La crisis financiera que enfrenta la Nueva EPS ha culminado en la suspensión de atención en varios hospitales públicos de Antioquia, afectando a miles de pacientes debido a una deuda acumulada que supera los 189.000 millones de pesos. La medida afecta a hospitales en localidades como Briceño, Maceo y Valparaíso, y se extiende a otros centros de salud en la región.
La deuda de la entidad promotora de salud, que alcanzó los 189.000 millones de pesos a marzo de 2024, ha generado una situación insostenible para los centros asistenciales de la región.
Luis Hernán Sánchez, director de la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia (AESA), explicó que la falta de pago ha forzado a hospitales en los municipios de Briceño, Maceo y Valparaíso a cesar la atención a pacientes afiliados a la Nueva EPS. "Pensamos que nos iba a ir mejor con la intervención de la Nueva EPS, pero no ha sido así porque la entidad ha rebajado el monto de los de los recursos que nos giraba anteriormente. Nos están mandando menos recursos de los que le mandaban el año pasado antes de estar intervenida" afirmó Sánchez.
A partir del próximo martes, se sumarán a la lista de hospitales que suspenden servicios los centros de Copacabana y Jericó. La medida ha generado una gran preocupación entre los habitantes de estos municipios, quienes ahora enfrentan serios inconvenientes para acceder a servicios médicos esenciales.
El problema se extiende a otros 13 hospitales de la región que están considerando tomar medidas similares si la situación no mejora. Los centros de salud han denunciado que la deuda acumulada ha afectado gravemente su capacidad operativa, llevando a la suspensión de servicios y limitando la atención a los pacientes.
Por su parte, la Contraloría General de la República ha solicitado explicaciones sobre el uso de los recursos destinados a la atención en salud durante la pandemia, cuestionando la gestión financiera de la EPS.
La falta de pagos también ha llevado a dificultades en la concertación de convenios con hospitales privados, afectando incluso a pacientes con procedimientos ya aprobados. La comunidad se encuentra en un estado de alerta, esperando soluciones que permitan restablecer la atención médica y garantizar el acceso a servicios de salud.