La noticia del fallecimiento de Rubén Di Pietro conmocionó a la escena teatral colombiana. El maestro argentino, quien dedicó más de cuatro décadas de su vida a la actuación y la enseñanza en Colombia, dejó un vacío en el ámbito artístico.

Rubén Di Pietro, con 60 años de carrera, fue más que un actor; se convirtió en el maestro por excelencia de la actuación en Colombia. Su legado se gestó en el Teatro de Cámara Rubén Di Pietro, donde moldeó a grandes figuras como Robinson Díaz, Alejandra Borrero, y Catalina Sandino, la única colombiana nominada al Premio Óscar como Mejor Actriz Principal.

La noticia de su fallecimiento fue confirmada por Casa E Borrero, quienes expresaron su despedida con amor y gratitud. "Hoy nos despedimos del maestro Rubén Di Pietro, agradecidos de haber compartido con él y por sus enseñanzas", señalaron en un comunicado compartido en redes sociales.

Con un método único, "El actor y el texto como partitura musical", Di Pietro revolucionó la formación actoral, destacando la importancia del texto en la construcción de personajes. Este enfoque trascendió fronteras, dejando huella en Argentina, Polonia, Suecia, París, Barcelona, Madrid y, por supuesto, Colombia.

En sus propias palabras, Di Pietro definía el arte de actuar como "pensar, respirar, ser, no hacer, desnudar el alma". Su influencia no solo se limitó a la enseñanza, sino también a la dirección teatral, siendo responsable de obras como "Incendio en el fondo del mar".

Hasta sus últimos días, el maestro se mantuvo activo en La Calera, dedicándose tanto a la actuación como a la docencia en su nueva sede, Ítaca, del Teatro de Cámara. Su contribución al mundo del teatro trascendió las tablas, llegando a la cinematografía con la preparación de Catalina Sandino para "María llena eres de gracia".

En una entrevista reciente, Di Pietro expresó su amor por Colombia: "Lo que enamora de este país es la gente; acá hay un calor humano que no hay en otra parte del mundo". Su partida deja un hueco, pero su legado seguirá inspirando a las generaciones venideras, recordándonos que actuar es más que un arte, es una forma de vida.