Hoy comienzan los últimos dos meses del año, 60 días que serán cruciales para determinar el éxito del programa de vacunación de la población bogotana contra el covid-19 instaurado en febrero de este año.
Teniendo de presente que a partir de hoy la ciudad comenzará a vivir una nueva forma de reapertura sin restricción de aforo, con la presentación obligatoria del carné de vacunación, y que un cuarto pico podría asomarse si se cumplen las modelaciones del Ministerio de Salud, sin duda este cierre de año estará marcado por alcanzar la meta de vacunar a la totalidad de la ciudadanía.
Los no vacunados
Con ese escenario en mente, hay que sumar que Bogotá vivió la semana pasada el primer día sin fallecimientos desde que murió la primera persona en la ciudad a comienzos del año pasado.
Respecto a la población que no se ha vacunado, de acuerdo con el médico infectólogo, epidemiólogo y coordinador de Estudios covid-19 ante la Organización Panamericana para la Salud, Carlos Álvarez, este es un fenómeno que responde sobre todo a la edad adulta joven que considera que no lo necesita, entre otros factores.
“Bogotá ha avanzado de manera considerable vacunando personas mayores de 60 años. Con los adultos mayores se está alcanzando un mundo ideal con tasas de coberturas por encima del 90%. Pero probablemente el grupo de personas jóvenes, entre los 18 y los 30 años, es al que todavía le falta camino en la vacunación. Esto se debe o podríamos pensar que este fenómeno responde a que son personas que tienen menos percepción de riesgo y sienten que tienen menos posibilidades de contagio. Por eso se han vacunado menos”, indicó a este medio el epidemiólogo Álvarez, quien también es el vicepresidente científico de la Clínica Colsanitas.
Añadió que, además de la percepción del riesgo, hay un tema de desinterés, “y hay gente que considera que la vacunación es riesgosa, otros que están en contra de las mismas, que no creen en ellas y, aunque uno no lo crea, hay personas que creen en teorías conspirativas y que, guiados por eso, no se la quieren aplicar”.
A este respecto, el secretario de Salud, Alejandro Gómez, dijo que a Bogotá le falta avanzar en las personas que están en el rango de edad de los 20 a los 40 años. “Hace unos días insistíamos en las personas mayores y lo han hecho muy bien. Se han puesto al día. La recepción de la vacuna en niños de 12 a los 17 años también va muy bien, pero entre los 20 y los 40 años, que probablemente es la gente que más querrá asistir a los eventos culturales, recreativos y sociales, van mal. Pónganse las pilas”, indicó el secretario.
Por su parte, el vicedecano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes y experto en modelaciones matemáticas de enfermedades por vectores, Juan Manuel Cordovez, explicó a EL NUEVO SIGLO que “a los adolescentes puede que sus papás les estén imponiendo la vacunación, pero mi hipótesis es que el grupo de 20 a 40 que no está accediendo a las vacunas, son personas con niveles de educación más bajos, que tienen temor de la vacuna y no tienen a nadie que ejerza presión sobre ellos para ponérsela. No tienen la certeza de que si les da covid les podrá ir mal. Es una hipótesis que no tengo comprobada pero creo que podría ser un factor relevante”.
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¿Un problema socioeconómico?
Ahora, si bien esta es una lectura hecha desde el grupo etario de la población, ¿se puede hacer una lectura por estrato socioeconómico que arroje quiénes no lo están haciendo? La respuesta es no.
“Yo no creo que haya un tema socioeconómico para no vacunarse en la ciudad de Bogotá. Creo que es un tema más relacionado con la edad y a manera de estratos es más parejo. En estos momentos no creería que hay un determinado estrato con reticencia a la vacunación”, puntualizó el vicepresidente científico de la Clínica Colsanitas.
Con relación a la población flotante, a migrantes con vulnerabilidades e incluso con relación a la vacunación de la población habitante de calle, el epidemiólogo Álvarez dijo que este es un grupo que avanza con el mismo ritmo que el resto pero, que por sus mismas condiciones, “probablemente ha tenido menos cobertura de vacunación porque es más complejo en materia de seguimiento, por ejemplo, con relación a los habitantes de calle. Y en el grupo de migrantes venezolanos, irregulares o no irregulares, la posibilidad de acceso a las vacunas comenzó en estas últimas etapas y son los grupos que comenzaron más tardíamente por razones obvias”, añadió.
Balance de vacunación
Por último, y ya con la sensación de estar en la recta final, ¿cuál es el balance de la vacunación en la ciudad?
“La vacunación avanza bastante bien. Bogotá le ha gastado una buena cantidad de energía a todo el proceso de inocular a su población y creo que para una ciudad con las dimensiones de la capital, estar con el 60 y 80% de la población vacunada es mucho más significativo que otras ciudades de menor tamaño. El balance es bueno, yo soy bastante optimista, y dejando de lado el factor del suministro de vacunas, podríamos lograr una meta cercana al mundo ideal. Esto ya no depende de las autoridades nacionales sino de la ciudadanía. Están las condiciones para que lo logre”, precisó Álvarez.
Adicionalmente, y con el plan que puso en marcha la Administración Distrital el viernes de la semana pasada, que amplía los aforos al 100% y que espera aumentar los índices vacunales (eso sumado al anuncio de la Presidencia de la República en el que dio luz verde para la vacunación de niños entre los 3 a los 11 años), Bogotá podría estar llegando a enero con el 90% de la población vacunada.
Esta es la meta que tiene el Palacio Liévano en materia de vacunación y así lo precisó la mandataria el viernes: la razón por la cual a partir de enero toda la ciudadanía volverá a la presencialidad en todas las actividades, “porque para aquel entonces los niveles de vacunación completa ya estarán entre el 85% y el 90% del total de nuestra población mayor de 12 años. Podremos asumir ese desafío”.
Eso significa, palabras más palabras menos, que Bogotá tiene 61 días para avanzar 28,5 puntos porcentuales en las personas que ya tienen el esquema de vacunación completo y que cerró la semana pasada en el 61,5%, más del 80% con la primera dosis y 8,5 millones de biológicos aplicados.
La proporción hoy es la siguiente: de cada 10 personas (de los 12 años en adelante) siete están vacunadas al menos con una dosis y la meta de la Alcaldía es que esa proporción cambie y cerrar noviembre con siete de cada 10 personas con el cuadro de protección completo.
“Esto es lo que nos ha permitido vivir como estamos hoy, con un nivel de ocupación de UCI bajo y con alrededor de 1.600 personas con covid-19 positivo que también es extremadamente bajo. Esto solo se ha logrado gracias a los extraordinarios niveles de vacunación. Ahora, queremos seguir aumentando los números, para que de 10 ciudadanos, por lo menos siete tengan la doble dosis. Ese es el propósito que tenemos y que esperamos que vamos a lograr en las próximas dos semanas”, finalizó diciendo el secretario de Salud.