Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar de las AUC, continuará a disposición de un juez de control de garantías de Barranquilla, quien tendrá que definir si le concede la libertad a prueba tras su designación como gestor de paz por parte del Gobierno Nacional, señaló la Procuraduría General de la Nación.
Así lo decidió la Juez de Ejecución de Sentencias de Justicia y Paz, al señalar que no era competente para suspender las medidas de aseguramiento de detención preventiva que pesan en contra de Mancuso Gómez en procesos adelantados por magistrados de esa jurisdicción en Barranquilla y Bogotá.
Haga clic aquí para seguirnos en WhatsApp
En ese sentido, la juez le concedió la libertad a prueba por el término de cuatro años respecto a tres procesos acumulados que cursan en su despacho, pero lo dejó a disposición del despacho del magistrado de control de garantías de Barranquilla “para lo de su cargo”, en atención a la independencia con la que deben actuar los jueces de la República.
En su decisión, y al acoger la petición hecha por la Coordinadora Nacional de Justicia y Paz del órgano de control, la juez aclaró que frente a los procesos que cursan en su despacho Mancuso Gómez no podrá desplazarse a los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Cesar, Magdalena, Norte de Santander y La Guajira, así como a los municipios antioqueños de San Pedro de Urabá, Necoclí, Ituango, Arboletes y Apartadó, en los que tuvo lugar su accionar criminal.
“Con esa restricción se garantizan los derechos de los millares de víctimas directas e indirectas que fueron sujetos pasivos de esa tragedia humanitaria a no ser revictimizadas, como lo consideró el Ministerio Público”, puntualizó la juez en su decisión.
La semana pasada Mancuso llegó a Colombia y fue enviado a la cárcel La Pícota tras pasar 16 años detenido en Estados Unidos y comprometerse a revelar la verdad sobre los sangrientos escuadrones de ultraderecha y sus vínculos con políticos.
Considerado uno de los señores de la guerra más poderosos de los años noventa y principios del siglo XXI, el colombo-italiano llegó más temprano deportado en un avión y fue recibido por la autoridad migratoria en calidad de "gestor de paz".
Conocido con el alias de "El Mono", Mancuso aún tiene cuentas pendientes con la justicia colombiana por cientos desplazamientos, desapariciones y homicidios cometidos por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), la asociación de escuadrones que enfrentó a las guerrillas de izquierda.