La importancia del diálogo para llegar a un acuerdo entre el Gobierno y el Comité del Paro que permita superar la situación que atraviesa Colombia reiteraron los Obispos católicos de Colombia a través de una carta. 

En ese sentido, se permiten proponer algunos fundamentos de la Enseñanza Social de la Iglesia para alcanzar una negociación. "El diálogo exige, en primer lugar, un cambio interior o una nueva disposición personal en la búsqueda del bien común, porque la paz nace de un corazón nuevo", señalaron. 

Por lo tanto, hacen un llamado a "renovar el corazón" para así poder restablecer  los sistemas, las instituciones y los métodos y destacó que es necesario creer que el diálogo es posible, aunque las posturas parecieran que no dan lugar a acuerdos.

"No es una utopía; hay que apostarle a esta herramienta, vencer los obstáculos y dejar que tengan prioridad las causas justas que están en juego", agregaron. 

Asimismo, señalan que la conversación debe ser acogida, es decir, que permita exponer los puntos de vista pero escuchando también la situación que expone la contraparte.

"Pide disposición para ceder o conceder por el bien común, pues implica abrirse al intercambio sincero de pareceres, para alcanzar la comprensión mutua y avanzar hacia los puntos de contacto que ofrecen soluciones a las divergencias", indicaron los jerarcas religiosos. 

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Además, destacan que en el diálogo se debe establecer como fundamento la búsqueda de lo bueno y justo deponiendo los intereses y que este debe suponer siempre la verdad, excluyendo todo apasionamiento que lleve a visiones equivocadas de las situaciones que se abordan. 

"El diálogo debe poner en el centro las necesidades de los pobres y vulnerables, de los marginados y excluidos, de las víctimas de la violencia, de los que han sido vulnerados en sus derechos fundamentales", aseguraron. 

Sin embargo, los obispos colombianos piden no olvidar a los enfermos, a los profesionales de la salud que siguen enfrentando la pandemia sin los recursos necesarios; a los que han perdido sus empleos o no han podido reactivar sus negocios; a los campesinos que ven perdidos los frutos de su trabajo y a los servidores públicos.

En ese sentido, resaltan que el diálogo necesita apuntar a lo fundamental y prioritario, de modo que resulte fecundo y pueda avanzar hacia los acuerdos que se necesitan y reclama la participación y el aporte de toda la sociedad, para así contribuir en el país que todos los colombianos necesitan. 

"El diálogo requiere la decisión de perseverar, pues exige paciencia y empeño, y se apoya en la voluntad decidida de recurrir a todas las fórmulas posibles de negociación, de mediación o de arbitraje, esforzándose en que los puntos de encuentro prevalezcan sobre los de división o ruptura", puntualizaron. 

Finalmente, los obispos invitaron a los ciudadanos a mantener la oración por Colombia y convocaron a una jornada de plegaria el 11 de junio, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, para la cual oportunamente comunicarán el programa.