Hijos de los hermanos Miguel y Gilberto fueron hallados culpables de receptación, legalización y ocultamiento de bienes provenientes de actividades ilícitas.

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Nueve años tendrán que pasar varios hijos de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez, tras ser condenados por el delito de receptación, legalización y ocultamiento de bienes provenientes de actividades ilícitas.

Se trata de directivos en la sombra de la empresa Drogas La Rebaja que, según la decisión proferida por el Juzgado Primero Especializado de Bogotá, utilizaron la firma para darle apariencia de legalidad a recursos obtenidos con el narcotráfico.

Según la justicia, la venta de la cadena de farmacias La Rebaja a la cooperativa multiactiva Copservir Ltda, creada en 1995 con la asociación de los trabajadores de las droguerías, fue solo aparente.

La decisión judicial acogió el concepto de la Fiscalía, para cuyos investigadores “ni los hijos de los señores Rodríguez Orejuela, ni la cooperativa contaban con la capacidad económica suficiente para adquirir las empresas y los establecimientos de comercio y demás bienes, que a partir de 1990 los jefes del Cartel de Cali hicieron una venta aparente a sus hijos y otros familiares y estos a su vez, en 1996 vendieron a Copservir”.

Los condenados son Juan Miguel y María Fernanda, hijos de Miguel Rodríguez, así como María Alexandra, Humberto y Jaime, hijos de Gilberto Rodríguez.

La pena cobija a otros familiares, como Juan Carlos Muñoz, María Teresa Quiazua, Amparo Arbeláez, Julio Cesar Muñoz y Rafael Guillermo Arjona.

En la sentencia también se ordenó la captura de tres directivos de la empresa: Jorge Eliecer Carrasquilla, Wilfrido Palma y César Julio Benítez.

El fallo negó la petición de los defensores de sustituir la privación de la libertad en centro carcelario por otros beneficios como la prisión domiciliaria.

Con el fallo, la justicia desestima definitivamente los alegatos de la defensa que recogen las explicaciones dadas por los extraditados hermanos Rodríguez.

Gilberto y Miguel Rodríguez fueron extraditados a Estados Unidos en 2004 y 2005, respectivamente.

Los Rodríguez, que comparecieron ante el Juzgado a través de video conferencia, insistieron en la inocencia de sus hijos y sobrinos.

Específicamente, Gilberto Rodríguez reconoció durante el proceso el ingreso a La Rebaja y otras de sus empresas de dinero proveniente del narcotráfico entre 1978 y 1981, pero precisando que ninguno de esos recursos ni las firmas a las que entraron fueron manejadas por miembros de la familia, implicando la inocencia de sus allegados en el lavado de activos.

De acuerdo con el extraditado, “nunca aporté ningún dinero a las empresas que habían quedado en poder mis hijos, pues ellos manejaban su plata. Ellos aprendieron a ser independientes, porque eran buenos profesionales, todos”.

Además, agregó, "en Drogas La Rebaja vendí una parte en 1987. Después en 1989 fue vendida en su totalidad. Hasta ahí llegó nuestra participación accionaria en esa empresa".

Por su parte, Miguel Rodríguez declaró que “ellos no tuvieron conocimiento del manejo de las empresas Droga La Rebaja. Mis hijos no son testaferros del narcotráfico”.