UNA RECUSACIÓN presentada por la defensa del canciller Álvaro Leyva en contra del procurador encargado de su caso, Ernesto Jesús Espinosa Jiménez, fue rechazada por el ente de control, por lo que se mantiene al frente del juicio disciplinario que fue abierto al alto funcionario.

La recusación que fue presentada por los apoderados del ministro de Relaciones Exteriores, hoy alejado de su cargo en medio de un escándalo por presuntas irregularidades en la licitación de pasaportes, argumentaba una enemistad grave entre Espinosa y el Ejecutivo.

También alegó una posible amistad íntima con representantes de la empresa Thomas Greg & Sons, vinculada al caso de los pasaportes. Sin embargo, la Procuraduría desestimó estas alegaciones al considerar que no se presentaron pruebas suficientes que respaldaran las afirmaciones.

En su momento, el procurador Espinosa negó estos señalamientos, destacando que actuaría con imparcialidad e independencia. Además, destacó que las interacciones pasadas en redes sociales no comprometían su objetividad en el proceso disciplinario.

Sobre el caso, también se pronunció la procuradora Margarita Cabello, quien también rechazó la recusación presentada. Además, enfatizó la necesidad de pruebas concretas que respalden las acusaciones de enemistad grave e imparcialidad. La jefa del Ministerio Público, subrayó la importancia de mantener la imparcialidad objetiva en el proceso disciplinario, siguiendo los lineamientos establecidos por la jurisprudencia tanto nacional como internacional.

Como se sabe, la Procuraduría confirmó la suspensión provisional por tres meses ordenada contra el ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, proferida el pasado 24 de enero de 2024 por la Sala de Instrucción Disciplinaria, por las posibles irregularidades que se presentaron durante el proceso para la licitación de pasaportes.

Pese a la decisión del Ministerio Público, el canciller siguió despachando, hecho que fue confirmado con la firma de decretos importantes. Ante la situación, el ente de control disciplinario anuncia una segunda investigación y la compulsa de copias ante la Fiscalía General de la Nación por desacato.

Finalmente, Leyva decide separarse del cargo, por lo que es nombrado Luis Gilberto Murillo como encargado.