Salvatore Mancuso, el exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, pedió al gobierno colombiano que repatríe a Dairo Antonio Úsuga, conocido como 'Otoniel', y Daniel Rendón Herrera, alias 'Don Mario'. Ambos se encuentran condenados en Estados Unidos por narcotráfico y fueron figuras clave en el Clan del Golfo, una organización criminal que surgió tras la desmovilización de las AUC.
El exjefe paramilitar argumentó por medio de un video de siete minutos enviado desde una cárcel de Atlanta, Estados Unidos, que la repatriación de 'Otoniel' y 'Don Mario' es fundamental para los esfuerzos de paz en Colombia.
Asegura que estas dos figuras poseen un conocimiento inestimable de las complejas redes y estructuras de las organizaciones criminales en Colombia, lo que permitiría abordar las raíces del conflicto de manera más efectiva y lograr una paz duradera. Mancuso expresó: "Esto no se logra hablando solo con las disidencias armadas de las FARC. Sería muy útil tener esas voces de excomandantes claves como Otoniel y Don Mario, que tienen un conocimiento único e insustituible de los entramados más ocultos de estas organizaciones, para iniciar un diálogo genuino y pendiente con todas ellas, que nos permita comprender y abordar las raíces del conflicto y asegurar una transición efectiva hacia la paz."
El excomandante sostiene que el proceso de paz no puede limitarse a la negociación con grupos guerrilleros, como las disidencias de las FARC o el ELN. Para él, es esencial involucrar a todas las partes del conflicto, incluyendo a las autodefensas, en la búsqueda de una paz integral y definitiva. Mancuso afirmó: "El Gobierno nacional definió una agenda de paz muy ambiciosa. Esto no se logra hablando solo con las disidencias y el ELN, es preciso darle el lugar que corresponde a las autodefensas que nosotros lideramos. Esto no se puede tratar como un diálogo de segundo nivel, porque son actores del mismo conflicto."
Mancuso también critica el enfoque de la extradición de líderes paramilitares hacia Estados Unidos. Argumenta que esta estrategia sirvió para ocultar verdades incómodas y contribuye al resurgimiento de la violencia en Colombia. En particular, acusa al gobierno del expresidente Iván Duque de intentar silenciar a Otoniel, a pesar de que este último estaba cooperando con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y proporcionando información valiosa. el hombre expresó: "Todo el país fue testigo de la forma desesperada como el expresidente Iván Duque se quiso quitar de encima a Otoniel, aún cuando la JEP emprendía un proceso que quedó inconcluso. Nos dejó claro que para ellos la justicia prevalente no es la JEP, que la prioridad no es la justicia, sino ocultar verdades que nos perjudican, aunque eso signifique desconocer los derechos de las víctimas, extraditar la verdad y generar más violencia."
El llamado de Mancuso se produce en el contexto de una solicitud previa del Estado Mayor Conjunto del Clan del Golfo para repatriar a Otoniel y Don Mario. Este grupo criminal afirmó que las declaraciones de estos líderes podrían ayudar a esclarecer décadas de conflicto y la implicación de diversos actores en el mismo.
En última instancia, Mancuso plantea la idea de utilizar a Otoniel y Don Mario como facilitadores en las negociaciones de paz con las organizaciones criminales en Colombia. Sugiere que estas figuras podrían desempeñar un papel crucial en el proceso de reconciliación y en la pacificación de las regiones afectadas por el conflicto. Mancuso propuso al presidente Petro: "El Gobierno tiene una agenda de paz muy ambiciosa. Esto no se logra hablando solo con las disidencias y el ELN, es preciso darle el lugar que corresponde a las autodefensas que nosotros lideramos. Esto no se puede tratar como un diálogo de segundo nivel, porque son actores del mismo conflicto. Esa discriminación, junto a las economías ilegales, han sido los factores que más violencia siguen generando en los territorios."