La suspensión de la operación del muelle 13 de Buenaventura, decretada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) el 2 de enero de 2024, se fundamenta en incumplimientos ambientales por parte del Grupo Portuario S.A.
Este muelle es uno de los más importantes del puerto, y su cierre suscita preocupaciones tanto a nivel local como nacional.
"Esta medida se adoptó debido a que los manejos ambientales actuales desconocen presuntamente las medidas de manejo ambiental que deberían implementarse frente a los impactos ambientales y a la necesidad de tener claridad frente a las circunstancias reales y materiales del proyecto", indicó la ANLA.
El presidente Gustavo Petro respaldó la decisión de la ANLA a través de sus redes sociales, enfatizando los riesgos sanitarios asociados con el almacenamiento de alimentos en condiciones inadecuadas. En su pronunciamiento, el mandatario resaltó la presencia de cientos de palomas que contaminan los granos importados, como trigo y lentejas, lo que podría exponer a las mujeres embarazadas y a sus bebés a toxoplasmosis, una enfermedad que puede provocar abortos o deformaciones en los recién nacidos.
“Cómo es posible que la autoridad portuaria de Buenaventura no haya observado lo que la ANLA observó”, cuestionó el presidente.
La ANLA había señalado que el Grupo Portuario no cumplió con las normativas ambientales requeridas para operar, lo que llevó a la suspensión del Plan de Manejo Ambiental que había sido previamente aprobado. Esto era esencial para permitir la ampliación y operación del muelle 13, pero tras una revisión judicial, se determinó que las obras proyectadas no podían ser avaladas sin una nueva licencia ambiental.
Además, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) revocó en diciembre del año anterior una resolución que extendía la concesión del muelle por 20 años más. Esta decisión fue motivada por preocupaciones sobre posibles impactos ambientales negativos en el territorio de Buenaventura.
La condición que se debe cumplir para el levantamiento de la suspensión consiste en contar con el instrumento de manejo y control ambiental que esté en armonía con las condiciones actuales del proyecto, sus impactos ambientales y la legislación ambiental aplicable.