LA CAUTELA e incluso el pesimismo continúan primando en las expectativas de los sectores económicos en Colombia de cara a lo que será este 2024 y los años siguientes.
Una prueba de ello son los resultados de la última “Encuesta de expectativas económicas” que periódicamente realiza el Departamento Técnico y de Información Económica del Banco de la República, que acaban de ser dados a conocer.
El sondeo se realizó en octubre pasado a funcionarios de primer nivel de diferentes empresas del sector productivo, así como a académicos y consultores en las cuatro principales ciudades del país: Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.
Se les pidió que, con base en los indicadores que existían a esa fecha en materia de inflación, tasas de interés, tasa de cambio nominal, desempleo y crecimiento económico, evaluarán qué podría pasar al cierre de 2023, pero sobre todo en este 2024 y los años próximos.
Una de las conclusiones que más llama la atención tiene que ver con las proyecciones en torno a cuándo el país podría volver a la meta tradicional de inflación con que venía en los últimos años. Como se sabe, el 2019 cerró con un 3,80% de alza en el costo de vida; en diciembre de 2020 se ubicó en 1,61% (año de inicio de la pandemia); ya en 2021 el indicador subió a 5,62%; en tanto que en 2022 el dato final fue de 13,21%.
El resultado definitivo del 2023 solo se dará a conocer en los próximos días, aunque a noviembre ya se ubicaba en 10,15%, con una curva de descenso lenta pero sostenida en los últimos ocho meses. De hecho, los pronósticos tanto del Emisor como del propio Gobierno e incluso de los analistas, señalan que el costo de vida del año pasado habría terminado entre 9,6% y 9,7%, como máximo.
Costo de vida vs. intereses
Como se sabe, la inflación de dos dígitos en lo corrido de este año es lo que ha impedido que el Banco de la República baje sus tasas de interés de referencia, que llegaron a un tope de 13,25% a lo largo del 2023 y solo se procedió a una primera rebaja en diciembre pasado, cuando la junta del Emisor las disminuyó en apenas 25 puntos básicos.
En medio del debate sobre el efecto inflacionario que podría tener el aumento del salario mínimo mensual para este 2024, decretado por el Gobierno en un 12%, y en espera de conocerse el efecto de las tradicionales alzas en los precios de muchos productos, bienes y servicios en el arranque del año, hay muchos analistas que sostienen que el Emisor tendrá mucha cautela para volver a aplicar una nueva disminución de sus tasas de referencia.
Esa rebaja es clave para enviar señales al mercado financiero y de capitales en torno a abaratar el costo del crédito e inyectar más liquidez a la economía, elementos vitales para reactivar una economía en plena descolgada e incluso con riesgo de recesión técnica. Esto en caso de que el último trimestre de 2023 también registre un resultado negativo, como ocurrió con el tercero (-0,3%).
¿Volver al 4%?
Visto lo anterior, la pregunta principal es, ¿cuándo Colombia podrá volver al rango inflacionario normal que le permitía al Banco de la República fijar anualmente una meta de crecimiento del 3% en el costo de vida, con un piso del 2% y un techo del 4%? Según la citada encuesta, eso solo sería posible en cinco años, lo que sin duda evidencia que el poder adquisitivo de los colombianos seguirá golpeado hasta bien avanzada esta década.
Las respuestas de dirigentes empresariales, académicos y consultores son claras: en octubre calculaban que la inflación al cierre de 2023 estaría por el orden del 10,50% (más alta que las previsiones del Banco y el Emisor que, como se dijo, oscilan entre 9,6 y 9,7%).
Con respecto a este año, no se ve mucho optimismo en torno a que el indicador caiga de manera sustancial. De hecho, para marzo, junio y septiembre los valores pronosticados son del 9,50%, 8,50% y 8,00%, respectivamente. Es decir, las previsiones apuntan a que, a lo sumo, el costo de vida baje este año un máximo del 2,5%.
El tema se complica más si se revisa qué es lo que los encuestados consideran que puede pasar en dos años. Los agentes económicos prevén que la inflación se ubique en el 5% al cierre de 2025.
Más preocupante aún es que los consultados señalen que solo en cinco años adelante se podría volver a la meta techo del Emisor del 4%. Es decir, hacia el 2028, cuando ya se debe estar en la mitad del gobierno que asuma en 2026.
Por sectores
Esa cautela sobre el rumbo del costo de vida es aún mayor si se revisa sector por sector. De acuerdo a la encuesta, en el primer trimestre de 2024 la inflación será del 9,0% según cadenas de almacenes; 9,10% de acuerdo con el sistema financiero; 9,60% según industria y minería; 9,65% por parte de los académicos y consultores; 10,53% según transporte y comunicaciones; y 11,05% para los sindicatos.
De igual manera, para junio próximo la industria y minería, así como el sistema financiero fueron los únicos sectores que prevén que la variación anual de precios al consumidor se ubique por debajo del 9,0%, con valores pronosticados del 8,30% y 8,20%, respectivamente. El resto de los sectores espera una mayor inflación, con cifras de 9,00% para cadenas de almacenes así los académicos y consultores; 10,04% para transporte y comunicaciones; y de 11,10% para los sindicatos.
Para el sistema financiero la inflación esperada doce meses adelante se ubica en el 7,0%, mientras que las demás proyecciones son del 8,00% para industria y minería; 8,75% para cadenas de almacenes; 8,56% para los académicos y consultores; 9,00% para los sindicatos; y 10,40% para transporte y comunicaciones.
Para septiembre de 2025, transporte y comunicaciones es el sector que proyecta una mayor inflación (10,04%); los demás prevén ajustes inferiores, así: del 8,50% para cadenas de almacenes; del 7,00% para los sindicatos; del 6,00% para industria y minería; del 5,60% para los académicos y consultores, y del 4,50% para el sistema financiero.
Finalmente, para septiembre de 2028 dos de los sectores esperan que la inflación se ubique por debajo del 4,0%: el sistema financiero (3,75%) y los académicos y consultores (3,86%). Por su parte, para industria y minería la inflación alcanzaría un valor del 4,00%, sindicatos del 5,50%, cadenas de almacenes del 6,5% y transporte y comunicaciones del 9,0%.