el ministro, en entrevista con Caracol Radio.

Una vez se decida, como ya se había hecho, que cambiar la flota de combate es una medida necesaria y no da más espera, deberá nuevamente abrirse la licitación y cumplir todo el proceso.

Velázquez aseguró que, pese a que habían avanzado los diálogos con los franceses para la adquisición de los aviones, e incluso con los suecos, no habría sido posible dicha negociación debido a que el presupuesto del Conpes permitía la compra de unos primeros aviones, pero ellos le apostaban a la compra completa de los 16 aviones dispuestos dentro del sistema de defensa nacional.

También indicó que aspectos técnicos y la entrega parcial o total de los equipamientos en los aviones, además de la limitación en el tiempo de negociación, fueron otras de las razones que impidieron concretar un acuerdo con uno de los tres países.

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Reacciones políticas

Líderes políticos reaccionaron a este anuncio que cuando se hizo hace unas semanas causó polémica por considerarse que había sido una decisión apresurada. Ahora, según expresan, se podrá hacer el proceso con transparencia, evaluando las mejores opciones y su costo.

Entre los primeros pronunciamientos por la noticia, el senador Ariel Ávila informó que es necesario comprar nuevos aviones para reemplazar la flota de Kfir, al señalar que su ciclo de vida terminó.

"Hay que comprarlos hoy, en un año, cuatro, cinco o 10 años, pero hay que reemplazar la flota de Kfir, que es muy vieja y repotencializarla cuesta mucha plata", dijo el congresista.

Sin embargo, agregó Ávila que el contexto actual en el país no le daba el suficiente respaldo al Gobierno para continuar con el proceso: "La presión política, lo que había dicho el gobierno de Gustavo Petro, creo que merecía una discusión más a fondo para la tranquilidad del país", dijo el congresista.

Del mismo modo, el excongresista Jorge Enrique Robledo, del partido Dignidad, expuso “que Gustavo Petro haya aplazado compra de aviones que Colombia no necesita es un triunfo del repudio ciudadano. Pero es muy malo que siga con el proyecto de comprarlos, en mayor número y más plata e inevitablemente con dinero recaudado de la reforma tributaria. ¡Qué siga el rechazo!”, concluyó.

Otro de los que dio su visto bueno fue el senador Humberto de la Calle: "Un alivio que se haya caído la compra de aviones. Cualquiera sea el motivo real o aparente. No siempre las exigencias legales son “el enemigo interno”. Siempre es mejor la legalidad genuina".

Sin embargo, entre las críticas al Gobierno por el vencimiento del Conpes estuvo la del exsenador del Centro Democrático Rafael Nieto Loaiza, al calificarlo como un "nivel de improvisación de clase mundial".