Se confirma la liberación de tres jóvenes que habían sido secuestrados por las disidencias de las Farc al mando de alias 'Iván Mordisco', en el caserío San José del río Yurumanguí, zona rural de Buenaventura. La privación de la liberdad ocurrió un día antes del inicio de este histórico acuerdo entre el Gobierno y el grupo insurgente.
El alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, subrayó la importancia de este suceso en el contexto de los compromisos de aplicación del Derecho Internacional Humanitario (DIH), señalando: "El caso de Yurumanguí y otras situaciones se irán desarrollando como signo de paz. Existen acuerdos que irá conociendo la opinión nacional de hechos ocurridos antes del 16 de octubre".
El Gobierno de Colombia también confirmó la liberación de Juan David Mosquera, Johan Valencia e Ismael Arroyo por parte de las disidencias de las Farc, como uno de los pilares fundamentales del cese al fuego bilateral es el respeto de los derechos de la población civil en todo el territorio nacional, y este acontecimiento constituye un paso significativo en esa dirección.
El Alto Comisionado para la Paz agregó: "Juan David Mosquera, Johan Valencia e Ismael Arroyo han quedado en libertad. EMC Farc cumple aplicación del DIH. Valor comunitario de las mujeres afrocolombianas del Consejo Comunitario de Yurumangui fundamental en la protección de la vida".
El secuestro de los tres jóvenes se registró en el caserío San José del río Yurumanguí, zona rural de Buenaventura, un día antes del acuerdo de cese al fuego bilateral entre el Gobierno y las disidencias de las Farc, que fue pactado en Tibú, Norte de Santander. Estos hechos generaron un llamado a la EMC FARC-EP por parte de la organización 'Renacientes', que agrupa comunidades negras del Valle del Cauca, solicitando la liberación inmediata de los jóvenes.
Este suceso se inscribe en el contexto de los diálogos de paz entre el Gobierno y la principal disidencia de las antiguas FARC, con el objetivo de poner fin a un conflicto armado que ha afectado a la nación por décadas. El cese al fuego, vigente desde el 17 de octubre hasta el 15 de enero de 2024, marca un hito en este proceso, abriendo una nueva posibilidad para la reconciliación y la construcción de la paz en Colombia.